Con Bruja Escarlata y Visión, Marvel abre oficialmente una de sus apuestas más ambiciosas: expandir a las series su universo cinematográfico. A partir de ahora, los hechos que se expliquen en sus series para la plataforma de Disney estarán estrechamente conectados con lo que pase en las películas, una estrategia que permite hacer justicia a personajes que hasta ahora se han tenido que conformar con papeles más secundarios que en los cómics (que sería el caso que nos ocupa) e introducir algunos que no han alcanzado el grado de popularidad que se merecen.

Bruja Escarlata y Visión parte de una idea realmente atrevida y que juega a dar la vuelta a todo lo que hemos visto hasta ahora. Primero, porque los protagonistas están juntos y eso ya es sorprendente (quien haya visto la saga Avengers ya sabe por dónde van los tiros) y después porque viven atrapados en una sitcom en blanco y negro. Los primeros compases de la serie, pues, son la reproducción del estilo de una comedia televisiva que ya no se hace, con los dos superhéroes viviendo un idilio doméstico lleno de risas enlatadas. Pero poco a poco descubrimos, ellos y nosotros, que alguna cosa no cuadra. Y es esta estructura propia de La dimensión desconocida lo que convierte esta serie en una experiencia muy recomendable, ya que aparca cualquier convencionalismo para dotar la narración de una identidad adecuada a las características de la pareja protagonista.

Bruja Escarlata y Visión deslumbra por su manera de romper las expectativas del espectador. Pero más que por la estética de pesadilla residencial, que también, acaba enganchando por la sutil incorporación de elementos que van revelando el truco de la función. Los mejores, los que juegan abiertamente con la forma narrativa: el impagable momento, por ejemplo, en qué una situación se rebobina para que pueda transcurrir tal como alguien ha planificado que pase. O la magnífica escena en que se conectan las resonancias de la vida pasada con una trágica muerte que sucedía enAvengers: la era de Ultrón.

Bruja Escarlata y Visión / Disney+

Es verdad que la serie tiene problemas de autonomía, en el sentido que tienes que estar inmerso en los mundos de Marvel para entender buena parte de sus referencias, pero también lo es que rompe este falso mito según el cual las producciones de Marvel pecan de uniformidad y falta de alma. Ayuda, por descontado, la excelente factura de producción, incluida la banda sonora de Christophe Beck, y el carisma de Elizabeth Olsen y Paul Bettany, que se lo pasan tan bien como nosotros con el experimento. Ahora el gran reto es ver cómo la expansión de este universo sabe encajar todas las piezas. Todas las series que se tienen que estrenar en los próximos meses serán (o tienen que ser) muy diferentes y la convivencia entre relatos seriales es incluso más compleja que la de las películas. Bruja Escarlata y Visión consigue, de momento, que la confianza en Marvel y sus decisiones creativas sea total. Y después de tantos años, tiene mucho mérito.