Se ha presentado en Barcelona CampusRom, la Red Universitaria Gitana de Catalunya. Se trata de una iniciativa que parte de jóvenes gitanos para ampliar la presencia de gitanos en la universidad y para mejorar sus resultados académicos. El acto se ha celebrado en la sede del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia de la Generalitat de Catalunya, que ha mostrado su apoyo a la nueva red.
Los gitanos y la enseñanza
Entre la población gitana española, según los últimos datos disponibles, hay un analfabetismo del 13-14 %, y el analfabetismo funcional podría ser muy superior. Los datos de Catalunya son mejores que los del Estado español, pero todavía son preocupantes. Lo más grave es que no sólo es un problema de las personas mayores. También muchos jóvenes gitanos tienen un nivel educativo ínfimo. Casi todos los gitanos van ahora a la escuela: en el 2007 sólo un 3,9% de los gitanos de 16 a 19 años no habían pasado por la escuela, y el porcentaje tendía a reducirse (no se dispone de datos más actualizados). Fernando Macías, un miembro de CampusRom adscrito a la Universidad de Barcelona, apunta que aunque en los últimos tiempos muchos gitanos acaban la enseñanza obligatoria, en realidad salen de la escuela con pocos conocimientos, porque muchos han pasado por unidades segregadas donde se les imparte un currículum simplificado, que no da los conocimientos básicos para acceder a la universidad. Así pues, que casi un 100% de los jóvenes acaben actualmente los estudios básicos no supone que su nivel les permita acceder a estudios superiores.
Las mujeres, peor
Los niveles de analfabetismo y de fracaso en los estudios se disparan entre las mujeres gitanas, en buena parte porque las familias las requieren para hacer trabajos domésticos. A los 16 años hay un 48,6% de las gitanas que se han sacado la ESO, frente al 36,4% de los hombres. El nivel de interrupción de los estudios obligatorios entre las mujeres se da, pues, a partir de cierta edad. Si en las edades inferiores el nivel de aprovechamiento de los estudios entre las mujeres gitanas es mejor que el de los hombres, a partir de la adolescencia cae en picado, y son muy pocas las mujeres gitanas que consiguen acceder a la universidad. Jelen Amador, una joven licenciada en derecho y doctorada en sociología, miembro de la coordinación de CampusRom, ha apuntado que en Europa sólo el 3% de las chicas gitanas acaban la secundaria, frente al 63% por término medio de las chicas europeas. Eso, para ella, acaba derivando en la triple marginación de la mujer gitana: como mujer, como gitana, y como subcalificada en el mundo laboral.
La universidad, inaccesible
Según un estudio del CIS, sólo el 1,6 % de los gitanos españoles mayores de 20 años estudia (otros datos apuntan a que sólo estudia el 2,6% de los gitanos entre 18 y 24 años). Y es probable que muchos de estos no cursen estudios universitarios, sino que cursen con retraso estudios de niveles inferiores. Según CampusRom, sólo 7 de cada mil gitanos llegan a la universidad, frente a 400 de cada mil no gitanos. Los problemas son múltiples: por una parte hay dificultades en varias asignaturas: una de ellas el catalán. Aunque en teoría casi todos los gitanos de Catalunya han pasado por escuelas con inmersión lingüística, en realidad en algunos sitios no han cumplido el currículum y tienen problemas con el catalán. Pero también hay dificultades con otras asignaturas, ya que han cursado niveles muy bajos. Y son poco los gitanos que abandonan los estudios y que los reprenden años más tarde (aunque las mujeres tienen más tendencia que los hombres a ponerse a estudiar cuándo ya son mayores). Pero una vez están en la universidad también hay problemas para que los gitanos puedan triunfar: el nivel de abandono es bastante alto.
CampusRom
CampusRom nació a partir de una iniciativa previa de apoyo a los gitanos que querían presentarse a las pruebas de acceso de mayores de 25 años de la universidad. Se fue articulando como una red de intercambio para ayudar a los gitanos a superar las dificultades para entrar en la universidad: se les hacían cursos de catalán, se les ayudaba a preparar las pruebas de acceso, se les asesoraba sobre cómo pedir becas, se les orientaba sobre cómo trabajar en la universidad... Todo eso mediante el trabajo voluntario de los miembros de la red. Ahora, CampusRom ha querido institucionalizarse, pero seguirá funcionando como una red de soporte mutuo, articulando grupos de trabajo, preparando tutorías, ayudando en los trámites...
El problema de los referentes
Los estudios sobre la interrupción de los estudios entre los gitanos destacan que a menudo los jóvenes dejan los estudios porque quieren ponerse a estudiar o porque no les gusta o "se aburren". Fernando Amador destaca que, aparte de la discriminación históricamente sufrida por el pueblo gitano, también hay un problema de falta de referentes: muchos chicos gitanos no tienen gente en su entorno con estudios superiores y no encuentran ningún modelo en este sentido. Asegura que, basándose en la experiencia de otros colectivos, el ingreso en la universidad de algunos miembros tiene un inmediato efecto llamada y estimula los estudios de mucha más gente. Y asegura que, en Catalunya, ya se ha visto que los hijos de los gitanos mayores de edad que estudian para ir a la universidad han incrementado su motivación para los estudios. Por eso, CampusRom organiza charlas de licenciados gitanos en institutos con mucho alumnado gitano, para que les sirva de motivación. Las estadísticas les dan la razón: entre los gitanos los hijos de padres con mayor nivel de estudios también tienen tendencia a alcanzar los mejores niveles académicos.
La Generalitat y CampusRom
Han asistido a la presentación de CampusRom el secretario de Asuntos Sociales y Familias, Francesc Iglesias, el responsable del Programa del Pueblo Gitano, Ramon Vílchez y el director general de Acción Cívica, Bernat Valls. Han felicitado la iniciativa de la red y han destacado que el gobierno catalán quiere darles apoyo. Francesc Iglesias ha acabado con una cita de Leonardo da Vinci: "El placer más noble es el gozo de comprender". Pese a todo, no deja de ser sintomático que el apoyo a esta iniciativa no parta del Departament d'Ensenyaments ni d'Universitats, sino de Benestar Social. Parece ser que cualquier asunto relativo a la comunidad gitana deba estar vinculado a Benestar Social y que las universidades no deban preocuparse por la inclusión de los gitanos en su seno.