La lacra de la violencia machista no tiene fronteras. Llega a todos los rincones de nuestra sociedad y la música no es una excepción. Si bien es cierto que ahora hay más conciencia social hacia los derechos de las mujeres, durante años hemos estado creciendo y construyéndonos con referentes musicales tóxicos. Solo hay que hacer un poco de memoria para recordar canciones en que las mujeres eran percibidas como mercancías, en qué se normalizaba o se justificaba la violencia de género o en qué simplemente reinaba la misoginia. Esto es lo que repasamos hoy en Retrovisor Pop.
@elnacionalcat 🟣🟡 3 cançons amb lletres dures que segur que has cantat a ple pulmó (I)🎤 La xacra de la violència masclista no té fronteres. Arriba a tots els racons de la nostra societat i la música no n’és una excepció. Només cal fer una mica de memòria per recordar cançons en què les dones eren percebudes com a mercaderies, en què es normalitzava o es justificava la violència de gènere o en què simplement hi regnava la misogínia. Tens més exemples? Deixa-les als comentaris ⬇️▶️ No et perdis aquest nou vídeo on la @gambineando i l’@albadomingo___ revisen la cultura pop que hem consumit els millennials als anys 90’ i 00’s#elnacionalcat #revers #retrovisorpop #90s #00s #masclisme #cançons #música ♬ original sound - El Nacional.cat
Uno de los casos más flagrantes es el del tema Propuesta indecente, de Romeo Santos. A pesar de tratarse de un gran hit que todos hemos bailado enganchados a las caderas de alguien, la letra relata la violación encubierta de una chica. Conceptos como "robar besos", "faltar al respeto y culpar el alcohol" o "poner en juego" el cuerpo de una mujer son claramente violencia de género, que se intenta camuflar como seducción.
Una aventura es más divertida si huele a peligro. Si te invito a una copa y me acerco a tu boca. Si te robo un besito, a ver, ¿te enojas conmigo? (...) Si te falto el respeto y luego culpo al alcohol. Si levanto tu falda, ¿me darías el derecho a medir tu sensatez? Poner en juego tu cuerpo.
Pero no es ninguna novedad que Romeo Santos normalice y banalice la violencia machista. De hecho, es todo un experto. Entre todas sus canciones podemos encontrar muchos ejemplos. En Perjurio relata la violación a una chica de 18 años ("Soy un ladrón sin robar ningún objeto. Violé tu piel y tu nobleza, lo más puro, por una noche de placer. Me aproveché de tu inocencia, disfruté de tu pureza.Te quité lo más valioso, Dios me quiera perdonar. Te engatusé hasta llevarte a la cama. Saltando tu virginidad. Sé que me vas a odiar. Juro, no fue personal. Deseaba probar de tu cuerpo. Caíste en mi trampa, antojo sexual”) y en Eras mía se encarga de dejarle claro a la expareja que es de su propiedad y que puede hacer lo que quiera con ella ("No te asombres si una noche entro a tu cuarto y nuevamente te hago mía. Bien conoces mis errores, el egoísmo de ser dueño de tu vida"). Desgraciadamente, este personaje todavía sigue llenando estadios por todo el mundo.
🟠El consentimiento en los dibujos animados: ni está ni se le espera
Si miramos un poco más atrás, en esta misma línea encontramos Sí,sí, de Los Ronaldos, una canción que no tiene ningún tipo de vergüenza de justificar la violencia y los abusos sexuales contra las mujeres. ¿Consentimiento? ¿Qué es eso? ¿Se come?
Tendría que besarte, desnudarte, pegarte y luego violarte. Hasta que digas sí.
Otro tema que tampoco se queda corto es La mujer ideal, de Danza invisible. Aquí se dice, literalmente, que la mujer perfecta es la que queda relegada a las tareas domésticas y a cumplir con el deseo masculino. Otro clásico.
La mujer ideal sería fatal y tierna y me dejaría ser el hombre de las cavernas. Capaz en la cocina, alegre en la cama, un espectáculo en la calle, amable por la mañana.
¿Y tú? ¿Recuerdas más canciones de este tipo? Nos las puedes dejar en los comentarios de este vídeo en TikTok o Instagram y las revisaremos en Retrovisor pop, la sección audiovisual fast-food de ElNacional.cat que revisa la cultura pop que hemos consumido los millennials en los años 90' y 00's. Aquí encontrarás todos los vídeos.