L’Antic Teatre se ha caracterizado por ser un espacio singular. Una sala para exhibir todo tipo de performances. El único escenario en la ciudad de Barcelona en el cual se muestra todo aquello que elude cualquier convención. CAÍN loops i did it again es el espectáculo que se representará a partir de hoy y se podrá ver hasta el domingo, cuatro funciones enmarcadas dentro del programa del festival Grec. Un proyecto que ha evolucionado durante dos años y se ha podido ver en Figureres, Valencia e, incluso, Chile. Sus perpetradores, los miembros de, tal como les gusta autodenominarse, equipo de Nina Orsini forman parte del programa de residencias de la Nave Ivanow y eso les ha permitido encadenar exhibiciones y residencias en otras ciudades. Una compañía joven en la que sus integrantes: Rita Capella i Margarit, Quim Palmada, Belda Enric Lizano y Eduard Olesti (dramaturgo de este espectáculo y reconocido poeta que ha ganado el Premio Amadeu Oller y el Premio Ausiàs March de poesía que este viernes 5 de julio recitará en el Festival Poesía y +) han despuntado individualmente y que ahora presentan su primera aventura colectiva.

Entrevista Nina Orsini y Eduard Olesti / Foto: Carlos Baglietto
Quim Palmada, Rita Capella, Belda Enric y Eduard Olesti / Foto: Carlos Baglietto

Un espectáculo, de qué también participan los Iaioflautes Èric Manchia Benito y Marta Pérez Torne, que, naciendo de varias premisas, ha evolucionado hasta convertirse en una historia neotrash que tiene como protagonista la figura de Caín. Una propuesta de escena híbrida (perfomance, danza, teatro...) con un título que resuena a Britney Spears, en la que cuerpo y movimiento sirven para hablar sobre conceptos como la frustración, la soledad, la creación o las bebidas energéticas. La compañía utiliza el mito con el fin de explorar la relación entre la ancestralidad, entendiéndola como la tragedia, el teatro y la repetición, y una contemporaneidad expresada mediante la performance. Los de la Nina, tratarán de derribar aquella quinta pared que tenemos en frente en una propuesta que hace burla de la autoficción, que enaltece la condición del teatro como escaparate de las miserias humanas y que utiliza la violencia como manera de denunciar el aburguesamiento de los escenarios de nuestro contexto cultural. El mal es el elemento que estructura el mundo, y el dolor es su bastón, así que los dos se hacen evidentes en escena. ¿Cómo responder a la violencia si no es con más violencia? Esta es la pregunta que sobrevuela sobre un montaje que para explicarse utiliza un sinfín de referencias cristianas: desde la figura de Caín que da título al montaje hasta una lavadora que parece tener estigmas. ¿Y si ponemos en cuestión la figura de un Jahvé que nos convierte a todos y a todas, para ser hijos de Caín, en asesinos?

Antes de pasar a hablar con los protagonistas del espectáculo, hay que señalar que la supervivencia del Antic Teatre todavía está en duda. Después del anuncio de Ada Colau hace poco más de un año, todavía siendo alcaldesa, de garantizar la continuidad, no se conocen más detalles. El actual gobierno municipal no ha resuelto cuál será la fórmula con la cual se garantizará el futuro del equipamiento. Una espera que se vive con incertidumbre desde dentro.

¿Cómo se crea una pieza en colectivo?
Eduard Olesti: Aunque hay un texto, no se ha elaborado previamente. Todo ha ido conjuntamente. En un momento concreto decidimos que queríamos a un actor que pusiera el cuerpo. Y este fue Enric.
Rita Capella: Este proyecto salió de una charla entre Eduard y Quim. Lo que teníamos claro desde un inicio era que queríamos narrar la historia de un personaje que atravesaba un viaje.
Quim Palmada: Partimos de un proyecto previo en el cual la idea de las violencias de la cotidianidad, concretadas en una lavadora, era fundamental. Superamos la lavadora, pero no la olvidamos, y por eso incluimos a un actor.

