Casualidades de la vida, ironías del devenir han querido que una festividad tan nuestra como Sant Jordi tenga como gran protagonista el más madrileño de todos los castizos actualmente: C. Tangana. Madrid nos roba! Después de posponer una vez y otra las fechas de su gira por culpa de aquella cosa insoportable que fue la pandemia y sus reiterativos confinamientos totales, comarcales o locales, por fin llega a Barcelona el 'Sin cantar ni afinar tour 22', la gira con que la figura más relevante y destacada de la escena musical estatal actualmente está presentando su último disco, El madrileño. Un álbum con que, aproximándose a las formas clásicas del pop rock español y sumándole pinceladas de ritmos latinos, ha cambiado la música urbana facturada por estas latitudes.
🌹 Sant Jordi 2022, en directo: última hora de la diada del 23 de abril
Filosofía y puñetazos
No hace tanto que C. Tangana era Antón Alvarez Alfaro, Pucho para los amigos, un rapero del extrarradio de Madrid con estudios de Filosofía. Empapado de horas y horas de escucha compulsiva de los discos de Mala Rodríguez, Siete Notas Siete Colores, CPV, Violadores del Verso, Solo los Solos, Toteking, El Chojin o SFDK rimaba escondido tras el nombre de Crema. Versos que volaban por libre hasta que se sumó al colectivo Agorazein.
Era la época en que tenía sus particulares beefs con la gente de Los Chikos del Maiz. Pucho repartió estopa con el tema 'Nada'. Los valencianos lo atacaron despiadadamente con 'Los Pollos Hermanos'. "El problema se que cobro más que tú y tú grupo juntos", tiraban Nega y Sucio contra el que definían como 'el pagafantas de Carlota'. Una tangana que acabó a puñetazos en un concierto de Los Chikos del Maiz de 2015 en Madrid. Una cuestión de estado en la cual incluso se posicionó Pablo Iglesias... a favor de los levantinos.
De tangana en Tangana
Agorazein presenta... C. Tangana era el mes de junio de 2011 y con este disco, Antón presentaba en sociedad a su nuevo alter ego. Recordad su nombre: C. Tangana. Un álbum que ya evidenciaba las ganas de llevar el rap (entonces eso de música urbana era una eteléquia) a parajes todavía no explorados en nuestro país. Un trabajo más que correcto pero todavía lejos de convertirse en una obra referencial. Todo cambiaría cuando el madrileño empezó a colaborar con el productor catalán Alizzz. De aquella asociación surgirían temas como 'Llámame más tarde' o 'Antes de morirme', composiciones en que colaboraba la Rosalía, entonces pareja del Antón (el madrileño también participaría de la composición de El mal querer, el disco qué elevaría la trayectoria de la cantante de Sant Esteve Sesrovires).
Más importante fue todavía la aparición de Ídolo, disco afiliado a las formas del rap y el trap pero que, sólo hay que escuchar temas como 'Mala mujer' para darse cuenta de ello, se expandía hacia territorios sonoros que acabarían eclosionando con El madrileño. Obra total, la última referencia de Tangana es un disco que mira adelante girando la vista por enmirallar-se en el pasado. Anton... y Cristian Quirante Catalán (el Alizzz) parten de la música urbana pero llegan al pop, el rock y el flamenco español de los 80 y los 90 y la música latina. Paradigma de eso es una lista de colaboradores que es una verdadera fantasía melómana donde encontramos nombres como Niño de Elche, La Húngara, Toquinho, Gipsy Kings, Jorge Drexler, Kiko Veneno, Andrés Calamaro...
Desde el escritorio
Publicado ahora hace un año, El madrileño, álbum escaparate de singles abrumadores como 'Demasiadas mujeres', 'Tú me dejaste de querer', 'Nunca estoy', 'Los tontos' o 'Hong Kong', se convirtió instantáneamente en un clásico contemporáneo. El instinto brutal de Tangana por el marketing y la polémica con réditos hicieron el resto. Eso y un Tiny Desk que dejó boquiabiertos a los 29 millones de usuarios que ya lo han visto en Youtube y que de alguna manera es la base del espectáculo con que actualmente está girando Antón y que hoy presentará en Barcelona.
Dicen las crónicas del concierto que Pucho ofreció en el Wizink Center de Madrid a inicios del pasado mes de marzo, que aquella fue una velada catártica. Una de aquellas experiencias transformadoras. Una de aquellas actuaciones de la que sales siendo una persona totalmente diferente a la que eras cuando entraste. Ay, la prensa musical, siempre tan hiperbólica. O quizás esta vez no tanto. Lo sabremos este noche cuando un madrileño se convierta en el gran protagonista de Sant Jordi.