Madre de Díos toda poderosa de la música electrónica, The Blessed Madonna es una de las DJ esenciales para trazar la cartografía de la cultura de club de la última década. Responsable de algunas de las sesiones más efervescentes que las caderas de medio planeta (o del planeta entero) hayan podido resistir, Marea Stamper regresa al Sónar un año después de cerrarlo con un espatarrante aluvión de rompepistas declinados con ese irresistible estilo tan suyo que mezcla como nadie house, disco, techno y pop. Este 2023 recala en el Sonar de Día para regalar al festival de música avanzada por su 30 aniversario una tarde especial en la que hace meses que viene trabajando. 

¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con el Sónar?
Mi primer Sónar fue un Sónar de día. Había oído hablar del Sonar, porque es un festival muy conocido internacionalmente, incluso en los Estados Unidos. En todo el mundo el Sónar es increíblemente conocido. Aquella primera vez me estaba abriendo camino en Europa y recuerdo aquel día como un punto de inflexión en mi carrera. Fue realmente especial. Recuerdo que me sentí muy bien, muy confiada. Aquel momento significó el inicio de esta relación tan especial que tengo con Barcelona.

Mi primer Sónar significó el inicio de esta relación tan especial que tengo con Barcelona

¿Sónar de día o Sónar de noche, esa es la cuestión?
En el Sónar de día se vive un ambiente muy especial. Los eventos diurnos, especialmente en Barcelona, son muy diferentes. Hay una energía increíble que proviene de la misma ciudad, de la gente y de la cultura. Me encanta pinchar de día, de hecho, lo prefiero a hacerlo de noche. Dicho esto, uno de los momentos más importantes de mi vida tanto como DJ como persona, fue la primera vez que cerré el Sonar de noche, que luego se convierte en un Sonar de día, porque el sol sale mientras estás acabando la sesión. Nunca, nunca olvidaré la primera vez que lo viví. De hecho, he tenido la suerte de vivirlo dos veces,

Cierto, el año pasado cerraste el festival. 
¡Fue tan especial!

Este año vuelves al Sónar, pero de día. 
Tengo preparado algo muy especial para mi sesión de este año. No puedo decir mucho al respecto. Será mi regalo de cumpleaños para el Sónar.

The Blessed Madonna estará este viernes pinchando en el Sonar de día 

¿Cómo descubriste la música electrónica?
Fue estar en el tiempo y el lugar, aunque también lo busqué. Tenía 11 o 12 años, estaba en plena preadolescencia y en la MTV aún se podían ver videoclips. Por aquel entonces la música dance era muy popular.  En casa teníamos televisión por cable y me pasaba el día mirando vídeos de gente como Crystal Waters. Incluso antes de tener una verdadera conexión cultural con la música dance, ya sentía que la amaba mucho e intentaba adentrarme en la escena. Y de pronto, un día, cuando tenía unos 14 años, escuché que iba a haber una rave como a una hora y media de donde vivía. No me lo pensé, me subí a un coche con un grupo de adolescentes y...

 Había, y sigue habiendo, un montón de mierda por limpiar. La música electrónica no se escapaba de todo lo que hemos que tenido que sufrir y lidiar las mujeres

¿En serio?
Sí, absolutamente. Y condujimos una hora y media para ir a esta rave. Éramos mi amigo Mike, que ya había estado en una antes, mi amigo Rob, mi amigo Charles y mi amigo Peter. Condujimos hasta Cincinnati. La fiesta era en un almacén que se llamaba Sonic. Justo era el año que empezaba la escuela secundaria y, fue el principio del fin para mí. Me absorbió por completo. Sentí algo que nunca antes había sentido. A partir de entonces todo lo demás se volvió secundario.

¿Sigues en contacto con este grupo de amigos?
Algunas de estas personas todavía están muy presentes en mi vida. Piensa que la escena rave de Kentucky era muy pequeña y estrecha. La mayoría de nosotros seguimos manteniendo esta relación de amistad, cuanto menos a través de las redes sociales. 

¿Te costó encontrar tu lugar en la música electrónica siendo mujer en los noventa?
La verdad es que sí. No comencé a hacer de DJ hasta, más o menos, el año 2000. Fue cuando llegué a la universidad y empecé a pinchar en la radio del campus. Las cosas eran muy diferentes, en el 2000. Ahora la presencia de mujeres en la música dance es mucho mayor, ves mujeres encabezando festivales, pero entonces no era así. No pasaba. Había algunas y eran muy populares, como DJ Irene, que era realmente grande. También estaban las chicas del colectivo SUPERJAN, que eran las residentes en del Smartbar de Chicago: DJ Heather, a la que considero una de las mejores DJ de todos los tiempos, Collette, DJ Lady D y Dayhota. Para mí fue muy, muy, muy importante verlas. Pero, aun así, había una gran colina para escalar. Había, y sigue habiendo, un montón de mierda por limpiar. La música electrónica no se escapaba de todo lo que hemos que tenido que sufrir y lidiar las mujeres. Recuerdo una situación muy desagradable estando de gira. Me pasó con un chico que ni siquiera es un mal tipo. Pero estaba extremadamente borracho y trató de arrastrarme a la habitación en la que estaba durmiendo y... Bueno, como si eso fuera algo normal. No fue algo que me marcara de forma negativa. Me deshice de él enviándole a la mierda. Pero, aunque a mí me salió bien, también soy consciente que podría haber salido muy mal. Estas situaciones pasaban y era como tirar la moneda al aire. Sí este tipo de cosas pasaban a menudo. Y, desgraciadamente, siguen pasando. 

