A finales de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el general De Gaulle ordenó una operación militar sin haberlo consultado previamente con sus aliados. Aquella iniciativa provocaría una crisis de confianza entre De Gaulle y Roosevelt, los representantes de las dos potencias implicadas en aquella disputa, que amenazaría con la ruptura del bando aliado occidental y pondría en riesgo la victoria aliada contra Hitler.