En la calle Comerç, frente a la estación de Francia, se están haciendo unas obras de urbanización que han sacado a la luz nuevos restos del antiguo barrio de la Ribera. El Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Barcelona está haciendo allí una intervención arqueológica y ha ofrecido una valoración preliminar de los hallazgos. Hasta ahora se ha deducido que se trata de las construcciones derribadas después de la guerra de Sucesión, con el fin de crear la explanada de seguridad que separaba la Ciutadella de los barrios de la ciudad. Hasta ahora se han encontrado estructuras domésticas y un tramo de calle. El material arqueológico exhumado, básicamente fragmentos cerámicos, corresponde al momento de derribo de los edificios, al primer cuarto del siglo XVIII.
Obras reformuladas
Con el fin de causar el mínimo impacto en las ruinas, se ha realizar una modificación del plan de obra, con el fin de no tener que desmontar los restos del barrio de la Ribera. El Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Barcelona, en principio, no tiene previsiones de desmontar nada. El proyecto, en principio, es documentar todos los restos existentes y cubrirlos para reurbanizar la calle.
Un barrio masacrado
El barrio de la Ribera fue destruido, a partir de 1715, para crear una zona despoblada, fácil de vigilar, que separara la ciudad de la nueva Ciutadella, destinada a controlar los barceloneses, con fama de rebeldes. Los restos que hoy en día se pueden ver en el Born en realidad tenían una extensión mucho mayor; el yacimiento arqueológico tiene continuidad por una superficie mucho más extensa. En 1980 cuando se rehabilitó el Born, las ruinas ya se documentaron, pero no se consideró necesario musealizarlas. Cuando en 1991 se creó el parking de la calle Comerç, aparecieron ruinas muy similares a las del Born, también del barrio de la Ribera, pero había prisa para hacer la infraestructura y la excavación, a cargo de 27 arqueólogos, sólo duró 74 días: dos meses y medio. Los que trabajaron en ese yacimiento aseguran que lo que había allí era igual o mejor que lo que se exhibe ahora en el Born. Pero se sacrificó sin escrúpulos: muchas cosas ni siquiera se pudieron documentar lo suficiente. En los años siguientes, en las obras para construir pisos en la zona (paseo Picasso, paseo de la Circumval·lació, calle Comerç...) también se han encontrado muchos restos arqueológicos del barrio de la Ribera, pero en su mayoría se han documentado y se han cubierto de nuevo, sin musealizarlos.