Bernat Joan, sociolingüista y profesor de secundaria, antiguo eurodiputado por ERC y ex secretario general de Política Lingüística, publica, con Esperança Marí, la Breu història de la llengua als Països Catalans (Pagès Editors), un libro que define como "una aproximación rápida, panorámica y general a la historia del catalán", destinada a un público no especializado ("no va destinada a lingüistas, filólogos ni historiadores," explica Bernat Joan). Se publica en Diversia.cat, la nueva colección de Gregal que dirige Josep Lluís Carod-Rovira.
¿De dónde surge esta iniciativa?
Josep Lluís Carod Rovira hizo una propuesta a Pagès Editors para hacer una biblioteca básica de los Països Catalans, en la que con libros cortos, de unas 150 páginas, se traten temas diversos. Carod nos encarga a Esperança Marí y a mí una historia de la lengua. Tiene un aire en la famosa colección francesa Que sais-je?, pero mientras que los libros franceses no tienen una área geográfica definida, aquí los libros giran en torno a los Països Catalans.
¿Y ya ha salido en venta?
Nuestro libro es el número 2 de la colección, y el número 1 es sobre los castells y la muixeranga. Se está preparando una breve historia del feminismo en los Països Catalans. Y también se prevé una breve historia del independentismo, a nivel de todo el territorio.
¿Qué es lo que más ha costado en la elaboración de esta obra?
Lo más difícil ha sido sintetizar las partes sobre las cuales sólo hay monografías muy espesas. Por ejemplo, es muy difícil explicar cómo evoluciona la lengua del latín al catalán. Hay monografías muy específicas sobre muchos aspectos de esta evolución, pero se hace muy difícil una visión de conjunto..
¿Qué es lo que más sorprenderá en el lector, de esta obra?
Posiblemente una de las cosas que más le sorprenderá son las diferencias entre el catalán en el Principado y en el resto de territorios. Las cosas son bastante diferentes, según zonas. Que el ámbito de la obra sea los Països Catalans permite abrir el abanico de los fenómenos que tienen que ver con la lengua y que no afectan únicamente al Principat, al País Valencià o las Illes... Hay cosas muy curiosas, como el hecho de la implantación del francés en la Catalunya Nord. Y hay hechos relevantes que se conocen poco, como que la Franja tiene el porcentaje más alto de catalanohablantes del ámbito lingüístico aunque el estatus de la lengua sea muy precario.
Es paradójico que una lengua que no sólo no tiene Estado, sino que tiene a los Estados en contra, tenga la vitalidad que tiene.
¿Qué tiene de especial la lengua catalana con respecto a de otras lenguas europeas?
El catalán tiene una cosa especial: es la lengua con más hablantes de las que no son oficiales de un Estado de la Unión Europea. Eso crea, como mínimo, una gran disfunción estadística. La mitad de las lenguas oficiales de la UE tienen menos hablantes que el catalán. Y el catalán es la única lengua europea con 9 millones de hablantes que no tiene estatus oficial. Es paradójico que una lengua que no sólo no tiene Estado, sino que tiene a los Estados en contra, tenga la vitalidad que tiene.
Como estamos habituados a tener al Estado en contra, se ha creado una resiliencia que quizás otras comunidades no tienen
En realidad, hay muchas lenguas no oficiales en la Unión Europea, a las que las cosas les han ido mucho peor...
Hay lenguas que están mucho más minorizadas, como el occitano, el bretón, el sardo... Son lenguas que hace 150 años o 200 años eran habladas por la mayoría de la población de su zona, aunque estaban en situación de disglosia, y que han acabado mucho peor que el catalán.
¿Cómo es eso?
Mi interpretación es que como históricamente estamos habituados a tener el Estado, la Corona, en contra, se ha creado una resiliencia, una capacidad de salir adelante que quizás otras comunidades no tienen. A principios del siglo XVII ya tuvimos la guerra de los segadores y queríamos crear una especie de república...
La situación es compleja, pero no es tan difícil como dicen algunos apocalípticos
Como ves la situación del catalán
La situación del catalán, en estos momentos, es muy compleja. No tenemos el instrumento básico que se tiene para asentar una lengua en todos los ámbitos, que es el Estado. Yo hice la tesis sobre cómo se han asentado algunas lenguas en el siglo XX, y todas ellas lo han hecho con la complicidad del Estado. Aquí no tenemos todos los instrumentos necesarios para normalizar plenamente la lengua. En cambio, tenemos una sociedad, una universidad y unos medios de comunicación más propios de una lengua con Estado que de una lengua sin Estado. La situación es compleja, pero no es tan difícil como dicen algunos apocalípticos. Con los instrumentos que tenemos no podemos alcanzar la posición que tiene el holandés en Holanda, y a pesar de todo no estamos en situación de desaparecer. Según cómo evolucione la historia en los próximos años veremos hacia dónde va el catalán.