El código legal catalán medieval, denominado Liber Iudiciorum, estaba inspirado en la ley visigótica de los siglos V a VIII, que penaba los delitos con castigos corporales. Aquella Catalunya primigenia, de los siglos centrales de la edad media, recuperó la vieja tradición visigótica y todos los delitos posibles fueron asociados a penas que iban desde los azotes en las nalgas hasta la ejecución sumaria en la horca, pasando por todo tipo de amputaciones, sin embargo, casi siempre, con la agravante de "vergüenza pública" (ejecución de la pena en público, presentada, al mismo tiempo, como un escarmiento y como un espectáculo).