Bajamos a la parada de tren de Montgat Nord, en el Maresme. Allí, dentro del coche de uno de sus colegas, nos espera nuestro entrevistado, que nos recibe ofreciéndonos una lata de cerveza. Es Víctor Ballesteros (Montgat, 1998), conocido artísticamente como Baya Baye. Este joven, una réplica física del Luis Enrique que llegó al Barça en la década de los 90, se ha convertido en una de las sorpresas musicales del panorama catalán en muy poco tiempo. En YouTube, su gran hit, La mare kem va parí, suma más de 200.000 visitas. En Spotify, cuenta con 5.000 oyentes mensuales. Los números, sin embargo, le importan muy poco. A nosotros también.

Baya Baye con sus dos dobermans, Síria y Lucho, en su casa / Foto: Sergi Alcàzar

Baye —así es como lo conocen los amigos— despierta interés porque tiene aquello que muchos buscan sin acierto: un sello propio. Ni trap, ni urban, ni melodías complacientes; él se autodefine como el papa del rap en català macarra. Y probablemente no se equivoca, porque es uno de los pocos cantantes del país que practican este género en nuestro idioma.

Mientras la fama crece, combina la vida en la viña —donde trabaja cada mañana— y en el mobile home, el hogar que corona su huerto y que ocupa junto con sus dos dobermans, Siria y Lucho. Sí, en honor al exfutbolista culé. Nos dirigimos ahí cerveza en mano, a toda pastilla por las calles de Montgat. La historia de Baye, como la entrevista que lees, no sólo se resume a través de la música. Tampoco a través de sus letras. Es una cuestión de entornos turbulentos. De una Catalunya gamberra. De una generación harta. Este es la primera vez que habla para un medio de comunicación.

Te enorgulleces del trabajo en la viña y de Montgat. ¿Tu contexto ha definido tu música?

Sí, mi entorno, mis vivencias y mis paranoias. Montgat está a 20 minutos de Barcelona, pero la gente de allí nos la suda. Nosotros somos de aquí y no tenemos nada en contra de nadie.

De tus letras se desprende que este tipo de vida tiene una parte negativa. Alcohol, drogas, calle; quedarse en el pueblo no siempre es fácil.

La gente de nuestro entorno está muy estancada en su zona de (des)confort. A la mierda y a las cosas negativas te acabas acostumbrando. Hay mucha peña que tiene miedo de salir de su círculo de mierda, aunque el cambio sea a mejor. Emborracharse con birras cada día, pillar un pollo y repetir los fines de semana. Todo eso es más fácil que intentar salir de aquí y buscarse la vida.

Tú vives en un mobile home en tu huerto. En cierta manera te has aislado de todo eso, veo.

Siempre he estado en un entorno un poco turbio. No por la familia, sino por mi gente de toda la vida. Son buenas personas, pero hay mucha peña que es carne de cañón, que tiene pocas aspiraciones y que tira de lo que tira. Vivo en el huerto porque estoy con mis movidas y me centro en mi vida. Ni me drogo ni fumo, no me hace falta. Quien lo ha visto de cerca sabe que este es un camino que no lleva a ningún sitio. Hay tíos que van de raperos y se piensan que son valientes por chutarse lo que sea. La droga es una mierda y sólo te lleva al hoyo o al talego. Cuando tienes colegas que han vivido cosas de este tipo, te das cuenta de que no quieres acabar como ellos. Yo he tenido un par de cojones y nunca me he convertido en un drogadicto. Pero claro, que no me vengan a decir tonterías sobre este tema, porque les doy un repaso.

Hay tíos que van de raperos y se piensan que son valientes por chutarse lo que sea, pero la droga es una mierda y sólo te lleva al hoyo o al talego

Supongo que estos líos te inspiran.

Ahora estoy en una época de mi vida en la cual vivo menos cosas como estas. Hace dos años, en estos momentos estaría con los colegas en el parque, mirando al típico yonki de siempre. Ahora, en cambio, estoy en casa haciéndome la cena. Por una parte está bien, es lo que quería cuando estaba cansado de tanta mierda, pero por otra echo de menos un poco de marroneo, el bullicio de estos colgados.

¿Por qué crees que algunos de ellos se pierden por el camino?

Hay peña que desde bien pequeña lo tiene muy jodido. Gente con un padre que es yonki o que está en el talego. Curiosamente, sin embargo, los hijos de familias de este tipo son los más tranquilos. En cambio, hay otros que podrían tenerlo todo y son unos colgados. Además, en los pueblos quizás la gente es más cerrada. En la ciudad, si te cansas de tu grupo de amigos, te buscas otro. Aquí lo más fácil es quedarte en el parque y vivir una vida de mierda.

En la ciudad, si te cansas de tu grupo de amigos, te buscas otro; aquí lo más fácil es quedarte en el parque y vivir una vida de mierda

Baya Baye sujeta el collar de uno de sus dobermans mostrando su tatuaje / Foto: Sergi Alcàzar

La música es la manera de denunciar estos escenarios.

