ROMBO CASTELLÀ

Nos quejábamos hace unas semanas, no sin razón, que Madrid nos está robando las guitarras generacionales. Y hace unos días, se confirmaban los peores presagios: Manel se dan un tiempo. Pero donde hubo fuego, quedan cenizas. Y todavía tenemos bandas en Catalunya con ganas de distorsión, con ganas de costumbrismo. El tercer disco de las barcelonesas Rombo explora el amor de madurez. Dentro de las casas, entremuros o, lo que es lo mismo, entrepantallas. Un espacio raro, el del amor en madurez.

El tercer disco de las barcelonesas Rombo explora el amor de madurez

Es un resquicio de espontaneidad en la vida del privilegio urbanita; findes de vermú y MDMA y domingos de horror culpable. Pero también es una cárcel de sinsentidos. Una cizalla que ha cortado bruscamente entre la veintena y su burbujeante Erasmus y la mierda de adultez y las decisiones copiosas sobre vivir de alquiler o hipotecarse. Rombo debaten ese abanico en base a símbolos (perdición, cuevas) y unos dileys de eléctrica típicos, y algo tópicos, en la americana, pero cercanos por momentos también a la Ona Laietana, como en las fantásticas Bromes o Tot teu. Y también hurgan con canciones pequeñas, mezcla entre unas primeras Hinds y Els millors professors europeus (2008) de los ya citados Manel. Dígase Roca.

Un disco doloroso

Tiene el disco, por lo general, muchas deudas con los mayores abanderados de lo cotidiano del último milenio por aquí: Manel. También con el último pop de La Bien Querida o, claro, La Estrella de David. David Rodríguez es el productor del grupo. Así, hay algunas canciones a partir de la mitad del álbum que acaban en territorio de nadie, como si ya las hubiéramos escuchado antes (Abelles o la sintética Amor meu). No ayuda tampoco el cierre, una versión B que aporta poco al relato, y que desmejora el pedazo de single que es Vibracionscolabo con Mujeres (y todo lo que hacen Mujeres solo puede ser genial).

Plaers i terrors del confort domèstic es, a parte de un pedazo de título, mancillado de Pleasures and Terrors of Domestic Comfort (MoMA, 1991), un disco doloroso

Plaers i terrors del confort domèstic es, a parte de un pedazo de título, mancillado de Pleasures and Terrors of Domestic Comfort (MoMA, 1991), un disco doloroso. Porque pone ante el espejo a toda una generación que se ha llenado la boca de ideas contraculturales sobre modelos familiares, relaciones y demás y que ha acabado reproduciendo mucho de lo que criticaban. Al menos ahora hay un disco con el que lamernos juntos las heridas.