Pérez de Rozas, Pilar Aymerich, Manel Armengol, Joan Colom, Kim Manresa... Algunos de los grandes nombres del fotoperiodismo catalán se dan cita en Barcelona. Fotos prohibidas, un libro coeditado entre el Ayuntamiento de Barcelona y La Fàbrica y que quiere ser una recopilación de aquellas fotografías que, por un motivo u otro, en su momento no salieron en los periódicos. Algunas no aparecieron por su contenido sexual explícito, otras porque mostraban altas dosis de violencia, hay las que ofendían porque mostraban aspectos de la realitad que no quería ver el poder y otras en su momento fueron consideradas inadecuadas u ofensivas. El autor de la selección reconoce que algunas fotografías se han incluido por el hecho de ser atípicas, de reflejar una realidad diferente a la que suelen ofrecer los principales medios. La obra agrupa fotos de 40 artistas, ha sido editada por Ricardo Feriche y cuenta con un prólogo de Rodrigo Fresán.

Un parado se cuelga del teleférico del puerto para pedir trabajo. © Carlos Pérez de Rozas, 1980

Los grises y la Barcelona preolímpica

Las fotografías cubren el periodo comprendido entre la muerte de Franco y nuestros días, aunque no están organizadas cronológicamente, sino por difusos ámbitos temáticos. De la época franquista, destacan las imágenes de Manel Armengol de la policía o la guardia civil disolviendo violentamente manifestaciones por la democracia (o también las de Robert Ramos, que reflejan la pluralidad de reivindicaciones de los primeros momentos de la transición). De este periodo también se presentan algunas imágenes que parecen realmente de tiempos muy alejados, como las deprimentes fotografías de Pep Cuntíes sobre la prostitución en el Raval, o las de Jordi Mestre sobre los españoles que iban a la vendimia francesa, todavía a los años 1980. Un fotógrafo da continuidad a los diferentes periodos representados en el libro: Joan Colom, que con su cámara inmortalizó el Barrio Chino, no sólo en los años sesenta, sino también hasta bien entrado el siglo XXI. En otros casos, la combinación entre fotógrafos de diferentes periodos permite mostrar las continuidades a través del tiempo, como las imágenes de prostitución de Pep Cuntíes, de los años 1970, de Kim Manresa en los años 1990 y de Mariona Giner a principios del siglo XXI.

Manifestación por la libertad sexual, 1978. © Robert Ramos.

Una Barcelona sin triunfalismos

Las fotografías sobre la Barcelona de después de las Olimpiadas están muy lejos de buena parte de las típicas imágenes publicitarias de la ciudad. Los retratos de gente extremadamente pobre dejan vislumbrar una Barcelona que está muy lejos de lo que algunos, triunfalmente, dicen que es. Queda claro en las fotografías de Samuel Aranda, Sergi Reboredo, Xavier Bertral, Sergi Reboredo o Julio Carbó que los habitantes de la ciudad están muy lejos del bienestar que se vende a los catálogos turísticos: se palpa la miseria, la violencia, las adicciones... Algunas fotografías también retratan la nueva Barcelona salida de la inmigración, sin mitificarla en absoluto, como las crudas fotos de Lluís Artús sobre la comunidad latina. Ángel García recoge la conflictividad asociada al top manta y hay numerosas imágenes de represión a manifestaciones, como las de Julio Carbó sobre la cumbre en Barcelona del Banco Central Europeo o las de la huelga general de 2012.

Infravivienda en la Sagrera, 2004. © Samuel Aranda.

Tiempos interesantes

Naturalmente un álbum de este tipo no podía acabar sin hacer referencia a los convulsos tiempos que se han vivido recientemente. Las fotografías de la represión del referéndum del 1 de octubre, como las de Robert Bonet, ocupan un lugar destacado, pero se encuentran alternadas con otras imágenes de diferentes periodo, como las de los incidentes del día de Sant Jordi de 1977 o las de las protestas del movimiento 15-M en el Parlamento. También tienen su espacio las manifestaciones ultras contra el referéndum. Y no falta la polémica fotografía de David Armengou y Marcela Miret de les Rambles justo después del atentado, con los cuerpos tirados todavía por el suelo y los policías haciendo las primeras curas. La más cruda de las fotografías de un día lleno de fotografías dolorosas.

Manifestación en contra del referéndum del 1 de octubre. Plaza Sant Jaume, 2017. © Samuel Aranda.

Buenas fotos, tema confuso

La recopilación de fotografías es impresionante y muestra una Barcelona alejada del tópico de postal, con un edulcorado Castillo de Montjuïc y una descontextualizada imagen de Colón. Ahora bien, cuesta entender el criterio de selección. Algunas fotografías difícilmente podrían ser consideradas "fotografías prohibidas", como algunas de las escogidas sobre manifestaciones contra la guerra de Irak, pues si no se publicaron, sí que se publicaron otras muy similares. De la misma forma, no se entiende la inclusión de las imágenes de la policía nacional haciendo frente a un atraco, o las instantáneas de Joan Colom de una procesión de Semana Santa a la Iglesia de Santa Anna. La fotografía de un tiburón pescado en la Barceloneta o de un cráneo del siglo VII encontrado a una excavación, no tiene especial relevancia en un álbum de este tipo, como tampoco la imagen del certificado de Trip Advisor en el portalón de la iglesia del Pi (o la famosa foto de la flecha de la inauguración de los Juegos Olímpicos que pasa sobre el pebetero). Algunas de estas fotos en su época eran poco destacadas, y sólo han adquirido relevancia a posteriori, como un abrazo entre Fèlix Millet e Iñaki Undangarín en el Palau de la Música en el 2005 o las imágenes del matrimonio Pujol de 2003. Y en la selección se incluyen fotografías de relleno destinadas probablemente a satisfacer al coeditor municipal, como la de Pasqual Maragall en la playa de la Mar Bella en 1994 o dos instantáneas de Ada Colau haciendo de superheroína luchando contra las hipotecas. En realidad, incluso el marco espacial es confuso. Ni siquiera todas las imágenes pertenecen a la ciudad de Barcelona: hay Badalona, de Ripoll, de un polígono industrial no identificado, del camping La Ballena Alegre... En realidad, la idea del libro es muy difusa: quizás se quiere presentar una visión alternativa de la ciudad a la que se ofrece habitualmente, pero realmente el objetivo queda demasiado diluido. Y pese a todo, lo que queda, de verdad, es la fantástica colección de fotografías, entre las que se incluyen algunas realmente espectaculares... Un auténtico regalo para la vista y un elemento para reconstruir la historia reciente de Barcelona.

 

Foto de portada: Carga policial contra la manifestación por la 'Libertad, Amnistía, Estatuto de Autonomía', 1976. © Manel Armengol.