The Blessed Madonna es una de las DJ más destacadas del circuito electrónico actual

¿Sientes cierta responsabilidad para ir abriendo camino a las DJ que vienen tras de ti?
Sí. Cada mujer que alcanza algo de repercusión en este mundo, tiene cierta obligación de convertirlo en un lugar más agradable y seguro para el resto. No puedo evitar que pasen este tipo de cosas. Pero sí dar testimonio de lo que yo he tenido que vivir. Del mismo modo que no soy más que nadie, tan solo una pequeña mota de polvo, pero si mi experiencia tiene algún impacto en otras personas, me sentiré más que agradecida por ello.

Una pequeña mota de polvo de la que dicen que es una superstar DJ. 
(Risas) No me siendo muy cómoda con la etiqueta. Me resulta algo absolutamente y completamente extraño. No tuve ningún tipo de éxito durante mucho tiempo. Un ejemplo de ello es que no tuve pasaporte hasta que cumplí los treinta y tantos. Pero creo que, justamente porque el éxito me ha llegado tan tarde, ha sido positivo en mi trayectoria. Me ha hecho ser más profesional, nunca subo a la cabina bebida o habiendo tomado alguna sustancia, no lo necesito. El reconocimiento me ha llegado en el momento justo y lo sigo viviendo con la ilusión de una niña. El otro día, por ejemplo, pinché espalda con espalda con Carl Cox, a quien no conocía.

¡No me lo creo!
Solo habíamos hablado un rato antes. Y poder hacer eso, y no hacer el ridículo, me hizo sentir realmente bien. ¡Era Carl Cox! Fue tan encantador. Como también adoro a Laurent Garnier, quien, por cierto, también tiene una relación muy especial con el Sónar. Me pasan estas cosas y a veces me cuesta creérmelo. Sí, todavía me siento como una niña. Como Laurent, que es como un niño en una tienda de dulces cuando se trata de música. Hablas con él y percibes esa energía y humanidad. Cuando sea mayor, más que una superstar DJ aspiro a ser como Laurent Garnier. 

Cuando sea mayor, más que una superstar DJ aspiro a ser como Laurent Garnier

¿La música electrónica, la cultura de club te ha ayudado a conocerte y realizarte como persona?
Absolutamente. Creo que de alguna manera me conozco a mí mismo gracias a todo lo que he vivido con la música electrónica. Me gusta interactuar con la música y tener experiencias en la pista de baile. Tal vez no debería decirlo públicamente, pero estoy muy agradecida de haber tenido experiencias tomando ácido, hongos, MDMA y otras cosas a través de la música y el baile. Ha sido una ventana para relacionarme con la gente. Como explicaba, nunca pincho bebida o drogada. De hecho, todo eso terminó antes de que empezara a pinchar. Pero haber tenido esas experiencias fue algo liberador para siempre. Fui muy afortunada de haber crecido en la escena rave del Medio Oeste de los Estados Unidos, en un momento en el que pasaron muchas cosas. Todo aquello me permitió abrir el corazón. Para mí fue un ejercicio de sanación. Por otro lado, ser una DJ reconocida, también puede ser bastante agotador, aunque hay un aprendizaje muy valioso en esa casi obligación de ir más allá de tu límite y tratar de mantenerte.
Es muy importante seguir escuchando y no aislarte emocionalmente de las personas que te rodean. Y no siempre lo hago a la perfección, pero lo intento. Hay días, cuando sales de gira, que estás en una habitación de hotel, sola, cansada. Llevas horas despierta y no consigues dormir. En esos momentos, todavía necesito encontrar una manera de conectarme con estas personas y ser vulnerable frente a ellas.

Ser DJ es como un experimento. Una terapia de exposición a todas las cosas a las que tengo miedo

Creo que es una pregunta estúpida (o tal vez no)... Pero ¿cómo te sientes cuando estás pinchando? Habrá días que no estarás en tu mejor momento, pero hay centenares o miles de personas en la pista o en el festival esperando que les regales una noche inolvidable. 
Soy muy sensible al estado de ánimo de las personas que vienen a verme. Nunca me ha pasado que se me ha vaciado una sala, pero a veces pasan cosas. Como cuando el tipo que está frente a la cabina se pone a mirar su teléfono. Mala señal. Sientes que has perdido el control. Pero todos los DJ tenemos uno de esos días. No ha habido nadie que se haya podido escapar de una noche así. Y cuando me ha pasado... Me mata. A veces solo son cinco minutos, pero la sensación es terrible. Es como si me rompieran el corazón. Es como cuando estás en una fiesta y te sientes incómoda porque no conoces a nadie. Pero cuando sale bien, alcanzas el éxtasis. Ser DJ es como un experimento. Una terapia de exposición a todas las cosas a las que tengo miedo. Tengo miedo a la soledad. Tengo miedo a la desconexión. Tengo miedo a cansarme de las cosas que me gustan. Tengo miedo de estar lejos de casa. Tengo miedo de todas esas cosas. Y todas las noches me enfrento a esta lista de cosas que temo.  Y a veces atrapas al oso, y a veces el oso te atrapa a ti