La corrupción, en el Estado español, no es un fenómeno reciente. Han aparecido casos en todas las épocas. Tampoco es un fenómeno episódico: de hecho se trata de un hecho muy recurrente. Por eso, la Universitat Autònoma de Barcelona ha decidido organizar un congreso donde se aborda este tema, el Primer Congreso Internacional de Historia de la Corrupción Política en la España Contemporánea. Se celebrará en el Born los días 14 y 15 de diciembre, y participarán en él destacados especialistas, como Ángel Viñas, el historiador que descubrió los sobornos de Gran Bretaña a los generales franquistas para que la España de la época no entrara en la Segunda Guerra Mundial con el Eje. Hoy se ha presentado a la prensa este acontecimiento, que ha tenido el apoyo del Comisionado de Programas de Memoria del Ayuntamiento de Barcelona.

Aterrador

Los organizadores han presentado varios casos que ponen de manifiesto hasta qué punto la corrupción ha sido extendida a España en los últimos doscientos años. Se ha explicado, por ejemplo, que entre 1820 y 1864, con el tráfico de esclavos prohibido en España, se introdujeron 600.000 esclavos en Cuba. La clave de esta entrada clandestina de esclavos fue la colaboración de los capitanes generales de Cuba con los negreros, con la colaboración inestimable de la regente Maria Cristina de Borbó, que parece ser que estaba implicada el negocio. Los capitanes generales no lo hacían por simpatía con los negreros (o no sólo por esto); cobraban 10 pesos cubanos por cada esclavo. Y el multimillonario Joan March tenía sobornado a todo el cuerpo de Carabineros para introducir tabaco de contrabando. Cuando fue encarcelado, durante la República, sobornó al personal de prisiones para fugarse. Desde el exterior, financió el golpe de estado de Franco, que le dio apoyo... Lo peor, como apuntan los organizadores del Congreso, es que muchos de los casos quedaron impunes, o porque el delito no había sido definido, o porque no se concedió el suplicatorio para juzgar a los implicados, o incluso porque la justicia cedió a las presiones de los implicados.

La Monarquía, hasta el cuello

La corrupción en el Estado español ha llegado hasta las máximas instancias del Estado. La regente María Cristina de Borbón, sospechosa de haber sido implicada en el tráfico de esclavos, cobró una comisión de 5 millones de reales para vender las minas de Almadén, las mayores minas de mercurio del mundo, en la banca inglesa Rotschild. No estaba sola. El ministro de Hacienda, conde de Toreno, se llevó 6 millones. Parece ser que la misma Maria Cristina, con su hija, Isabel II, robaron las joyas de la Corona en el momento de caída de la monarquía borbónica. 

Impunidad para las élites

Borja de Riquer ha denunciado que en España ha habido históricamente un déficit de mecanismos para perseguir a los políticos, que muestran una fuerte tendencia a la autoprotección. Los organizadores han puesto de manifiesto que el Congreso español, de 1837 a 1911, denegó la mayoría de suplicatorios para procesar sus diputados. Tan sólo concedió menos de un 4%. De esta forma muchos de los corruptos quedaron impunes. Pero eso sigue siendo problemático: actualmente España es el Estado de Europa con un mayor número de aforados: 250.000. No sólo están aforados los gobernantes y parlamentarios (centrales y autonómicos), sino también los miembros del Tribunal de Cuentas, del Consejo de Estado, de la Judicatura, de la Fiscalía y de las Fuerzas del Orden...

De los hechos a las causas

Los historiadores implicados intentarán no sólo describir unos hechos, sino también vincularlos a sus causas y a sus consecuencias. Ricard Vinyes, Comisionado de Programas de la Memoria ha justificado el apoyo del Ayuntamiento al acontecimiento por su originalidad, porque el tema nunca se había tratado de forma tan ambiciosa, y también por la transversalidad con que los organizadores, un grupo de investigación de gran valía, querían tratar este fenómeno en los siglos XIX, XX y XXI. Borja de Riquer, organizador del Congreso a través del Grupo de Historia del Parlamentarismo de la UAB, argumenta que en los estudios sobre parlamentarismo la temática de la corrupción se tocaba muy a menudo, pero que a pesar de todo no había estudios sistemáticos sobre el tema (a diferencia de lo que pasaba en Alemania y Francia). Borja de Riquer ha destacado que en este congreso se ha invitado a sociólogos, politólogos, economistas y especialistas en otras disciplinas que también abordarán el tema junto a los historiadores. Asegura que en este encuentro habrá aportaciones importantes sobre la historia de la corrupción, y que servirá para poner la primera piedra para una base de datos sobre la corrupción en España, muy sistemática, con referencias a las fuentes donde aparecen los diferentes casos. Joan Lluís Pérez Francesch, director del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales de la UAB, ha asegurado que sin un conocimiento de "nuestras miserias" no podemos construir una nueva teoría del Estado y, al mismo tiempo, no podemos adoptar políticas que combatan el problema, porque cree que es posible avanzar hacia el "buen gobierno" de nuestras sociedades.

Sin límite

Borja de Riquer ha afirmado que en este Congreso se podrá hablar de casos de corrupción desde el siglo XIX hasta el XXI, sin límites cronológicos ni temáticos. "La única limitación que tendrán los ponentes será la longitud del texto", ha afirmado Borja de Riquer, de forma tajante. Y ha destacado que aunque la corrupción es difícil de investigar, tiene que seguir intentándosela, porque continúa de plena actualidad. La corrupción cuesta billones de euros en la Unión Europea, y España no está en las mejores posiciones de lucha contra ella. Riquer afirma, en base a diferentes estudios, que avui en dia la corrupción no es sistémica, pero que está profundamente arraigada en la financiación de los partidos políticos y en las administraciones locales. Y asegura que en la Europa Central y Nórdica hay una condena moral mucho más dura de la corrupción que en la Europa mediterránea. Pero también puntualiza que en algunos países nórdicos donde había mucha corrupción, se ha conseguido disminuirla drásticamente. Y esto abre puertas a la esperanza.

 

Foto de portada: La reina María Cristina de Borbón Dos Sicilias. Vicente López y Portaña (Museo del Prado) / Luis Bárcenas. ACN.