Los dominios de León y de Castilla se unieron por primera vez el año 1037, después de tres y dos siglos, respectivamente, de existencia. Pero eran dos sociedades con un origen diferenciado y con un paisaje pluricultural que tenía sus respectivos elementos de identidad. Después vino una ruptura. Pero desde la segunda unificación (1230), aquel nuevo edificio político priorizó Castilla, en la denominación o situando las armas castellanas en primera posición en relación a las leonesas. Pero, realmente, ¿Castilla siempre había sido más poderosa que León? ¿O sencillamente, Castilla, el elemento inicialmente secundario, había acabado devorando a León, la matriz de aquella unión?