Pasa estacionalmente: los modernos ven en el barrio el next big thing. Por algún motivo, cuando se llega a la treintena, con un trabajo acomodado y un Twitter con unos cuantos seguidores, se necesitan fogonazos de pantalones Nike y riñoneras para sentir que la cultura no está muerta. Que no estamos muertos.No es nada nuevo: lo popular ha vivido de ese fogonazo desde que existe… Los colonos ilustrados empezaron a venerar la música de los afrocamericanos, hasta que se quedaron el jazz. Los jamaicanos exportaron ritmos preciosos, como el ska y el reggae. Hasta que mil y una bandas italianas los destrozaron en festivales donde se servía pizza en hornos de piedra. El reggaeton hizo bailar a los clubes de todo Puerto Rico. Pero no fue hasta que J. Balvin lo llevó a Nueva York que ese mismo reggaeton tuvo estatus de música en mayúsculas. Hasta entonces, los periodistas culturales no aprobaron el perreo.
Cuando se llega a la treintena, con un trabajo acomodado y un Twitter con unos cuantos seguidores, se necesitan fogonazos de pantalones Nike y riñoneras para sentir que la cultura no está muerta
Pocas canciones y muchos tweets de apoyo
Tiene un punto bueno –tal vez buenista– todo este rollo: somos curiosos. Nos gusta ver lo que hacen otros pueblos, otras clases sociales, otras razas y otros géneros. Lo chungo es que muchas veces nos mola demasiado explicarlo también y, por tanto, apropiarnos de ello. Es dificilísimo discernir, en menos de 2.500 caracteres, cuándo la industria musical y los medios como parte de ella, visibilizan una propuesta por diferente, destacada, extraordinaria y no por exótica, desconocida o, simplemente, cool porque sí. El hype por el hype.
Nos gusta ver lo que hacen otros pueblos, otras clases sociales, otras razas y otros géneros. Lo chungo es que muchas veces nos mola demasiado explicarlo también y, por tanto, apropiarnos de ello
Es un fenómeno, el de la exaltación de lo callejero, que recientemente adoptó fuerza total con el trap. Yung Beef no nos podía parecer más trap. Pero, a su vez, también nos lo parecía Bad Gyal, ¿quién no recuerda (¡siete años han pasado ya!) el videoclip en el Raval de PAI y esa camiseta del PSG? Era pura calle. Se pegaba como ninguna otra cosa. Alba Farelo no tardó en desmarcarse de esa estética y opositar a algo más homologable a una gran estrella pop. Era calle. Pero una calle más bien de la upper Diagonal.
Bb trickz tiene unas pocas canciones, pero unos muchos tweets de apoyo
En los últimos días ha vuelto a correr por Twitter, las redes sociales que siguen usando para sentar cátedra los miembros de la industria musical, una nueva estrella en ciernes, con un videoclip también por el Raval, hablando de hartazgo juvenil y amor por el humo de los cigarros y los likes. Bb trickz tiene unas pocas canciones, pero unos muchos tweets de apoyo y unas cuantas reseñas en medios que la sitúan como lo-que-hay-que-escuchar.
Bb trickz lanzó en febrero de este año Bambi, su primer tema. Desde entonces, C. Tangana ya ha compartido uno de sus versos y entre sus seguidores en Instagram se cuentan a Rosalía o a Bizarrap. Los hay que la comparan con la americana Ice Spice. Recientemente, ha publicado su primer EP. ¿La realidad? Trickstar es una mezcla agradable de rap y virales de TikTok. Drill inofensivo y algo de swag (en temas sobre todo como Sentimental).
Trickstar es una mezcla agradable de rap y virales de TikTok. Drill inofensivo y algo de swag
Lo mejor y lo peor de la artista: las lyrics. Medio gangsta, ya muy escuchadas en la última década en lo urbano de por aquí, medio –ironía– la dura vida de una joven (es divertido el spoken word de Lo siento mamá). Todo, marinado con algo de impostura: muchos problemillas del cora y la vida (Treachory), pero con un IG inmaculado; puro mercado, colabos y marcas. Yung Beef ya se ha encargado de recordarle esto último.
Muchos problemillas del cora y la vida, pero con un IG inmaculado; puro mercado, colabos y marcas
¿Qué veracidad tiene él para calificarla de industry plant (artistas aparentemente espontáneos, pero que crea el propio sector)? Algo de lo que se mueve en Barcelona, sabe. El granaíno ha tirado a matar, por lo visto, por rencillas de la joven con ex colaboradores de Pxxr Gvng: “Es que tú estás firmá' [con una discográfica], damn/ Comerse un menú 'e Bizarrap/ No eres calle, no eres gitana/ Yo soy puro beef, tú menú de Aitana”. El rapero no engaña: Belize Kazi, así se llama Bb trickz, ha firmado su debut con Virgin Music.
El tiempo dirá si se afianza esta destrucción o dura menos que un storie
Hay algo innegable: sus primeras propuestas le han reportado reproducciones a miles. Y en breve eso, más el ruido a su alrededor, la llevará a los festivales más in de la ciudad. Aquellos, cuyos satélites, dígase Los Xavales, ya han dicho que tiene todo lo necesario para distraer a los asalariados nacidos en el Eixample: slang indescifrable para los ya millennials de la sala, un punto de irreverencia, sudacoñismo y algo de porno-extrarradio. "No era squirt, era pis", los hay que ven en estos versos lo que “destruye a los supuestos malotes del trap español”. El tiempo dirá si se afianza esta destrucción o dura menos que un storie.