La directora de cine Carla Simón ha ganado el primer Oso de Oro catalán en el prestigioso festival de Berlín, la Berlinale, con el film Alcarràs. "No me lo puedo creer", ha manifestado Simón justo después de subir al escenario para recoger el premio, que es el más importante del certamen. La directora catalana ha querido dedicar el galardón a las familias que cultivan la tierra, un trabajo que ha considerado que es "una forma de resistencia". Ha recordado que parte de su familia cultiva melocotones precisamente en Alcarràs. La película, rodada en lengua catalana, describe el verano de una familia ajetreada en la recogida del melocotón en la Terra Ferma. Es la última cosecha, porque el propietario de las tierras que han cultivado durante décadas las piensa dedicar a un negocio más lucrativo y ecológico: las placas de energía solar. Alcarràs rezuma la nostalgia de un último verano, entre cajas de melocotones y mermeladas. Cuando el martes se proyectó el film en la Berlinale, recibió una gran ovación, lo que ya hizo pensar que sería una de las películas favoritas.
Como en su primer largometraje, la historia parte de una experiencia personal, la muerte de su abuelo. "Para mí, el tema de cultivar en familia está un poco en peligro de extinción y se tiene que proteger este modelo, porque nadie mejor que una familia puede cuidar sus tierras... Cuando entra una gran empresa y acumula mucho terreno, nunca cuidará tanto la tierra como una familia que la ama", explica Simón reivindicando el Small is beautiful que difundió Leopold Kohr. El reparto del film son actores no profesionales, escogido en un casting que duró más de un año de entre 9.000 candidatos que fue encontrando aprovechando las fiestas mayores de verano en las comarcas del Segrià, el Urgell y el Pla d'Urgell. Simón cree que de esta manera podría conseguir la autenticidad, lo que parece que ha valorado el jurado de la Berlinale.
Alcarràs es el segundo largometraje de Simón, que saltó a la fama con la ópera prima Estiu 1993, que fue un éxito en las salas. En este caso era la historia de una niña que perdía a su madre y a su padre por una enfermedad, y era acogida por sus tíos en una casa pairal. Recibió en 2017 el premio a la mejor ópera prima de todas las secciones de la Berlinale y el Gran Premio del Jurado Internacional de la sección Generation Kplus.