Los catalanohablantes, cuando alguna cosa nos sorprende o nos deja azorados, solemos decir “me'n faig creus!”. Esta expresión, tan propia y cargada de significado, combina la sorpresa, la admiración y, a menudo, un poco de incredulidad. Hace unos cuantos días se viralizó un tuit de @esquenadret que hacía referencia a esta expresión: "Mi hija en vez de escribir OMG ('Oh my God') a los chats con las amigas, escribe MFC (Me'n Faig Creus). Es la mejor", y mucha gente se sintió identificada. Supongo que es la prueba que incluso en la era de las redes sociales y el dominio de los anglicismos, el catalán sigue reinventándose con humor e ingenio.

Incluso en la era de las redes sociales y el dominio de los anglicismos, el catalán sigue reinventándose con humor e ingenio

QFDR

Este caso no es único. Las siglas y abreviaciones se han convertido en una pieza clave del lenguaje moderno, especialmente entre los más jóvenes. En chats y redes sociales, expresiones como LOL, WTF o ASAP se repiten hasta el infinito, a menudo sin traducción. Creo que tendremos que utilizar más a menudo nuestro superpoder: el poder de hacer nuestro todo lo que nos llega de fuera. En este caso, en positivo, ya que la catalanización de siglas de moda es un fenómeno cada vez más reconocido y, por qué no decirlo, más divertido. Es una manera de reírnos de nosotros mismos y, al mismo tiempo, de reivindicar la riqueza de la lengua catalana. A continuación, os explico algunas de las propuestas más divertidas. ¿WTF (What The Fuck) podría ser PQC (Però Qué Carai/C***?), una expresión genuinamente nuestra para expresar desconcierto o indignación. LOL (Laughing Out Loud) se podría traducir en QFDR (Quin Fart De Riure). ASAP (As Soon As Possible) también podría adoptar la forma CMAM (Com Més Aviat Millor), porque el pragmatismo también puede tener estilo! ¡Y no nos olvidemos de BTW (By The Way), sencillo y efectivo, que en catalán se podría llamar PC (Per Cert). ¡Alerta! No se tiene que confundir este último con "Pel Cul", que ya hablamos y aclaramos (en otro artículo) que los jóvenes también utilizan esta expresión para decir que una cosa les gusta mucho. En fin.

La catalanización de siglas de moda es un fenómeno cada vez más reconocido y, por qué no decirlo, más divertido

Con estas propuestas, no solo mantenemos el dinamismo y la simplicidad de las siglas, sino que también les añadimos un toque de humor y de identidad que las hace mucho más próximas. La lengua ha ido cambiando y tiene que ir cambiando, sin perder su esencia. Las siglas más modernas nos llegan como un fenómeno global, y nosotros las miramos de integrar en nuestro día a día. Esto no solo responde a una necesidad de identidad cultural, sino también a un deseo de personalizar aquello que nos rodea para sentir que nos identifica. ¿Y qué es la lengua? ¡Identidad! Además, hay que decirlo, nos encanta jugar con la lengua. Eso también lo podemos ver en otros fenómenos culturales como los chistes, los refranes reinterpretados, las canciones, etc. La catalanización de las siglas modernas es una extensión natural de esta tradición. Los más puristas de la lengua dirán que esto de las siglas es una tontería, pero a mí no me lo parece para nada. ¡Es más, os prometo que mi madre y mi mejor amiga ya escriben MFC por el WhatsApp! Y solo en cuestión de dos semanas... ¡A mí me parece que eso es un éxito!

Las propuestas de traducción de las siglas catalanas a menudo son divertidas, irónicas e incluso absurdas, cosa que las hace todavía más atractivas. No es lo mismo decir "LOL" que "QFDR"; la segunda opción tiene una sonoridad y un impacto que nos arranca una sonrisa solo de oírla (al menos a mí). Por otra parte, hay una función reivindicativa. En un contexto globalizado donde el inglés se ha convertido en la lengua franca, catalanizar las siglas es una manera de demostrar que el catalán también puede ser ágil, moderno y adaptativo. Ei, y ya lo sé... El hecho de que una adolescente utilice una traducción en catalán de una sigla no tendría que ser un caso anecdótico ni noticia. Pero precisamente porque a todos nos preocupa la situación del catalán, permitámonos huir (de vez en cuando) de nuestro propio victimismo lingüístico y explicarnos historias en positivo como esta. Como diría Laporta, “¡Al loro! ¡Que no estamos tan mal!”.

La próxima vez que alguien exclame "OMG", recordad que tenemos MFC. Porque si alguna cosa nos define como cultura, es esta capacidad de sorprendernos, adaptarnos y, sobre todo, reírnos un poco de nosotros mismos

En definitiva, la catalanización de las siglas modernas también es una manera de reivindicar nuestra identidad en un mundo globalizado, de añadir un toque de humor a nuestro día a día y de demostrar que la lengua catalana es tan válida y funcional como cualquier otra. Así que la próxima vez que alguien exclame "OMG", recordad que tenemos MFC. Porque si alguna cosa nos define como cultura, es esta capacidad de sorprendernos, adaptarnos y, sobre todo, reírnos un poco de nosotros mismos. Y eso, sea en catalán o en cualquier idioma, es una gran virtud. QFDR esto de la traducción de siglas, ¿no?