El cráneo de Harbin, uno de los fósiles humanos mejores conservados del mundo que se acaba de estudiar por un equipo de científicos chinos corresponde a la especie Homo longi u "Hombre dragón" que podría ser el pariente más próximo del Homo sapiens. Este hallazgo es un paso más para entender la compleja evolución de la especie humana.
El fósil en cuestión es el cráneo humano mayor del cual se tiene constancia y estuvo descubierto los años treinta del siglo pasado en la ciudad china de Harbin, que le da nombre. Este tesoro científico, pero se mantuvo oculto hasta el 2018, cuando la familia del hombre que lo encontró y guardó durante años lo dio a la Academia China de Ciencias. Según los estudios, tiene 146.000 años y por lo tanto se corresponde a la etapa del Pleistoceno medio, en la cual hubo mucha migración de las especies humanas.
Características comunes
Después de que un equipo multidisciplinar lo haya estudiado, las conclusiones se han hecho públicas hoy en hasta tres artículos en la revista especializada The Innovation. En ellas se explica que los científicos han catalogado el cráneo en una nueva especie humana que no se había registrado nunca antes y la han bautizado como Homo Longi u "Hombre Dragón". "El cráneo combina características primitivas y derivadas que los distinguen de todo el resto de especies Homo", así lo ha justificado el profesor de paleontología Quiang Ji, que ha participado en el estudio.
El cráneo de Harbin tiene semejanzas con los del Homo sapiens, pero también una serie de diferencias. Según los investigadores, su dimensión indica que podría albergar un cerebro de tamaños comparables con el de los humanos modernos, pero las cuencas de los ojos son más grandes y prácticamente cuadradas, las cejas gruesas, una boca ancha y también unos dientes de dimensiones más grandes.
Según los artículos, este cráneo correspondería a un macho de unos cincuenta años que vivía en el bosque como aparte de una pequeña comunidad. Los Homo Longi cazaban, recolectaban frutas y verduras y quizás podrían llegar a pescar, según Xijun Ni, profesor de paleoantropología y primatología del Acàdemia Xinesa de Ciencias, donde se han realizado los estudios.
Por localización en que se encontró y su tamaño los investigadores creen que el Hombre Dragón se podría adaptar a entornos difíciles, dispersarse por Asia e, incluso, haber coincidido con l'Homo sapiens durante el Pleistoceno medio. En caso de que fuera así, eso habría podido tener efectos muy significativos sobre nuestra historia y evolución: "Hemos encontrado nuestro linaje hermano perdido hace tiempo", ha concluido el científico Ni.