El CCCB ha decidido impulsar un debate sobre los presos políticos y las libertades. Y lo ha hecho a partir de una película mítica de Pere Portabella: La cena. Este documental se rodó clandestinamente el 2 de marzo de 1974, el día en que se ejecutó Salvador Puig Antich en la prisión Modelo de Barcelona. Hoy, se ha proyectado la película, con dos adendas: una la lectura de la ficha del abogado que defendía Puig Antich, hecha unos meses después de la grabación. La otra se rodó en 2018, tras la aplicación del 155 y la detención de los líderes independentistas catalanes, y consiste en la reproducción del texto del 155. Tras la proyección se ha abierto un debate con el propio Portabella, la compañera de Jordi Cuixart, Txell Bonet, el especialista en cine Jordi Balló y el antiguo preso político Pablo Mayoral, ex miembro del FRAP. El acto ha contado con una amplia asistencia, aunque no ha llenado el Teatre del CCCB.
Mayoral, ex militante del FRAP: Que no les derroten a ellos en la prisión, y que no nos derroten a nosotros aquí
La actualización de la película
El encuentro del CCCB quería conectar la película sobre los presos políticos franquistas con la situación actual. Mayoral, ex militante del FRAP ha afirmado que la proyección de hoy, más que hacerle pensar en su vivencia durante el franquismo, le ha hecho pensar en los presos políticos actuales y en la necesidad "de que no les derroten a ellos en la prisión, y de que no nos derroten a nosotros aquí". Jordi Balló ha resaltado que es una película que hoy tiene una lectura completamente diferente de la que tenía hace 10 años, cuando parecía esta realidad muy lejana (en realidad, incluso los ex presos de La cena debaten sobre la utilidad de la huelga de hambre). "Cuando veo esta película me suenan muchas de las cosas que he visto en mi compañero o en los que están aprisionados con él", explica Txell Bonet y ha alabado el espíritu de lucha de muchos de los presos franquistas que siguieron luchando cuando salieron a la calle. "Los participantes en la película nunca caen en el victimismo", se admira Bonet. Además, Bonet ha explicado que los primeros que consideraron presos políticos a Cuixart y a sus compañeros fueron los propios presos juzgados por delitos comunes: "En la prisión está muy claro que ellos son presos políticos". Portabella se ha mostrado preocupado por el desprestigio de la democracia a nivel europeo y por el ascenso de una derecha radical y autoritaria, que provoca una recesión democrática que en el Estado español afecta principalmente al soberanismo, pero también a muchos otros sectores.
Una cena muy especial
Cinco presos políticos hablan mientras cenan de sus experiencias en la prisión (han pasado 50 años encarcelados, entre todos). Son Narciso Julián, del PSUC, que había pasado 24 años en la cárcel; Àngel Abad, también del PSUC, que había cumplido 7; el sindicalista de Comisiones Obreras Antonio Marín, que había cumplido 8; la militante del PC (m-l) Lola Ferreira que había pasado tres; y Jordi Conill, un miembro de las Juventudes Libertarias de Catalunya, que cumplió 10. Todos ellos transmiten, básicamente, un mensaje de resistencia, frente a un Estado que pretende "secarlos políticamente". Su discusión gira en torno a cómo convertir la prisión en un frente de lucha más que ayude a combatir la opresión. Y, sobre todo, destacan el importante papel que tiene la calle en el apoyo a la lucha de los presos.
El hombre en la sombra del "Ya soy aquí"
El director y productor Pere Portabella es uno de los hombres de cine con mayor trayectoria de este país. Ya fue productor de El cochecito de Marco Ferrreri y de la Viridiana de Luis Buñuel, en 1961, lo que le provocó muchos problemas con la censura. Como director, hizo un cine de vanguardia, vinculado a veces con el grupo Dau al Set y a la música de Carles Santos. En 1976 firmó como director el Informe general, una obra en que se denunciaba la situación de la España de la época (el 2015 haría una segunda edición). Pero una de las acciones de las que se siente más satisfecho es de la organización del recibimiento del president Josep Tarradellas, cuando volvió del exilio, el 23 de octubre de 1977. Aprovechó su talento escénico para organizar el acto con tintes hollywoodianos. Por otra parte, Portabella, que participó en la vida política durante la transición en el seno del PSUC, era famoso porque cada año organizaba en su casa de Palau Sator, en el Baix Empordà, un gran suquet de peix dónde se encontraba toda la clase política, y también buena parte del mundo intelectual catalán. Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Cine y también con el Gaudí de Honor.