La prensa impresa no levanta cabeza y el sector se descuelga tanto del ciclo económico como de la evolución de la inversión publicitaria, dos indicadores de que difícilmente remontará si no cambian radicalmente las tendencias a la baja que lo marcan desde el inicio de la crisis, en 2008. Si los ingresos no mejoran, las editoras deberán recortar sus costes, cosa que equivale a más despidos.
Desde siempre, la evolución del gasto publicitario precede y acompaña la del PIB, que en el Estado español crece desde 2013. La prensa, sin embargo, no acompaña ninguna de ambas tendencias, ni en ventas (quioscos, suscripciones) ni en aumento de la inversión publicitaria. Estos cuatro gráficos muestran la magnitud de la tragedia:
Por tercer año consecutivo, la inversión publicitaria crece en España. En 2016 aumentó un 2,9% (para un total de 4.207,7 millones de euros), acompasada con el PIB, que subió un 3% el mismo año, según datos del informe i2P de Arce Medía y del Instituto Nacional de Estadística, respectivamente. Todos los medios han crecido en inversión publicitaria en 2016 excepto los impresos y la publicidad exterior (vallas, opis, etc.). La prensa ha perdido un 7,1% del gasto publicitario respecto al año anterior. Por suerte, la facturación publicitaria digital rebaja el golpe al 1,6%.
El mencionado informe mantiene las malas previsiones para 2017: los diarios de papel añadirán una pérdida del 7,3%. En 2016 los anunciantes gastaron 560 millones en prensa impresa y en 2017 gastarán 517 millones. El resto de medios aumentará su facturación publicitaria... excepto los impresos (prensa, suplementos dominicales y revistas).
La buena noticia es que casi el 28% de los ingresos publicitarios corresponde a las versiones online de los diarios. La mala noticia es que el crecimiento del gasto publicitario en soportes digitales previsto para el 2017 se reducirá un 40%, según el mismo informe.
Las ventas, peor
La otra gran fuente de ingresos de la prensa, la venta de ejemplares, presenta peores resultados. No se espera que mejoren. La evolución fatal que muestra el cuadro entre 2008, el mejor año de la historia, y 2016, empeora leyendo los datos de ventas de enero de 2017. Caen todos los diarios: los cuatro de Madrid y los cuatro catalanes.
Los de Madrid (El País, El Mundo, ABC y La Razón), que venían conjuntamente 526.721 copias por término medio en enero del 2016 han caído a los 440.806 de enero del 2017, un porrazo del 16,3%. Los de Barcelona (La Vanguardia, El Periódico, El Punt Avui y Ara) con penas y trabajos suman 222.976 ejemplares en enero del 2017, un 9% menos que hace un año (244.974 ejemplares).
La prensa impresa no remonta la crisis económica ni tampoco la de su propio modelo de negocio. Eso quiere decir que se avistan más despidos y más recortes de gastos.
De hecho, ya han empezado. La Vanguardia ha prescindido de tres ilustradores del su dominical y de algunos periodistas de Cultura. El Periódico ya ha avisado que este año no podrá devolver el 9% de sueldo perdido con la reducción forzosa de horarios aplicada hace tres años. ABC ha reducido el número de ediciones y colaboradores y tiene en cartera entre 15 y 20 despidos (el resto del grupo ya ha hecho 20 los últimos meses) y negocia una nueva rebaja salarial del 10%. En El Mundo, el nuevo propietario, el italiano Urbano Cairo, ha ordenado recortes en todo el presupuesto. El País quiere ofrecer la salida negociada de entre 15 y 17 personas y en el consejo de administración hay malestar con las retribuciones de los consejeros. Eso. Pintan bastos.