Después de la tormenta de las cancelaciones a última hora, parece que llega la calma, y Bruce Springsteen pisó Madrid con su The E Street Band para demostrar que todavía le queda cuerda. Tras varios días de reposo por prescripción médica por motivos de garganta, y la anulación de los shows de Marsella, Milán y Praga, más de 55.000 personas vibraron con un Boss que cada vez es más consciente de los estragos del tiempo, pero que no se resiste a dejar de ser el guía de todos aquellos seguidores que le rezan desde hace años. El primer concierto de los tres programados en el Metropolitano se saldó con un sonoro sold out, igual que el resto, que acabará agrupando a un total de 165.000 personas, y visitando la ciudad madrileña después de 8 años, pandemia y doble concierto en Barcelona entremedio. Este chute de tres días será el último eslabón para confirmar que la capital catalana volverá a tener al artista estadounidense a sus pies.

🔴 Bruce Springsteen en Barcelona, DIRECTO | Canciones y última hora del concierto en el Estadio Olímpico
 

Springsteen tiene ya 74 años —la misma quinta que la mayoría del resto de la banda—, pero sus conciertos siguen rozando las 3 horas de duración. Volvió a demostrarlo en la capital madrileña, firmando un repertorio retrospectivo y apostando también por algunos temas de su último disco, Letter to you. El espectáculo arrancó unos 20 minutos tarde y con una acústica problemática, pero no afectó a la euforia del público. El Boss salió enfundado en chaleco, corbata y camisa remangada, como desmintiendo sus años con un porte ajeno al paso del tiempo. Al grito en español de "Hola, Madrid, ¿estáis preparados?", arrancó el concierto entre la vibra álgida de Lonesome Day, seguida de No surrender Ghosts

Ricardo Rubio / Europa Press

Estrechando manos con sus seguidores, Darlington County supuso un pequeño hito de emoción añadida en la primera hora que mantuvo al versionar el clásico de John Fogerty, Rocking All Over The World, entre arengas en español ("¡Más alto!"), algo que no hizo falta justo después con el primero de los grandes éxitos de la velada, Hungry Heart. La energía era ya contagiosa al emprender el segundo tercio del concierto. Incluso el sonido resultaba más preciso y a un tema reciente como I Was The Priest le sacó a Steve Van Zandt un coleo de guitarras a la altura de los grandes temas. También sonaron The River, Last Man Standing, Because the Night, Wrecking Ball, The Rising, Badlands, Thunder Road y las que no pueden faltar nunca, Born to Run o Dancing in the dark, para finalizar la velada con I'll See You In My Dreams. Madrid todavía acogerá un par de conciertos más, el 14 y el 17 de junio, para después viajar a Barcelona por segundo año consecutivo. Si todo va como tiene que ir, actuará en el Estadi Olímpic los días 20 y 22 de junio, volviendo a ratificar su idilio con la capital catalana.