Bojos per Molière llega a TV3 con actores bien conocidos y con la intención de convertirse en una de las series más destacadas de la temporada. Seguramente por eso se estrena el 30 de enero y es la primera de las ficciones propias del 2023 anunciadas por la cadena pública en llegar a la pequeña pantalla: porque toda ella parece destinada a gustar al público. Bojos per Molière cuenta con un reparto con caras conocidas y viejas glorias de la casa, localizaciones conocidas por la mayoría y una historia que gira en torno al Institut del Teatre de los años 90 y que ha surgido de la imaginación de Héctor Lozano, creador de Merlí. La nueva serie de TV3 tendrá un total de 8 capítulos y una trama diferente cada lunes que interpretarán nombres propios como Elisabet Casanovas, Albert Salazar o Pere Arquillué. ¿Qué podemos esperar de Bojos per Molière, la serie juvenil más esperada de TV3?
¿Quiénes son los actores de Bojos per Molière? De Elisabet Casanovas a Albert Salazar, todo el reparto
Uno de los grandes aciertos de Bojos per Molière es haber compaginado la apuesta de algunos artistas reconocidos con la aparición de caras nuevas. El peso de la trama recaerá en el grupo de seis alumnos que empezarán su formación en el Institut del Teatre. Elisabet Casanovas, conocida por sus papeles en series como Merlí, Drama, L'última nit del karaoke o La ruta, esta última en Atresplayer, o en el cine con Chavalas, es el rostro de una propuesta que aspira a convertirse en uno de los nuevos fenómenos de la pública catalana. Casanovas interpreta el papel de Kàtia, una joven de 25 años independiente que se presenta a las pruebas de acceso del Institut del Teatre mientras está acabando la carrera de Veterinaria. Hará tándem con Ferran, interpretado por Albert Salazar y que tendrá que luchar en la serie contra el estigma de ser el hijo de uno de los mejores actores del panorama teatral del momento. Salazar empezó a trabajar en el teatro, donde ha recogido galardones en los Premios Max y en los Premios Fugaz, y despuntó en la televisión haciendo de Marçal en La Riera, aunque después saltó a la propuesta de Prime Video El internado: Las cumbres.
Alejandro Bordanove se estrena en el mundo audiovisual como protagonista en TV3
También del teatro sale Alejandro Bordanove, que se estrena como protagonista en el mundo audiovisual con Bojos per Molière a pesar de haber aparecido en algún capítulo de Com si fos ahir. En el estreno de TV3 hará de Rem, el personaje rebelde, solitario, atrevido y soñador que se tiene que enfrentar a una familia que no acepta su vocación artística. Un poco lo mismo que le pasa al Eloi. Este personaje, que interpreta Ferran Rull, también con experiencia en televisión, no le dice a su familia conservadora que ha hecho las pruebas para entrar en el Institut del Teatre y también esconde que es homosexual. Cierran el reparto principal Martina Roura y Marc Balaguer, Júlia y Víctor en la ficción; ella interpreta la ambición y la perseverancia, mientras que él lidera el papel del cómico del grupo. A Balaguer lo vimos nacer como actor en Pulseras rojas, y después ha hecho trabajos en televisión (Todos mienten) y en el cine (100 metros, Las leyes de la frontera), mientras que Roura también ha desarrollado una carrera transversal: en televisión (Com si fos ahir, Nosotros), cine (Summer hit) y en varias obras de teatro.
Entre el reparto de la serie también destacan colaboraciones especiales de nombres propios consagrados de la escena catalana, como Pere Arquillué o Jordi Martínez, que hacen de padre de Ferran —y actor reconocido— uno y de director del Institut el otro. Otros actores que forman el claustro de profesores son Carme Pla, Jordi Vidal, Guillem Balart, Àlbar Triai, Sandra Monclús, Fina Rius y Boris Ruiz, y también se ha contado con otros nombres ya ilustres de la cadena pública para dar vida a papeles secundarios, como Rosa Gàmiz, Albert Ribalta o David Selvas.
Sinopsis y capítulos de Bojos per Molière
El próximo lunes 30 de enero a las 22.05h se abrirán las puertas del Institut del Teatre por primera vez en TV3 con el estreno de los dos primeros capítulos de Bojos por Molière. Será una presentación de todos los personajes, de sus casuísticas y de sus quebraderos de cabeza individuales, con la pasión por el teatro y el mundo artístico como columna vertebral. Durante los 8 capítulos que dura la primera temporada, los personajes evolucionarán y se irán tejiendo entre ellos relaciones en un contexto histórico diferente, justo antes del cambio de milenio y con un contexto sociocultural determinado que también formará parte de la trama. Grabada en la antigua sede de la institución, en la calle Sant Pere Més Baix, Bojos per Molière está a punto de colarse en nuestra casa y convertirse en una nueva serie de referencia.
-
Crítica del capítulo 1 — Bojos per Molière o cómo enseñar a los 'zetas' a soñar con el futuro
El primer capítulo de Bojos per Molière es toda una declaración de intenciones. Los ingredientes –las buenas interpretaciones, las tramas o los temas universales que trata– no transgreden al típico argumento de instituto, pero sí reflejan las ganas de aportar y enseñar algo a la audiencia. Un acierto es haber recreado la serie en un contexto sociopolítico distinto al actual, haciendo que los jóvenes de la actualidad puedan ver y empatizar con otros conflictos.
-
Crítica del capítulo 2 — Bojos per Molière y el síndrome del impostor que sufre TV3
Aunque el argumento general ya empieza a andar, el segundo capítulo de Bojos per por Molière sigue sin captar la atención de la audiencia. Las tramas no enganchan y los personajes no tienen una personalidad suficientemente atractiva. Hay buenas interpretaciones, otras quedan algo sobreactuadas, pero la propuesta parece no terminar de funcionar porque TV3 no se cree en sus propias cartas.
-
Crítica del capítulo 3 — La sobreactuación y la banalidad del teatro en Bojos per Molière
La fórmula de metateatro que utiliza Bojos per Molière no acaba de funcionar. La serie pretende recrear la fiebre teatral en la pequeña pantalla de un modo fidedigno pero acaba haciendo una parodia torpe que deja el arte del teatro a la altura del betún, con escenas bastante banales e interpretaciones absolutamente sobreactuadas que hacen más mal bien a una idea loable. El tercer capítulo de Bojos per Molière es un poco más de lo mismo.