"Los premios siempre tienen este punto de misterio, no puedes saber qué hace que los ganes o que no; cuando te presentas es porque piensas que quizás puedes ganar, pero a la vez te parece que es imposible". Al contrario de lo que podría pensar en alguna de estas cavilaciones internas, no ha sido imposible para Clara Queraltó conseguir uno de los premios literarios más cotizados de nuestra casa. Filóloga, escritora, docente y columnista de Revers, acaba de ganar la 9.ª edición del Premi Llibres Anagrama en catalán con Com el so d’un batec en un micròfon, una novela coral con dos puntos de vista diferentes que vertebran la historia de Gabriela y Quim, de 18 y casi 40 años respectivamente, que se encontrarán un verano en un pueblo pequeño del Empordà. "Siempre pienso que escribo sobre lo que me inquieta y la historia nace de aquí; convivo con otro escritor y estamos todo el día hablando de cosas que podrían ser novelas, a veces vemos novelas en todas partes", explica la autora.
De esta manera, los dos protagonistas de la novela conforman una misma historia explicada desde dos voces diferenciadas y, por lo tanto, como dice la propia autora, "no es la misma historia". Con un relato que recoge todo un año de vida, la narración acompaña la relación de estos personajes dividida en dos etapas: la primera, la que explica Gabriela de junio a noviembre, y la segunda la que vive Quim, de noviembre a junio. "A partir de que se conocen entra en juego el deseo, con todo aquello que tiene de aprendido, pero también de irracional y, sobre todo, cómo nos miramos y nos explicamos a nosotros mismos". De esta manera, Queraltó firma una novela íntima y profunda que indaga en el ser humano, rascando en todo aquello que nos preocupa y nos ilumina a partes iguales. La obra explora los mecanismos de la seducción y la atracción entre contrarios y plantea un juego de espejos "absorbente y perturbador" que funciona con una precisión milimétrica. En palabras del jurado, se trata de una novela que plantea una fábula incómoda sobre las primeras etapas del amor que, en el fondo, son una forma de prejuicio. La novela estará disponible en las librerías el próximo mes de marzo.
Esta no es la primera obra de la escritora, que ya cuenta con algunos proyectos literarios bajo el brazo. Clara Queraltó (Pla del Penedès, 1988) se estrenó en el mundo literario con El que pensen els altres (Proa, 2018), un libro por el que recibió el premio Mercè Rodoreda de Contes i Narracions el año 2017 y que consta de 18 cuentos diversos. En 2021 volvió a las estanterías con la novela Et diré R. (Empúries), en el que indagaba en los interrogantes de una joven embarazada que se encuentra sola en una gran ciudad y tiene que lidiar con la soledad, la precariedad económica y el amor contrariado. También ha colaborado en los programas El Llop o La Puntual de TV3, junto con Àngel Llàcer y Enric Cambray, y actualmente es profesora de lengua y literatura catalana, además de escribir una columna en Revers, el vertical cultural de ElNacional.cat, y hacer una pequeña sección en el No ho sé de Rac1.
De esta manera, con la llegada del Premi Llibres Anagrama en catalán, Queraltó da un paso más en su carrera como escritora consolidada en nuestra casa. La autora ha recibido este reconocimiento "con una ilusión fuertísima y unos nervios proporcionales a la ilusión, porque lo han ganado autoras y autores de quien he aprendido y que admiro" y porque, además, la editorial Anagrama la ha acompañado desde siempre y la ha formado, dice, como lectora y como escritora. "Escribir tiene una parte que es muy solitaria, es verdad, pero tiene toda una parte que no: desde el momento en que compartes el texto con alguien mientras lo escribes, hasta que interviene la editorial. Y, sobre todo, por los lectores. La función del libro es esta, llegar a alguien que está al otro lado", ha matizado la autora, a quién le gustaría que la novela pudiera llegar a mucha gente. "Al final, cuando escribes quieres que tu historia llegue al máximo de lectores posibles, y un premio, con la visibilidad que te da, te lo permite". Este año, el jurado del galardón ha sido formado por Mita Casacuberta, Guillem Gisbert, Imma Monsó, Sergi Pàmies, Jordi Puntí, Isabel Obiols y Silvia Sesé, y la dotación del premio es de 12.000 euros.
Los otros galardonados del Premi Anagrama
La pasada edición, el Premi Llibres Anagrama de Novel·la en catalán fue para la debutante Andrea Genovart, con un Consum preferent —Consumir preferentemente en castellano, con traducción de Rubén Martín Giráldez—que retrataba una Barcelona nada idealizada. Un año antes, en 2022, el reconocimiento quedó desierto. Pol Guasch se llevó el premio con Napalm al cor (Napalm en el corazón): era el año 2021 y la crítica se rindió ante una narrativa poética bellísima que describía varias opresiones y represiones a través de la mirada de una pareja de chicos residentes en una zona militarizada. Antes de él, Anna Ballbona se hizo con el reconocimiento por No soc aquí en 2020, mientras que el mismo año Terres mortes de Núria Bendicho recibió la mención especial del jurado. En 2019 el premio fue para Canto jo i la muntanya balla, de Irene Solà; en 2018 para Llucia Ramis y Les possessions; en 2017, para La memòria de l'arbre de Tina Vallès, y el Jambalaia d'Albert Forns ganó en 2016.