Sólo escucho gente que me gusta más allá de la música. Casi todos los raperos y traperos cantan bien, pero lo que a mí me mola es el personaje público. Gente que no se da cuenta de ello y crea todo un movimiento.

¿Por qué hablar de otras realidades cuando puedes hablar de la tuya, no?

Sí. ¿Por qué tengo que decir nigga, si no he dicho nigga en mi puta vida? Si yo digo nigga en Montgat, me preguntarán si soy tonto.

Hay otros que hablan de putas, drogas y tiros.

Claro, y después van a casa de su madre y se comen una escudella. Corta el rollo, niño, sé más normal.

¿Te gusta algún partido?

Cada vez soy más apolítico. He votado a partidos de izquierdas, pero no sirve para nada. Todo es la misma mierda, la cuestión no es la política, son els calers. Quien los tiene, domina el mundo. El Coletas iba de progre y míranos. No pienso votar nunca más. Cuando te haces grande, te das cuenta de que eso es un circo.

Pero te mojas más que la mayoría de artistas.

No intento ser un rapero político, mi política es ir en contra de la política. No quiero ser el sonido de los independentistas. Paso. Sin querer me mojo, pero hablo de muchas otras cosas: de mi gente, mi entorno y de los problemas que tenemos. A mí me encantaría que no tuviéramos DNI y rondáramos por la montaña en pelotas. Es imposible, pero me molaría.

Aun así, te defines como independentista.

Se me hace complicado explicar qué siento con el tema de la independencia de Catalunya. No soy un tío especialmente nacionalista, una parte de mi familia es de fuera y no tengo nada en contra de ella. Mi independentismo lo entiendo como un odio hacia el estado español, un estado de mierda que nunca ha cambiado, un estado de nazis de mierda. Se murió El Bigotes y seguimos igual con sus sucesores. ¿Ahora tenemos el Gobierno más progresista de la historia y qué cojones ha hecho? Estamos igual o peor. Si Catalunya fuera independiente, seguramente diría "Viva Montgat y puta Catalunya". Siempre es lo mismo, la gente de arriba contra la de abajo. Los que tienen calers contra nosotros.

¿Y entonces por qué lo eres?

Me considero independentista porque España castiga. Yo siempre me pongo en el bando del inferior, del castigado. Si vienen a pegar a las yayas, me pongo en la primera fila. Que me peguen a mí.

Eres uno de los pocos cantantes que ha hecho referencia a los hechos de Urquinaona. ¿Qué opinas, de la cuestión de los presos políticos?

Considero que es una putada que estén metidos en la prisión. Sobre todo los Jordis, que no son ni políticos. El tema de los presos es injusto, pero no me dan tanta pena como los chavales de Alsasua, por ejemplo, que están encerrados por meter un puñetazo a un madero. ¡Son civiles, te puede pasar a ti! Un día te vacila un tío por la calle, le metes cuatro gardelas, y resulta que era un madero. Pues te comes 10 años de prisión. Por eso insisto: me considero independentista porque es un movimiento que va en contra del estado español, no de España. A mí la cultura española me gusta, no tengo nada en contra de los españoles. Hay mucha gente que da apoyo a la causa y la entiende, pero también hay otros con el cerebro lavado. Evidentemente, si uno de ellos me dice "puta Catalunya", le chafaré la cabeza.

¿Ah, te ha pasado?

En el pueblo de mi familia me han dicho "catalán de mierda". Pues el catalán de mierda no es un perroflauta y si se le va la olla, te revienta la cabeza.

Foto: Sergi Alcàzar

Otra figura que ha sufrido la represión ha sido Valtonyc.

Es una víctima más. No lo escucho, pero es un chico normal y corriente que está encerrado por una canción. ¡Y encima resulta que con la letra se quedó corto! Y el otro hijo de la gran puta está rondando por el mundo, follándose putas y robando calers. Él no irá nunca al talego porque tiene la sangre azul. Si tú haces lo que él ha hecho, te vas hacia dentro. Y si dices qué ha pasado, también. ¿Cómo se puede estar orgulloso de este país de mierda? Dices que el Rey es un ladrón —un puto superladrón— y tienes que huir. A Valtonyc le habría salido más barato haber pasado un fardo de farlopa por su barrio. Lo habrían pillado y le habrían caído los mismos años. La ley nunca ha sido igual para todo el mundo. Cuando no obedezco, mi abuela me dice "Víctor, no te conviene", y yo le respondo, "ya, abuela, pero somos unos acojonados de mierda".

A Valtonyc le habría salido más barato haber pasado un fardo de farlopa por su barrio

¿Los catalanes?

Sí, tenemos poca sangre. Estamos acostumbrados a que nos pisen y nos pisen y nos pisen y nos pisen y nos pisen y nos pisen y nos pisen. Y nosotros: paz, paz, paz, paz. Hostia puta. Después pasan cosas como las de Urquinaona y dicen que estamos locos. ¿Locos? Si eso hubiera pasado en otra región, se habría liado mucho más. Tragamos como gilipolles.

