Queridos Reyes de Oriente,
Este año me permito hacerlas unas cuantas peticiones que no caben en ningún paquete y que tampoco se pueden envolver. Con esta carta, querría confiarlos unos deseos compartidos por todo el mundo que ama el catalán. Anhelos muy especiales para una parte esencial de lo que somos y de nuestra identidad: la lengua catalana.
Les querría pedir que el catalán esté vivo en todas partes, ya que querría que nuestra lengua se hablara con la misma naturalidad que cualquier otra
En primer lugar, les querría pedir que el catalán esté vivo en todas partes, ya que querría que nuestra lengua se hablara con la misma naturalidad que cualquier otra. Que las calles, las tiendas, los parques y las escuelas sean escenarios donde el catalán se viva plenamente. Que la gente lo sienta suyo, lo utilice con orgullo y lo transmita con afecto. Que las conversaciones cotidianas sean en catalán, sin trabas, ni prejuicios, ni miedos.
También me gustaría pedirles más presencia del catalán en las pantallas
En segundo lugar, también me gustaría pedirles más presencia del catalán en las pantallas. El mundo digital y audiovisual es un universo inmenso, y el catalán tiene un largo camino por recorrer. Deseo que las películas, las series y las plataformas den cabida a nuestra lengua con dignidad, con ofertas atractivas y variadas. Que los niños y la juventud crezcan rodeados de referentes que hablen como ellos y que se sientan orgullosos de una lengua que puede ser moderna, global e innovadora.
También me gustaría pedirles respeto para nuestra riqueza cultural
No querría abusar de su buena fe, pero también me gustaría pedirles respeto para nuestra riqueza cultural. Que todas aquellas personas que lleguen a nuestra casa entiendan la importancia de la lengua catalana como patrimonio vivo y que la valoren como una pieza única dentro del mosaico de culturas del mundo. Que celebremos juntos la diversidad, pero que también se entienda que el catalán necesita una protección especial para seguir existiendo en el futuro.
Que el modelo de inmersión lingüística no solo se mantenga, sino que se refuerce como garantía de cohesión e igualdad
Y ahora sí que les pido un gran, de deseo: ¡un sistema educativo que mire adelante! Que el modelo de inmersión lingüística no solo se mantenga, sino que se refuerce como garantía de cohesión e igualdad. Que las aulas sean lugares donde todo el mundo aprenda y dominio el catalán, a la vez que el castellano y otras lenguas, con una convivencia enriquecedora. Que los retos políticos o sociales no pongan en riesgo este tesoro que tenemos.
Sus Majestades, recuerden que el catalán necesita estar presente en los avances tecnológicos más punteros
Y sobre todo, Sus Majestades, recuerden que el catalán necesita estar presente en los avances tecnológicos más punteros: que los asistentes virtuales respondan en catalán, que las aplicaciones y juegos en esta lengua sean habituales y que las herramientas digitales nos incluyan con la misma normalidad que lo hacen con otras lenguas. Que no falte nunca un rincón donde poder vivir la lengua, ya sea a través de la cultura, la música, la lectura o el arte. Que el catalán sea una puerta abierta a la expresión y la creatividad, una herramienta que nos una para debatir, pensar y soñar juntos.
Que todas las personas que hablamos catalán lo hagamos con alegría, con confianza y sin pesar
Para ir acabando, orgullo y compromiso. Que todas las personas que hablamos catalán lo hagamos con alegría, con confianza y sin pesar. Que seamos amables con aquellos que lo aprenden, ofreciéndoles apoyo y calidez, y que, juntos, construyamos una comunidad donde nadie se sienta excluido, sino parte de un proyecto colectivo. Sé que el catalán es un regalo que nos ha llegado gracias al esfuerzo de muchas generaciones. También sé que mantenerlo vivo y fuerte es una responsabilidad que nos toca asumir con coraje e ilusión. Les pido que nos den la fuerza para seguir trabajando por nuestra lengua, para transmitirla a los más jóvenes y para hacerla brillar en todos los ámbitos.
Queridos Reyes de Oriente, gracias para escuchar estos deseos y hagan el que puedan, sé que pido mucho, pero que no sea porque no se ha intentado... Les deseo un buen viaje lleno de luz y magia y que repartan muchas ilusiones a todo el mundo que los espera.
Con afecto y gratitud,
Valentina Planas