En unos Premios Gaudí muy repartidos, Belén Funes ha conseguido llevarse algunos de los premios principales: los de mejor película en lengua no catalana, mejor dirección y mejor guion (compartido con el coautor, Marçal Cebrián, que también es su pareja). Es, con su ópera prima La hija de un ladrón, una de las grandes triunfadoras de la noche. Carlos Marqués-Marcet ha sido la otra estrella de la noche. Su Los días que vendrán ha obtenido los galardones en mejor película, mejor montaje y mejor actriz (a Maria Rodríguez). Se han confirmado los pronóstico: las dos películas partían como favoritas, con 13 nominaciones La hija de un ladrón y con 10 Los días que vendrán. En cambio, La inocencia, de Lucía Alemany, que estaba nominada a siete estatuillas sólo se ha llevado el premio a la mejor actriz secundaria, a Laia Marull; y El viaje de Marta, de Neus Ballús, se va de vacío pese a las cuatro nominaciones.
La gala, previsible y muy poco dinámica, ha sido producida por Dagoll Dagom, la ha dirigido Jordi Prat i Coll y la ha conducido Anna Molinero, con un gran número de actuaciones musicales. Han estado presentes el presidente del Parlament, Roger Torrent, la consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga; el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El toque más surrealista lo ha dado Albert Pla, que ha cantado "La sequia", un canto grosero a "la gran cagada del amor".
La hija de un ladrón es un drama, protagonizado por Eduard y Greta Fernández (padre e hija en la vida real), que explica las difíciles relaciones entre padres e hijos a partir de la historia de una mujer a la que la salida de su padre de la prisión estropea sus planes de vida. Una historia de mujeres fuertes que, a pesar de todo, no ha conseguido llevarse al premio a la actriz al que aspiraba Greta Fernández.
El actor vasco instalado en Catalunya Karra Elejalde se ha llevado el Gaudí a la mejor interpretación masculina por su interpretación de Miguel de Unamuno en Mientras dure la guerra, imponiéndose así a Sergi López, Eduard Fernández y David Verdaguer. O que arde, la película de Oliver Laxe sobre un pirómano en la Galicia rural, ha sido una de las más inesperadas triunfadoras de la noche, al llevarse dos galardones: el de mejor película europea y el de mejor fotografía, a Mauro Herce. Y como muchos preveían, Suc de síndria, de Irene Moray, un canto a las mujeres que superan la herida de una violación, ha conseguido el premio al mejor cortometraje.
Francesc Betriu ha recibido el Gaudí de Honor Miquel Porter a Francesc Betriu. Le ha dado el premio Lluís Homar, que había interpretado con él el Quimet de La plaza del Diamante. Homar a recordado el compromiso de Betriu "con la izquierda y con el país". El director de Sinatra o Furia española ha recibido el premio después de que Névoa interpretara La plaça del diamant, la banda musical de la película, creada por Ramon Muntaner y Joan Ollé. Ha querido dedicar el premio, entre otros, a toda la generación de cineastas que habían luchado contra el franquismo.
7 razones para huir salía con tres nominaciones, pero al fin tan sólo ha conseguido llevarse un Gaudí, eso sí, el más popular: el Premio especial del público a la mejor película. El premio a la mejor película documental ha recaído con una obra de temática ecologista: El cuarto reino. El reino de los plásticos, de Adán Aliaga y Àlex Lora. Y La catedral del mar, el telefilm de Jordi Frades basado en la obra de Ildefonso Falcones, ha conseguido la estatuilla en la mejor película para televisión.
El resto de premios han quedado muy repartidos: Quién a hierro mata ha conseguido dos estatuillas, la de mejor director de producción, a Oriol Maymó, y la de mejor actor secundario, a Enric Auquer. Elisa y Marcela, que partía con cuatro nominaciones, sólo ha podido llevarse el premio a la mejor dirección artística (que ha correspondido a Sylvia Steinbrecht). Pau Vallvé ha conseguido el galardón a la mejor música por su tarea en La vida sin Sara Amat (que partía con dos nominaciones). El hoyo, la película que tanto impresionó en Sitges y que ganó el festival de terror, sólo ha conseguido aquí el Gaudí a los mejores efectos visuales, que ha correspondido a Mario Campoy, Irene Río e Iñaki Madariaga. Dolor y gloria, de Almodóvar, partía con cinco nominaciones, pero al fin tan sólo se ha llevado el premio al mejor sonido, por la tarea de Sergio Bürmann y Marc Orts. Liberté, la película de Albert Serra, ha conseguido dos de los tres premios a los que había sido nominada: el de maquillaje y peluquería (que se han llevado Laurence Abraham Yaeger, Armande Monteiro y Antoine Mancini) y el de vestuario (que ha sido para Rosa Tharrats).