¿La violencia es la respuesta?

La violencia soluciona muchas cosas. Somos animales. Si miras un documental de la jungla, ves que sobrevive el más fuerte y el más inteligente. Pero no creo que sea el camino. A mí me encantaría vivir en un mundo de flores y violas, como los perroflautas, pero así no puedes ir por la vida. Por mucho que vayas de rastafunny, te encontrarás a un chaval más pequeño que tú y te atracará. Si vas con 1.000 euros en la cartera, algún malnacido te meterá una colleja y te los sacará. La violencia no es la respuesta, se tiene que tener seny, pero en algunos casos soluciona muchas cosas. Muchas veces no te escuchan hasta que no metes un par de cojones. Y si no mira a los vascos. Es triste, pero es así.

La violencia soluciona muchas cosas

Foto: Sergi Alcàzar

Bien, hablemos un poco de música. Creo que eres la única persona que cultiva el rap macarra en catalán.

Siempre había hecho canciones en castellano porque mi influencia era en esta lengua. El underground de Madrid, Jarfaiter, Foyone, gente de esta. No soy como estos raperos tontopollas que escuchan a todo el mundo y después dicen que no lo hacen. Mis referentes cantan en castellano, pero un día pensé "hostia puta, yo con mi familia y con muchos colegas hablo en catalán". Además, el rap en catalán que había escuchado no me gustaba nada, siempre era muy perroflauta y happyflower. O muy de tirárselas de negro de Brooklyn. Entonces decidí hacer rap en catalán para hablar sobre mi realidad.

Tu canción 'La mare kem va parí' suma más de 200.000 visualizaciones en YouTube.

Sí, Ernest (11 de Gala), me puso uno base de rap, pero el tema no tenía sangre. Los catalanes tenemos poca sangre, en Catalunya no había nadie con un par de cojones, todos eran truchillas. Por eso lo hice con uno base de reguetón, sonó bien, y lo tiramos. Normalmente mis canciones tenían unas 5.000 visitas, pero durante el año pasado La mare kem va parí sumó muchas más. El problema es que le dedico poco tiempo, no hay nadie más pasota que yo.

¿Te lo esperabas?

Sabía que tendría repercusión, pero no tanta. Soy el típico tío que hasta que no lo veo, no me doy cuenta. Al fin y al cabo, todavía me levanto a las 6 de la mañana para ir a trabajar.

¿Llegados a este punto, supongo que aspiras a vivir de la música, no?

Para mí todo sigue igual. Hay gente que con la mitad de mis seguidores se piensan que son la Lady Gaga y después hay gente como yo, que soy demasiado pasota. No me apetece escribir canciones porque normalmente las focalizo en cosas negativas, cosas que no molan mucho. Si escribo me agobio, así que puedo estar seis meses sin hacerlo. Hasta que un día me pasará alguna mierda y entonces escribiré un tema.

Hay gente que con la mitad de mis seguidores se piensan que son la Lady Gaga

No tener filtro te penaliza. ¿Eres apto para los medios?

Quizás sí, yo qué sé. Sergio Ramos es un mongolo y le han hecho un documental. Muchos dicen que no tienen filtro y después se bajan los pantalones. No quiero tenerlos, cuando canto soy yo mismo.

Tus letras son contundentes cuando hablas de la nueva escena de traperos de Catalunya. ¿Qué opinión te merecen?

No me mola la gente que sigue la moda o los estándares. Los primeros traperos no me molan, pero lo que hacen me parece bien. Lo que no me gusta es que salgan 500 chavales imitándolos. Todos son Lil Peep's o Yung Beef's. Y no, sólo tiene que haber uno. Ves a los niños de 14 años y todos son iguales, siguen el mismo patrón. No hay ni uno que se ponga a escuchar a Romeo Santos o unas habaneras.

Queda claro que tampoco te gustan los Mossos, precisamente.

Ni los Mossos, ni la Policía Nacional, ni la Policía Local, ni la Guardia Urbana. Nada. En la policía hay de todo, quiero pensar que no todos los maderos son unos hijos de puta. Ahora bien, la mayoría con los que yo me he cruzado lo son. No debe ser casualidad. También los hay que han sido buenos conmigo, pero muchos me han metido en problemas.

También haces muchas referencias sobre el Barça. Antes de acabar, haznos un balance de la situación del club.

Yo he sido del Barça toda la vida, siempre me ha gustado porque tiene una cultura detrás ligada con mi manera de pensar y con el catalanismo. El problema es que desde hace unos años todo se ha ido a tomar por el culo. Todo lo que era el Barça no vale por nada, ni Masia ni hostias. Reivindico el Barça antiguo, el de ahora no me gusta. Vas al Camp Nou a pegar cuatro gritos y encima te miran mal. ¡Y te mira mal un chino! ¡Vete a ver el Guangzhou contra tu puta madre con vinagre! Es un campo de fútbol, no el cine.

Baya Baye conduciendo su coche por Montgat / Foto: Sergi Alcàzar