Matemáticas, físicas y fotónicas se fusionan en una muestra en el CosmoCaixa, donde un gran calidoscopio introduce al visitante en un itinerario que permite experimentar con los efectos y particularidades de los espejos, uno de ellos del observatorio de ondas gravitacionales de Pisa (Italia).

Espejos, dentro y fuera de la realidad es una exposición "imaginativa y llena de sorpresas que usa el potencial y las aplicaciones de los espejos para demostrar que la realidad se puede observar desde ópticas diferentes", explica la directora general adjunta de la Fundació Bancària 'laCaixa', Elisa Duran.

La exposición se podrá visitar hasta el 26 de enero del 2020, cuando se traslade a los diversos centros que la Fundación tiene por toda España, y acabará su recorrido itinerante en el 2022.

Itinerario interactivo

Con el espejo como único elemento museográfico, se construye un itinerario que, de manera interactiva, "muestra al visitante las múltiples aplicaciones científicas que tienen los espejos", ha dicho Duran, y también invita a "reflexionar sobre cómo nos vemos a nosotros mismos, cómo nos ven los otros y cómo vemos a los otros".

"Los espejos forman parte de nuestra vida cotidiana, el primero que hacemos al levantarnos es lavarnos la cara, los dientes, etc., ante de un espejo, y a medida que nuestro día avanza vamos encontrándonos con espejos", ha dicho el director de CosmoCaixa, Lluís Noguera.



Las leyes de la reflexión y refracción de la luz son las protagonistas de esta exposición, así como los planos de simetría y las relaciones matemáticas que intervienen en todo eso.

Recorrido por la exposición

La exposición empieza invitando al visitante a "atravesar el espejo, como hizo Alicia en el país de las maravillas," y a partir de aquel momento la exposición se divide en dos parte diferenciadas por el color negro y el color blanco, que se conectan a través de un túnel a escala humana de espejos calidoscopios.

La parte negra de la exposición profundiza en las propiedades del espejo "desde la vertiente más accesible", como por ejemplo los espejos planos, curvos o calidoscópicos, entre otros, para descubrir los aspectos matemáticos que confluyen en estos objetos y "empezar a preguntarnos sobre lo que reflejan".

En la segunda parte de la exposición, la parte blanca, la luz se convierte en la protagonista y se explica cómo su interacción con los espejos "permite ir a la Luna navegante con un sextante, capturar imágenes detallas de galaxias lejanas o ver la primera luz después del Big Bang".

Interactividad

La muestra ha contado con el asesoramiento del Museu de Matemàticas de Catalunya y del Institut de Ciències Fotònicas, y con colaboraciones como el proyecto 'Verge', que ha cedido un espejo procedente del observatorio de ondas gravitacionales que tiene en Pisa.

La particularidad de esta exposición, ha comentado al director del Área de Divulgación Científica y CosmoCaixa, Jordi Portabella, es que "supera el nivel de interactividad que caracteriza en las muestras del CosmoCaixa, ya que los visitantes pasan a interactuar con ellos mismos a través de su cuerpo."

Junto con la muestra, el CosmoCaixa ofrece varias actividades, como un ciclo de conferencias durante el jueves de mayo para profundizar en los contenidos de la exposición, talleres familiares, proyecciones de películas cada jueves de julio y agosto y actividades para grupos escolares, entre otros