Monique bordea los 12 años. Es americana y vive en Nueva York con sus padres. Un día entra en el comedor de casa y se los encuentra sentada alrededor de la mesa, su padre con la cabeza gacha y una expresión sombría que alerta a la pequeña que está pasando alguna cosa incontrolable, maquiavélica. Encima de la superficie hay un libro rojo que Monique no ha visto nunca. Todavía no sabe que aquel nuevo trasto lleno de hojas y páginas significará rescatar su propia memoria y la de su padre, y descubrir que un día tuvo un tío revolucionario que se llamaba Salvador y que fue ejecutado.

De este salto temporal hace más de tres décadas y es casi como si un relato tan rebozado de injusticia estuviera predestinado a tener una continuación de cuento de hadas, aunque solo sea en uno de los muchos capítulos que configuran esta historia. Monique Puig es la sobrina de Salvador Puig Antich, hija de Joaquim Puig Antich, el hermano mayor del anarquista catalán que se marchó a vivir a los Estados Unidos a finales de los 60. Aquel día, sentada al lado de los padres, Monique descubrió que su padre no se llamaba Kim y que había nacido en un pequeño país de nombre Catalunya donde se hablaba una lengua que se llamaba catalán. También supo que su tío fue condenado a muerte por el franquismo, y suponemos que en aquel preciso momento, allí en la mesa, también se dio cuenta del sufrimiento de que su progenitor llevaba años escondiendo como un secreto demasiado espinoso como para ser compartido.

Xavier con Monique
Xavier Sanjuan con Monique Puig.

Este filón extraordinario marca el viaje de Puig Antich, el llibre vermell, la serie documental que este jueves se estrena con dos capítulos en 3Cat y que el próximo martes llegará como pieza documental al Nits Sense Ficció. Un recorrido que busca no solo quedarse en los grandes titulares más sonados, sino rascar en la complejidad de una de las crónicas más oscuras del tardofranquismo para acercarla y hacerla mucho más comprensible para las nuevas generaciones. "Siempre se ha explicado de forma rápida y en poco tiempo, y se acaba perdiendo interés porque la gente se pierde, es un caso muy complejo", explica Xavier Sanjuan, director del documental. Para conseguirlo, han apostado por explicar el relato entero y, sobre todo, por hacerlo con un lenguaje visualmente moderno que adopta pinceladas atractivas del true crime. "En el fondo, estamos ante un doble asesinato, y tenemos la oportunidad de explicarlo de esta manera; hemos convertido el relato de Salvador Puig Antich en un true crime", puntualiza Sanjuan.

La perspectiva exclusiva de Monique

El documental empieza con Monique explicando quién es y narrando el momento en que recibieron el libro rojo. Se trata de una recopilación de artículos y de cartas editadas en una cubierta roja —símbolo de la sangre derramada— hecha por Carme, una de las hermanas Puig Antich, con un ejemplar para cada hermano. El recurso narrativo que utiliza Sanjuan es dibujar metafóricamente el mismo camino que hizo la sobrina de Puig Antich para descubrir toda la historia en torno a su tío desde el inicio, dando la mano al espectador para que entienda y reflexione sobre cada momento crucial. Testigos presenciales, periodistas o juristas participan de una pieza audiovisual que tiene el objetivo de hacer justicia alimentando la memoria histórica del país.

Me gustaría que las hermanas Puig Antich lo recibieran como el documental que Salvador se merece

"Cuando Monique abre este libro, no entiende nada, solo ve artículos en un idioma que desconoce completamente —catalán y castellano— y solo reconoce el apellido Puig Antich. A partir de aquí, empieza a hacer preguntas y empieza a descubrir la historia de su familia hasta el punto que ahora Monique habla catalán", dice Sanjuan, que ha contado con el periodista Jordi Panyella —autor de Salvador Puig Antich, cas obert (Angle Editorial), que se acaba de reeditar— como asesor de contenidos. Joaquim Puig Antich murió entre los 80 y los 90, y actualmente su hija viene a Barcelona siempre que puede y tiene una muy buena relación con sus tías.

Investigaciones inéditas sobre el caso Puig Antich

Aparte de este componente narrativo y emocional que acerca el relato de Puig Antich de forma genuina, Puig Antich, el llibre vermell también aporta nuevos datos inéditas a tener en cuenta que siguen ratificando que el juicio fue un fraude. Entre ellas, el equipo liderado por Sanjuan ha tenido acceso a los papeles originales del caso —y no a la fotocopia compulsada—, archivos que 50 años después del crimen continúan ocultos en una caja fuerte y no están archivados como cualquier otra causa judicial, sin saber el motivo. "Quería ver los originales para decir que, si decimos que la autopsia del policía fue modificada, quiero ver realmente cómo está manipulado este documento", matiza.

Con las hermanas en Girona 70
El director del documental con las cuatro hermanas Puig Antich, delante del portal donde se produjo el tiroteo.

A la hora de documentarse para el documental, Sanjuan y compañía también han encontrado una carpeta que no estaba indexada y que contenía un documento que no había salido nunca a la luz hasta ahora, en que se encuentra un borrador de la inteligencia americana que asegura que el año 1974 había micrófonos ocultos en las salas de deliberaciones de los Consejos de Guerra del Gobierno Militar de Barcelona. "En estos papeles, se cita que una de las salas donde se podía haber roto el secreto de deliberación es la de Salvador Puig Antich, y en este juicio fue condenado a muerte", explica el director, que dice que se trata de una "anomalía" a pesar de estar en tiempo de descuento de la dictadura de Franco, porque "en un juicio militar se tenía que respetar el secreto de deliberaciones".

[Los compañeros de Salvador en el MIL] son muy reacios a hablar ante los medios de comunicación porque se han sentido maltratados

La pieza reúne testimonios como los de Carme, Montse, Imma y Merçona, las cuatro hermanas; el abogado Francesc Caminal, que llevó la defensa de Salvador; Ángel Juanes, jurista y exmagistrado del Tribunal Supremo; Tomás Gil, hijo del jefe de la Brigada Político-social que dirigió la operación contra Puig Antich, u otros testigos presenciales de los hechos, como dos de los compañeros del MIL (Movimiento Ibérico de Liberación) que conocieron a Puig Antich. En este sentido, Xavier Sanjuan destaca que le ha costado que los militantes de este movimiento hablaran. "Practicaban una agitación armada y querían establecer un nuevo sistema, y se han sentido muy maltratados porque se ha sesgado y reducido mucho lo que piensan, y son muy reacios a hablar ante los medios de comunicación", explica.

Después de casi cinco meses de estar inmerso en el proyecto, y sin estar demasiado familiarizado previamente, Sanjuan se ha quedado con la misma sensación que experimentan todos los que se acercan de forma consciente a toda la casuística que derivó en la cruel ejecución de Salvador Puig Antich: rabia, impotencia, impunidad y sobre todo una gran empatía hacia las hermanas. A ellas va dedicada parte de todo el trabajo hecho después de 50 años de lucha y empoderamiento, porque al director del documental le gustaría que "lo recibieran como el documental que el Salvador se merece". También para que esta historia quede inoculada en el imaginario de toda la sociedad como una gran injusticia en que todavía no ha recibido ningún perdón ni reparación por parte del estado español.