Señoras y señores, esta afirmación es la conclusión a la que llego después de tantos pronósticos y de tantos titulares sobre la situación de emergencia lingüística en la que nos encontramos. Plataforma per la llengua nos avisa y no lo hace con palabras, lo hace con datos. Datos que demuestran, o más bien confirman, que el catalán se encuentra en peligro crítico. Y no sólo nos alerta con datos, también con denuncias y con peticiones muy claras, como en la última campaña a La universitat, en català y con lemas como: Si el professor canvia de llengua, queixa’t o Si no et deixen fer la presentació en català, queixa’t. Y es así, quejándonos, como podremos reivindicar y ser conscientes de que hablar catalán, ser atendidos en catalán o simplemente vivir en catalán no es un capricho, sino que es o tendría que ser un derecho.
Y después de estas predicciones fatales... ¿Qué? Pongamos remedio. ¡Hagamos, creemos y apostemos por campañas como aquellas de El català és cosa de tots, Dóna corda al català (¡sí, el dóna todavía llevaba acento!) o No em canviïs de llengua. Exigimos la creación de campañas y de políticas lingüísticas que velen por nuestra lengua y la creación de referentes audiovisuales en catalán. No dejemos morir la lengua como hemos dejado morir el 3XL o la Familia del Club Super3. Reinventémonos. Hagámoslo, porque si no lo hacemos, nuestros jóvenes no tendrán referentes y sin estos referentes no les quitaremos nunca de la cabeza el complejo de inferioridad y la falsa creencia de voy a hacer contenido en castellano porque así voy a llegar a más gente y ya de paso me entiende todo el mundo.
Nuestros jóvenes no tendrán referentes y sin estos referentes no les quitaremos nunca de la cabeza el complejo de inferioridad
Para que nuestros jóvenes consuman contenido en catalán, lo tenemos que hacer y lo tenemos que potenciar. Lo tenemos que pagar y lo tenemos que distribuir. Pero sobre todo, nos lo tenemos que creer. Dejemos de permitir la castellanización de la nuestra y volvamos a creer en aquel Som 10 milions, som una llengua. Exigimos compromisos con la lengua catalana a los partidos políticos, exigimos a las grandes plataformas que nos tengan en cuenta como una lengua más, que nos incluyan. Exijámoslo. Y plantémonos. Plantémonos con la administración que nos pone trabas lingüísticas e impone el castellano por todas partes. Seamos tocahuevos, que cuando queremos los catalanes, de eso, ya sabemos.
El filólogo y lingüista Bahía i Margarit ya nos advirtió: "[...] Todos los catalanes tenemos la gran responsabilidad y obligación de salvar nuestra lengua". Si no queremos que el catalán acabe muriendo, si no queremos acabar matando el catalán sin querer, hagamos alguna cosa y hagámosla ahora porque todavía estamos a tiempo.