Es un tópico, pero ya se sabe que generalizar no es bueno (ni necesario). Por eso, cuando se dice que los jóvenes solo escuchan reggaetón o músicas urbanas, es solo una verdad a medias. De eso, de desmontar esa teoría, se encargan grupos como Carolina Durante. Gracias a ellos y algunos otros, todavía se mantiene la esperanza. Lógicamente, no pueden gritar aquello que defendía Patti Smith: la guitarra eléctrica es el arma de nuestra generación. Pero sí, al menos, mantenerse en un lugar en el que es importante vociferar y cantar acerca de cosas que nos afectan; y, sin embargo, hacerlo con mucho sentido del humor. Con su disco homónimo, en 2019, derribaron alguna barrera (la de la incredulidad) y llamaron la atención, y ya con Cuatro chavales, fueron a toda pastilla. No había rival que se les resistiera. Ahora, sin llegar a perder sus constantes como grupo, buscan otros objetivos. Saben que están en otra órbita y se pueden permitir según que lujos. De lo que no pueden escapar es de una promoción, que mientras no hay conciertos, se puede hacer un poco sesuda (de hecho de los cuatro integrantes, solo hablan dos). “No dejas de comerte el tarro; qué he hecho, por qué he hecho esto… No hay un discurso, simplemente reflexionas sobre lo que has hecho. Y cuando llevas varias semanas haciendo esto y sin tocar, solo explicando qué somos, a veces ves que hay preguntas que no tienen respuesta. Y sí, puede ser como un ejercicio de introspección, un trabajo de curator”, dice Martín Vallhonrat, bajista de un cuarteto que completan el cantante Diego Ibáñez, el batería Juan Pedrayes y el guitarrista Mario del Valle.

Ahora, sin llegar a perder sus constantes como grupo, Caroliona Durante buscan otros objetivos

Carolina Durante se tomaron su disco de debut como un proceso de iniciación. El segundo, como una evolución de sí mismos. Este tercero, que este fin de semana presentan en Barcelona con dos conciertos, hoy y mañana, en el Sant Jordi Club, ha llegado con esas ganas de profundizar más en la aventura. “Cada disco tiene su historia y, desde luego, esta es la más larga, la más elaborada. En el primero hicimos lo que pudimos, en el segundo lo que quisimos, pero sabiéndolo y, ya este, se presenta como el más aventurero”, comenta Diego. Carolina Durante juegan con el cinismo, con la ironía, tratan de quitarle peso y solemnidad al discurso. Anteriormente, primaba el hacer la broma y que se entreviera. Hoy se ve más la emoción, el sentimiento que emana de sus estribillos, de cada una de sus melodías. No en vano, hay metáforas que son más ligeras. “Tenía curiosidad por ver el sonido, como canto yo, y si a esto llega alguien que parte de cero, o con el segundo disco como visión, que tiene ese toque hooligan. Y sin embargo, con este nuevo es más fácil llegar, ya que tiene un aire más personal, aunque suene a tópico, y también la voz está más relajada. Si alguien pudiese tener algún rechazo con nosotros, con Elige tu propia aventura se lo puede quitar. La lírica es más oscura, aunque al escribir, le queremos quitar hierro a esos asuntos. El melodrama es un coñazo”, admite Diego.  

Anteriormente, primaba el hacer la broma y que se entreviera. Hoy se ve más la emoción, el sentimiento que emana de sus estribillos, de cada una de sus melodías

Himnos generacionales

La vida de un músico, es obvio que no es fácil. Les pongo como ejemplo el reciente documental sobre The Black Keys, en el que explican que una vez acaban una gira con 120 conciertos en un año, ellos deciden entrar de nuevo al estudio y, ya en medio del proceso, se dan cuenta de que se han equivocado, que lo que les tocaba y convenía era desconectar. “No es una vida dura, porque no puedo decir eso, pero si es cañera, te tiene que gustar el caos. Esto es rock and roll, no rock and chill. Los días a veces se hacen muy largos, te levantas pronto, llegas al sitio, haces una firma de discos, después tocas… Pero bueno, nos va la marcha”, repite Diego. Carolina Durante pertenecen a esa generación que oscila entre los 25 y los 35 años. Esa que vive sin muchas esperanzas, sin trabajos muy estables, sin la idea de acceder a una vivienda propia, y, sin embargo, están más preparados y tienen acceso a información privilegiada, pero están más frustrados. De esas cosas, también hablan ellos, porque quizá su entorno (y ellos mismos) lo vive de cerca. De hecho, la canción Joderse la vida (en su letra dicen “ni bares, ni viajes, ni polvos, ni amigos”) o incluso Hamburguesas (y esa mezcla entre la desazón y la esperanza), van por esos derroteros. “Antes era esa idea de, si haces esto, vas a conseguir esto. Si te sacas un título, si estudias una carrera... Pero luego, te comes los mocos. Y nosotros, en ese sentido, tenemos que ser honestos. No hacemos música desde el análisis, la hacemos desde la emocionalidad y lo que nos afecta. Y luego, sí, le puedes dar una explicación. De hecho, el título del disco ya responde a eso: no hagas tantos planes, porque ya nada es tan fijo, no hay tantas respuestas. No hay control sobre lo que recibes”, dice Martín. “La vida no es un juego de plataformas”, añade Diego.

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Carolina Durante presentan este fin de semana su nuevo disco, Elige tu propia aventura, en Barcelona / Foto: Adrià Cañameras

No hacemos música desde el análisis, la hacemos desde la emocionalidad y lo que nos afecta

Para este disco, el cuarteto ha apostado por un productor foráneo, Ali Chant (en una lista interminable, ha trabajado con Yard Act, Gruff Rhys o hasta una PJ Harvey a quién mezcló), no solo por elaborar (y crecer con) otro sonido, sino por instalarse en otro lugar, competir con galones en una nueva liga. Entre ellos, difieren acerca de si lo hubiesen conseguido con esa misma figura o con otra. Pero sí están de acuerdo en que el cambio era imprescindible. “Nos pone en otra predisposición, con otra mentalidad. Al final, el grupo es un núcleo, y luego están esas variables”, asegura Martín. En dos canciones del disco, Elige tu propia aventura y Probablemente tengas razón, hay arreglos de vientos y cuerdas que encajan a la perfección. “Para nosotros también es la hostia, que podamos hacer eso con nuestras canciones y funcionen y sigan molando. A veces los grupos hacen este tipo de cosas, y piensas el porqué se han metido ahí”, admite Diego. En la canción Misil, hay una referencia a Razzmatazz 2, un guiño a Barcelona. “En esa sala no hemos tocado nunca, pero sí en la 1 de Razzmatazz, dos veces. Y no sé, como pasamos también mucho tiempo aquí, y algunos vivimos a caballo entre Barcelona y Madrid, es inevitable”, dice Diego. Y en cuanto las diferencias entre Madrid y Barcelona, tales como el ritmo de la ciudad, el ruido, las distancias, ellos tienen su propio concepto. “Tiene una disposición urbanística muy diferente, por ejemplo el centro de Madrid es más pueblo, allí va del centro hacia fuera y aquí es más como una salchicha”, comenta Martín. Por cierto, para el concierto de hoy y mañana prometen sorpresas. Evidentemente, no nos las quieren desvelar.