La escritora Carme Riera (Palma de Mallorca, 1948) ha publicado una biografía sobre la agente literaria Carmen Balcells. Carmen Balcells, traficant de paraules (Rosa de los Vientos) se presenta como un estudio sobre el histórico mito literario hecho desde el "absoluto amor". El trabajo explora las "virtudes" y "defectos" de quien fue un referente internacional en lengua española "fuera de lo común". Después de tratar durante casi 40 años con Balcells, Riera se adentra de nuevo en su vida y presenta un relato profesional y personal de la agente literaria considerada la más influyente del mundo. Para elaborar el estudio, Riera ha tenido acceso a archivos de la agencia Balcells y ha entrevistado a amigos, familiares, autores, editores y agentes. Quizás es por eso que, con la elaboración de la biografía, Riera ha vivido como si "prolongara" la vida de Barcells, desaparecida el 2015. Ha reconocido que conocerla tanto la ha ayudado, pero también le ha resultado "difícil" porque no todo aquello que sabía sobre Balcells se podía explicar. "No todo lo que sé de Carmen lo he dicho. No la quiero traicionar", ha manifestado.

Luchando contra cadenas perpetuas

Carme Riera ha dedicado los últimos cinco años ha documentarse sobre la increíble vida de Carme Balcells a través de los archivos que le han facilitado y de decenas de entrevistas en un trabajo de campo que lo ha hecho sentir como una periodista. "Soy una periodista frustrada", ha afirmado la autora de este clásico moderno de la literatura catalana que es Te deix, amor, la mar com a penyor. "A ningún escritor le han dedicado 22 libros", ha reconocido. En el volumen, Riera se ha interesado por explicar que a lo largo de su trayectoria Balcells defendió "encarnizadamente" a sus escritores y luchó para que no tuvieran "cadenas perpetuas" por los derechos con las editoriales.

Riera ha indicado que Balcells quería evitar contratos "draconianos" y que  los editores "tomaran el pelo" a muchos autores. "Carmen pone condiciones en los contratos que nunca podrán ser de por vida, sino por unos años determinados y en un lugar concreto. Establece los derechos de explotación cinematográfica y hará que los editores los respeten", ha subrayado. Pero una de las grandes cuestiones que consiguió Balcells, según Riera, fue la "cláusula Balcells" a Hacienda. Se trataba de un mecanismo tributario que se estableció gracias a Balcells que permitía a los autores pagar en diferentes ejercicios los impuestos vinculados a la recepción de un premio.


Carmen Balcells con Mario Vargas Llosa, uno de sus clientes más ilustres. Foto: EFE

Clientes ilustres

Uno de los grandes clientes de Balcells fue el novelista peruano Mario Vargas Llosa, con quien mantuvieron una amistad. Riera explica en el libro que Balcells ofreció dinero a Vargas Llosa para que dedicara su vida a escribir, pero que este lo rechazó. "Ella aseguraba que le ofreció 500 dólares, pero que Mario le dijo que no los necesitaba". Precisamente el reconocido escritor pudo centrarse en la redacción gracias a una mejor gestión de los derechos de autor.

Aparte de Mario Vargas Llosa, Balcells administraba los derechos de Gabriel García Márquez, los dos autores consiguieron el Premio Nobel. Estos dos nombres supusieron un gran porcentaje de los ingresos de la agencia. Riera explica que un día García Márquez preguntó a Balcells si lo amaba. Esta le dijo que no le podía responder porque representaba un 36,2% del total de la facturación de la agencia. Quien también trabajó con Balcells fue la autora de esta biografía. Riera ha afirmado que le cambió la vida. "Carmen me llamó y me preguntó sobre el contrato. Me dijo que me tomaban el pelo. Carmen me cambió la vida porque dijo basta y que los derechos de autor son sagrados y había que cobrarlos", ha manifestado.


Carme Riera firma la biografía Carmen Balcells, traficant de paraules. Foto: EFE

Honestidad y pasión, recelos y odio

La "honestidad" de Balcells y la "pasión" por el trabajo la llevaron a tener una relación "espléndida" con los clientes. "Si en alguna ocasión algún cliente se marchaba de la agencia, lo consideraba todo un drama", ha concretado Riera. "Les enviaba flores, regalos. Era absolutamente espléndida con los clientes" ha añadido. La agente literaria, que sufría grandes depresiones, consideraba que "no había nada que no lo curara el trabajo". "Cuidaba de todo", ha concluido Riera.

A lo largo de la vida Balcells fue una figura "querida" pero también "temida" y "polémica". Para Riera, el hecho de defender a los autores le generó recelos y odio por parte de determinados editores. "Como defendía tanto los derechos de autor, había editores que la despreciaban, pero creo que la gran mayoría la admiraba", ha apuntado. Durante la entrevista, Riera ha explicado que el mito de Balcells sufre un gran cambio cuando esta se jubila y decide romper el silencio mediático que mantenía mientras trabajaba. A partir del año 2000 Balcells concede una entrevista que levantará gran interés. La agente literaria hizo público que estaba arruinada económicamente después de impulsar algunos negocios "alocados". Balcells anunció que sus empresas habían ido a la quiebra y que necesitaba vender la agencia.