En esta casa se celebra la canción del verano más que el propio verano. Es un género ineludible que, afortunadamente, se ha desestacionalizado; cosas del cambio climático. ¿O no serán temones en todas las discos el Supernova de Saiko o el Where she goes de Bad Bunny? Y salieron hace semanas, pero las escucharemos hasta la saciedad. Porque la canción del verano es repetición. Y estribillo, ritmo, vergüenza ajena y, claro,, nostalgia.
Hacer una buena canción del verano no es sencillo. Sobre todo, porque la nostalgia no se falsea
La nostalgia no se falsea
Hacer una buena canción del verano no es sencillo. Sobre todo, porque la nostalgia no se falsea. El gusanillo que te conecta con un primer –segundo o tercer– amor, con esas fiestas idealizadas de noches cortas y calurosas, con la sal que todavía puedes sentir en el labio de un baño furtivo en la playa los días de esplai, como una cuba, mientras los monitores duermen. No hay nada de eso en El món de veritat que proponen Búhos y Juan Magán.
El extraño experimento, que ha llevado a Magán a lanzarse al catalán, es un tema que da vergüenza ajena, sí, pero no especialmente porque se haya facturado como canción del verano
El extraño experimento, que ha llevado a Magán a lanzarse al catalán, es un tema que da vergüenza ajena, sí, pero no especialmente porque se haya facturado como canción del verano. La base es impropia del productor de Badalona, mucho más acostumbrado a los ritmos latinos y que aquí se embruja por Búhos, acercándose al EDM más batallero. El estribillo, un teclado-bucles y “oh, oh, oh”, no tarda ni veinte segundos en aparecer.
La letra, un intento de retratar las relaciones que establecemos a través de las pantallas y una apología por verse in situ es ventajista y… carca
EDM sin cora
La letra, un intento de retratar las relaciones que establecemos a través de las pantallas y una apología por verse in situ es ventajista y… carca. ¿En 2023 estamos pidiendo eliminar barreras del online? ¿Y lo pedimos con esa voz rota y acarajillada de Búhos? Por suerte, el productor de Badalona canta una estrofa con algo más de voluntad melódica.
Se han conjurado para lanzar la canción del verano perfecta y se han olvidado que, para que funcione, hay que destacar en alguno de los aspectos citados
Canciones del verano no faltarán. Porque sí pasa en el ritmazo asesino de Chulo de Bad Gyal, Young Miko y Tokischa. Por supuesto, en el bellaqueo pegadizo y sensiblón de Rauw Alejandro en la última sesión de Bizarrap. Claro, en la nostálgica de las nostálgicas, Sexo en la playa de Amaia y Alizzz. Incluso es más veraniega, más fresquita, la última de Maria Jaume (Lo que romp es coret). El Canijo de Judeline. Y, por supuesto, reina del calor y del año entero, Rosalía, Tuya. Te gusto más que un primer día de verano.
La industry plant –vaya por delante, qué de malo tiene una industry plant si son el eje de las canciones del verano– no cumple con ninguna de las premisas: ni estribillo, ni ritmo, ni el sonrojo que provoca bailar Coyote Dax, ni, por supuesto, nostalgia. Se han conjurado para lanzar la canción del verano perfecta y se han olvidado que, para que funcione, hay que destacar en alguno de los aspectos citados. El EDM sin corazón no cabe en la fórmula.