House of Cards, Orange is the New Black, Narcos y la reciente 13 Reasons Why, son algunos de los títulos que Netflix ha estrenado en los últimos años y que le han otorgado un reconocimiento mundial. Este viernes, el gigante televisivo da un paso adelante y estreno Las chicas del cable, su primera producción española. En total, 8 capítulos, la mitad de la primera temporada -la segunda parte llegará a finales de año- estarán disponibles este viernes en la plataforma online.
La serie ha sido creada por Bambú Producciones, la productora encargada de grandes ficciones españolas como Gran Hotel o Velvet. De hecho, tal como afirma uno de sus creadores, Ramón Campos, en declaraciones en El Nacional, "el gran resultado que ofrecieron estas dos series en Netflix nos ha dado, ahora, la oportunidad de crear Las chicas del cable".
Un encargo que nació con una premisa, que la serie que Bambú planteara siguiera la misma línea que Gran Hotel y Velvet, dos series ambientadas en otra época pero con problemas y con situaciones actuales. Dicho y hecho, Las chicas del cable es una ficción que nos transporta al Madrid de 1928, justo en el momento en que una empresa telefónica abría sus puertas.
Cuatro chicas en la gran ciudad
La serie arranca con la llegada de cuatro chicas a Madrid para conseguir trabajo en una compañía telefónica que acaba de nacer. Ellas son Lidia, Carlota, Ángeles y Marga, o lo que es lo mismo, Blanca Suárez, Ana Fernández, Maggie Civantos y Nadia de Santiago, caras conocidas por el público ya que han aparecido en varias series de ámbito estatal como El Orfanato, Los Protegidos, Vis a Vis o Amar en tiempos revueltos.
En este sentido, la serie cuenta con cuatro personajes femeninos que persiguen un mismo sueño pero cada una de ellas tiene unas características diferentes, factor que favorece que el público pueda empatizar más fácilmente. "Teníamos la idea de hacer una serie donde el papel de la mujer fuera clave, y más para una plataforma como Netflix que llega a 190 países", reconoce Campos. El creador de la serie añade que aunque los problemas que retrata la serie "a nosotros nos pueden parecer muy lejanos, en algunos países donde se emitirá, siguen siendo problemas actuales".
De hecho, los primeros segundos del trailer revelan la situación de la mujer en esta ficción: "La vida no era fácil para nadie y menos si eras mujer. No éramos libres, pero soñábamos con serlo", reconoce el personaje de Blanca Suárez. Y es que Las chicas del cable es una serie donde la reivindicación de la libertad femenina y el ascenso laboral en un mundo de hombres son temas que la ficción aborda. Todo eso en un momento donde la mujer todavía vivía relegada en un segundo plano. "Si eras mujer en aquellos años la libertad era un sueño que parecía inalcanzable, pero por el que muchas estábamos dispuestas a luchar", añade Suárez. Toda una declaración de intenciones.
Los hombres en un segundo plano
Las mujeres son las que llevan el peso de la serie, pero los personajes masculinos también tienen su sitio, a priori, en un segundo plano.
Entre los escogidos, Yon González y Martiño Rivas, que se reencuentran después de haber coincidido en El Internado. En Las chicas del cable son Francisco y Carlos, responsables de la empresa telefónica donde trabajan las cuatro chicas y seguro que jugarán un papel importante en los sueños de libertad de las protagonistas.
De hecho, la relación entre Yon González y Blanca Suárez será una de las tramas importantes de la serie ya que los dos personajes se reencuentran después de 10 años. Un pasado, que el personaje de Suárez dejó atrás, pero que volverá a llamar en la puerta.
8 capítulos pensados para ser consumidos de forma maratoniana
Netflix ha hecho que los espectadores consuman las series de televisión de una manera diferente. Si hasta los últimos años nos teníamos que conformar con un capítulo semanal y apurando hasta el último título de crédito por si podíamos ver el más mínimo adelanto de la trama del próximo capítulo; ahora, Netflix nos permite disfrutar de una tirada toda una temporada entera. Sin interrupciones y anuncios, los maratones de series forman parte de la vida del seriéfilo.
Y es en este sentido que Las chicas del cable ha sido creada, "hay grandes cliffhangers porque la serie está concebida para ser consumida consecutivamente", destaca Campos, refiriéndose en este caso, a la alta tensión del final de los capítulos. Campos añade, "nosotros hacemos entretenimiento, televisión... Queremos que la gente desconecte de sus problemas mientras ve la serie".
Unas declaraciones que son una invitación a qué los apasionados por el género consuman sin tregua los 8 capítulos que desde este viernes están disponibles a la plataforma online. En total, 6 horas y 40 minutos para verlos todos.
El binomio con Netflix
Campos destaca que el proceso de creación con Netflix ha sido muy positivo y han estado en constante comunicación durante todos los procesos, a pesar de la diferencia horaria, ya que las instalaciones de la plataforma están en Los Ángeles.
"La primera fase de producción, cuando escribíamos los guiones era la más complicada por culpa de las traducciones", reconoce Campos. En cambio, la fase de grabación fue más relajada ya que a los responsables de Netflix "les gustaba el qué les enviábamos".
Una de las anécdotas curiosas que destaca Ramon Campos es la manera como tiene Netflix de mirar el material y que va de acuerdo con la experiencia de consumo que como plataforma ofrecen. "Netflix se mira el material desde tabletas y móviles y nos recomendaron que limitáramos el uso de planos generales". Exacto, aquello que hacemos la mayoría de los usuarios cuando viajamos, sacar la tableta o el móvil y mirar un capítulo, en su caso, los responsables de Netflix lo hacen a la hora de crear sus series, así el usuario recibe el producto que consumirá.
Pendientes de las primeras reacciones de su estreno, Campos se muestra "orgulloso y satisfecho" con el trabajo realizado, pero muy nervioso con la acogida que pueda tener: "Estamos nerviosos. Con Netflix el qué funciona es el runrún de la calle porque no hay datos de audiencia" destaca. "Además, hay dos tendencias claras, series que funcionan muy bien las primeras semanas pero después caen en picado, y otras que les cuesta arrancar pero acaban funcionando y convirtiéndose en populares.
El interrogante plana sobre qué futuro le espera en Las chicas del cable, ¿conseguirá hacerse un lugar en Netflix? ¿Será una ficción de éxito? De momento sin embargo, una cosa es segura, sea cuál sea el camino que siga la ficción, seguro que se sacará de encima las malas sensaciones que le ha llevado alguno de los actos de su presentación, como la entrevista de Pablo Motos en El Homiguero.