Después de unas semanas de su estreno en Disney+, parece prudente asegurar que Cómo conocí a tu padre no será un gran éxito. La historia es lo bastante interesante, con el personaje interpretado por Hilary Duff buscando a su pareja ideal mientras vive aventuras con sus amigos en Nueva York, pero donde flojea está en el humor, elemento indispensable para que una comedia de este tipo funcione, como lo ha hecho en todas las series en que esta se refleja. Porque, evidentemente, la referente principal de la serie es Cómo conocí a vuestra madre, pero detrás también hay todo un bagaje de comedias como las que Cómo concocí a tu padre desearía ser, y aquí os traemos a las mejores.
La madre de todas las comedias de situación de amigos jóvenes en la ciudad que hemos visto este siglo. De hecho, Cómo conocí a vuestra madre ya imitaba muchos elementos, pero tuvo el acierto de diferenciarse incorporando un objetivo final, la madre, y diferentes formas narrativas que se salían de lo tradicional. Cómo conocí a tu padre ha mantenido el objetivo, pero no juega tanto con las formas, volviendo un poco a lo que había sido Friends, pero lejos de conseguir el carisma único de Ross, Rachel, Chandler, Monica, Joey y Phoebe ni de construir escenas igual de hilarantes a partir de sus interacciones.
Friends no fue la primera gran sitcom sobre un grupo de amigos en torno a los 30 años, porque ya tenía algunas comedias previas de referencia, como Seinfeld, la influencia de la cual todavía se sigue notando. Es muy curioso revisionarla hoy, de hecho, porque ves el origen de toda una serie de elementos que se han ido repitiendo a lo largo de los años hasta llegar a Cómo conocí a tu padre, especialmente en la habilidad de generar comedia a partir de los momentos más cotidianos. Jerry, Elaine, George y Kramer podían pasarse todo un capítulo buscando el coche enel parking o intentando cenar en un japonés, y siempre, siempre, siempre conseguían hacernos reír.
Lo que hizo The Big Bang Theory es coger esta fórmula del grupo de amigos que tan bien funcionaba y traerla al terreno de los friquis. La idea funcionó. El problema aquí es que quedó una serie muy masculinizada (a menudo, incluso, machista), que se intentó reconducir con la introducción de más personajes femeninos. Pero las estrellas siempre fueron sus iniciales protagonistas, divertidos y bien construidos, con una Penny que mostró una gran evolución al lado de Leonard, un Raj y un Howard que nos dejaron momentos estelares y un Sheldon Cooper que se acabó convirtiendo en uno de los personajes más icónicos de la televisión.
Un grupo de amigos que vive en un piso durante los años que intentan ordenar sus vidas en medio de amores y desamores. No parece que tenga que tener nada de diferente respecto a ninguna de las otras series de la lista, pero sí que tiene una cosa que la hace especial: su sentido del humor. Aquello que Cómo conocí a tu padre no ha sido capaz de encontrar, New Girl lo hizo a través de ir un poco más allá para flirtear con el humor absurdo, creando conversaciones sin sentido y situaciones alocadas que funcionaban gracias a unos personajes extravagantemente divertidos como Jess, Nick, Schmidt y Winston.
Más allá de las historias que pueden vivir los amigos en el día a día, que es lo que acaba llenando los capítulos de una serie como Cómo conocí a tu padre, lo que realmente genera el interés por seguir mirando la serie es descubrir con quién acaba la protagonista. Y pocas series han ejecutado tan bien esta tensión como la británica Lovesick. Con un gran sentido del humor, sigue la historia de Dylan después de descubrir que tiene clamidia, dedicando un episodio a repasar cada una de las chicas con quien ha estado. A lo largo de las tres temporadas, sin embargo, se hará evidente que su verdadero amor lo ha tenido siempre en frente.