Queríamos problematizar la idea de que el teatro siempre se repite. Eso nos llevó a la Biblia, quiso desarrollar una narración convencional

Entrevista Nina Orsini y Eduard Olesti / Foto: Carlos Baglietto
Entrevistamos a los protagonistas del espectáculo CAÍN loops i did it again / Foto: Carlos Baglietto

¿Cómo llegáis, sin embargo, a Caín? ¿Qué os motiva hablar de esta figura?
E.O: Queríamos hablar de la idea del fracaso, pero también de la soledad y de la culpa. También queríamos problematizar la idea de que el teatro siempre se repite. Eso nos llevó a la Biblia, sin querer desarrollar una narración convencional. Queríamos explorar a un personaje.
R.C: Un personaje que también podíamos ser nosotros. La idea del círculo constante, la idea que todo lo que se repite es también una idea propositiva.
Q.P: Queríamos mezclar muchas cosas diferentes. Muchos lenguajes. Y por eso nos hizo falta un actor.
Belda Enric: Yo me incorporé más tarde. Los conocí en el Institut del Teatre. Yo llegué con una estructura muy clara y me adapté al estilo. Me adentré a la coherencia del espectáculo, que pasa por muchos lenguajes, pero siempre acaba llegando a una misma coherencia.

¿Cuando se habla de performance, qué entendéis vosotros?
E.O: Tú ves a un personaje que negocia con el público porque tiene que explicar su historia. Eso abre muchas preguntas. Nos interesaba la idea de que Caín se nos aparezca y quiera hacer una performance. Es decir, es entenderlo a diferentes niveles, no tanto que Enric hoy nos hará una performance, porque eso creíamos que tenía muy poco interés.
Q.P: ¡Es una pieza muy divertida!
R.C: Caín ha pretendido un juego divertido. También hay un juego de poder.
B.E: "Ahora que ha venido el público os explicaré todo lo que quiero deciros". El personaje os vomitará sus miserias.
E.O: En la obra se repite mucho la frase "que alguien aplauda mi dolor".

Sois residentes de la Nau Ivanow, que es uno de los pocos espacios que acoge residencias. ¿Cómo os han ayudado?
R.C: En todo. Además, este Grec ha programado tres propuestas más que salen de una residencia de la Nau. Nosotros, pero también la Fundación Mis Bragas, que estarán en el Espai Lliure y la creación de Montse Isla, que estará en el Mercat de les Flors.
E.O: No solo para tener un lugar donde ensayar. La Nau Ivanow nos ha acompañado en todo momento. Incluso en cuestiones jurídicas y legales. También para encontrar todas las otras ayudas para hacer el espectáculo. Y finalmente presentar un proyecto que hace casi dos años que funciona.

L'Antic siempre tiene claro qué ofrecer, es una de las programaciones más claras de la ciudad. Porque tiene mucha libertad y ha sido un referente de lo que nosotros queremos hacer

Entrevista Nina Orsini y Eduard Olesti / Foto: Carlos Baglietto
CAÍN loops i did it again se representa desde hoy y hasta el domingo en L'Antic Teatre / Foto: Carlos Baglietto

¿Me imagino, sin embargo, que con unas condiciones económicas que os distancian del resto de propuestas del Grec?
E.O: Gracias a la residencia nos han enviado a los cuatro a Chile, con un programa de residencia internacional que es un gran qué. Allí hemos conocido a mucha gente con la que estamos intentando crear una gran red. Hemos encontrado las complicidades y las formas de entender su ecosistema. Y aprendes de una realidad que, evidentemente, no es la de grandes producciones.
Q.P: Yo soy muy seguidor, creo que todos lo somos, de la programación del Antic. Sabes qué puedes encontrar y con qué recursos.
R.C: Sí, el Antic no falla.
E.O: El Antic siempre tiene claro qué ofrecer, es una de las programaciones más claras de la ciudad. Porque tiene mucha libertad y ha sido un referente de lo que nosotros queremos hacer.