Agacharse para entrar dentro de una instalación o seguir los movimientos corporales de un bailarín obligan a "abandonar la comodidad" que el visitante de una exposición de arte acostumbra a mostrar. Repensar la gestualidad, la interpretación y reacción ante una obra contemporánea es el objetivo del proyecto On som. On podríem ser que se podrá ver en el CaixaForum desde este jueves y hasta el 21 de junio.

Una quincena de obras de artistas como Joan Brossa, Cindy Sherman, Mike Kelley, Pedro G. Romero, Andrea Fraser, Alex Reynolds o Mona Hatoum invitan al espectador a "ser parte mucho activa" dentro de la exposición. "El visitante tiene que activar las obras con su mirada y presencia", ha dicho este miércoles en la ACN a la comisaria de la muestra, Diana Guijarro.

Piezas de fotografía, vídeo, instalación, escultura y obra gráfica procedentes de las colecciones de La Caixa y del MACBA conviven en un mismo espacio y se abren a las interpretaciones libres del visitante. "Todas las disciplinas pueden convivir y los mensajes se pueden cruzar", asegura la comisaria, Diana Guijarro.

El epicentro de la propuesta es una instalación de grandes dimensiones que ocupa el centro de la sala, obra del artista norteamericano Mike Kelley, y que invita al visitante a agacharse para entrar dentro físicamente. 'La trayectoria de la luz en la caverna de Platón' obliga, pues, a cambiar de postura corporal y a abandonar la posición pasiva delante de una pieza.

'La trayectoria de la luz en la caverna de Platón' de Mike Kelley / caixaforum.es

Una de las otras obras más visibles de la exposición es la instalación 'Hogar móvil' de Mona Hatoum, un conjunto de objetos de la vida cotidiana que se mueven constantemente y que funcionan como metáfora del exilio y el desplazamiento.

'Hogar móvil' de Mona Hatoum / caixaforum.es

Algunas piezas, como la poesía visual de Joan Brossa o su poema-objeto 'Perfil' (1989), piden al espectador "una interpretación más visual con una poética de los objetos", y otros, como las propuestas de Andrea Fraser o Alex Reynolds, no tienen una narrativa cerrada "sino que obligan al espectador a repensar la exposición".

"Normalmente las personas nos comportamos de manera muy determinada, y eso trae escondido unos condicionantes culturales y sociales", explica la responsable de la muestra. La razón de seleccionar estas piezas es que pueden hacer cuestionar la gestualidad que las personas adoptan cuando entran en un espacio como la sala de un museo.

Instrucciones para interaccionar

La exposición cuestiona, pues, la posición del espectador ante estas obras y lo insta a participar de manera activa, ya sea con interpretaciones nuevas o con su actitud corporal. Es por eso que en la entrada se ofrece unfolletín de instrucciones inspirado en una actividad que el pintor Allan Kaprow planteó en 1976, en qué se brindan unas propuestas para interaccionar con el resto de visitantes y con las obras.

"Cerrad el ojos durante siete segundos y aguantaos la respiración. Abridlos y respirad profundamente", dice una indicación, y acaba con: "Preguntaos dónde iréis cuando salís de aquí. Cuando llegáis a casa, volvéis a pensar en la exposición. Le habréis regalado una pizca más de tiempo", dice el folletín. "Sería ideal que los espectadores lo hicieran, pero también pueden llevárselo a casa y al volver a leerlo están llevando la exposición a otros lugares", argumenta Guijarro.

El proyecto forma parte de la Convocatoria de Comissariat del Programa de Soporte de Creación Artística de La Caixa, que ofrece a profesionales emergentes hacer un comisariado con obras del MACBA y La Caixa.