A veces esa imagen recurrente y tan común en las calles de Barcelona vuelve a mi mente para removerme el estómago. Es la imagen de la gaviota con los ojos desorbitados devorando una paloma. Una metáfora de lo descarnada que es la vida, de ese símbolo de la paz despedazado por las fauces del fanatismo aviar. Tots ocells, de Wajdi Mouawad, ha llegado en catalán con Periscopi para removernos por dentro y para seguir recordándonos que el teatro puede ser un diálogo filosófico. Hasta el 23 de octubre la podemos disfruta gracias a La Perla 29 bajo la dirección de Oriol Broggi.
Tots ocells, de Wajdi Mouawad, ha llegado en catalán con Periscopi para removernos por dentro y para seguir recordándonos que el teatro puede ser un diálogo filosófico
El argumento de la obra gira en torno a la vida de Etian, un joven que emprende un viaje para buscar sus orígenes. En medio de esta búsqueda vital se ve herido de muerte por un atentado terrorista en el puente de Allenby. Su novia, Wahida, tiene que ponerse en contacto con sus padres, de confesión judía, que no la tragan por ser musulmana. Mientras el joven se debate entre la vida y la muerte, el choque de identidades y de bagajes culturales con sus correspondientes heridas hace hervir las escenas. Todo se convierte en una olla a presión. Al final, esta obra, como todas las de Mouawad, nos plantea preguntas sobre los discursos de odio y sobre la violencia heredada, aquella que deja cicatrices demasiado visibles como para no revisarla cada cierto tiempo.
La violencia heredada, el tema central de las obras del dramaturgo libanés
En referencia a la violencia heredada, un tema preponderante en las obras del autor, Tots els ocells nos plantea si podemos superar los prejuicios y el peso de las herencias familiares: ¿puede un judío berlinés de padres israelís estar enamorado de una mujer árabe estadounidense de orígenes palestinos? ¿Puede un judío no ser sionista y no reclamar una tierra que no pertenece a nadie y dejar de tener prejuicios sobre los árabes? Se plantean tantas cuestiones a lo largo de esta obra, se plantean tantos conflictos enquistados, que es difícil escoger uno. Mouawad nos plantea problemáticas que unen los lazos de las identidades contemporáneas con los conflictos internacionales para hablar de temas universales como el amor. Es sencillo, ¿verdad? El amor. Pero no así el conflicto árabe-israelí, que es lo que nos plantea de fondo en toda obra.
Mouawad nos plantea problemáticas que unen los lazos de las identidades contemporáneas con los conflictos internacionales para hablar de temas universales como el amor
Wajda Mouawad ha sido traducido a más de veinte lenguas y es uno de los dramaturgos con mayor impacto social en lengua francesa. Exiliado debido a la guerra del Líbano, el escritor plasmó en La sangre de las promesas, su tetralogoía más conocida, cuatro obras majestuosas y desoladoras: Litoral, Incendios, Bosques y Cielos. Quizás, una de las más conocidas es Incendios, que fue llevada al cine por Denis Villeneuve. Aquí también revisa la violencia heredada por las personas que tienen la guerra como ancestro. Wajda Mouawad estará en las mesitas de noche de muchos lectores este mes y también en sus agendas. No os perdáis esta obra, que tenemos el gusto de disfrutar en una de las salas más intimistas de nuestra ciudad.