"El día que pusimos en venta las entradas para Mar i cel hicimos una porra a ver quién adivinaba cuántas venderíamos", explica Anna Rosa Cisquella, directora de Dagoll Dagom, compañía icónica del teatro catalán, que este septiembre pondrá fin a 50 años de carrera. Lo harán llevando de nuevo al escenario del Teatre Victòria su espectáculo más aclamado, la adaptación de la obra homónima de Àngel Guimerà que estrenaron originalmente el año 1988, convirtiéndose instantáneamente en un clásico contemporáneo de nuestras artes escénicas. Mar i cel volvió a las salas en el 2004 y en el 2014. Lo volverá a hacer del próximo 14 de septiembre al 2 de febrero de 2025 como clausura de medio siglo de teatro musical y compromiso social. "¡Yo dije que venderíamos 50!". Evidentemente, Cisquella se quedó corta. Muy corta. "Creo que vendimos más de 2000". Solo el primer día.

Tarde de ensayo

Hoy es tarde de ensayo. Todavía queda casi un mes para la noche del estreno, pero el escenario del Teatre Victòria ya está presidido por el barco, el histórico barco, el original, de Mar i cel. Arriba y abajo corren los técnicos y los directores, colocando el atrezo, dando órdenes a los actores. En esta nueva y última versión los protagonistas son Jordi Garreta dando vida a Saïd y Alexia Pascual, una de las concursantes más aclamadas de la segunda edición del talent show de TV3 Eufòria, interpretando a Blanca. Desde la compañía que en 1974 fundaron Joan Ollé (que murió en el 2022), Joan Lluís Bozzo (ya retirado del mundo del teatro), Anna Rosa Cisquella y Miquel Periel (los dos que siguen al pie del cañón), han invitado a la prensa a ver cómo evoluciona el espectáculo.

Ensayo de Mar i cel en el Teatre Victòria / Foto: Carlos Baglietto

El contenido es el mismo, pero al mismo tiempo este Mar i cel es diferente: muy nuevo y muy joven

Cisquella, con aquella energía y ademán de jerarca tan suyos, nos avisa de eso, que lo que veremos no serán más que un par de escenas de un ensayo. Que el proyecto ya avanza, pero que todavía hay mucho trabajo por hacer. Blanca y Saïd, Alexia y Jordi, se lanzan con la escena de L'expulsió / Ària de la mare que enlazan con el número Per què he plorat?. Suena de maravilla. Francamente, lo hacen más que bien. Algunos periodistas no lo pueden evitar y, cuando acaban, aplauden. Yo soy uno de ellos. "El espectáculo, como todas las veces que lo hemos llevado a escena, será el original, el que ya dirigió Bozzo el año 1988," indica Cisquella. "En el 2014 incorporamos audiovisuales, pero en esta reposición lo que encontraremos es un reparto diferente. La imprenta que dan los actores a un espectáculo hace cambiar las intenciones. Evidentemente, el contenido es el mismo, pero al mismo tiempo este Mar i cel es diferente: muy nuevo y muy joven". La directora de Dagoll Dagom insiste en destacar un casting que define reiteradamente como de buenísimo. "Es difícil escoger porque cada vez hay gente más preparada. A las pruebas se presentaron más de mil personas. Fue una selección durísima, sobre todo porque hay gente muy buena y te sabe mal dejarla fuera. Qué pena que no se hagan 10 musicales cada año en Catalunya".

Marcharse cuando toca

Hacer Mar i cel siempre es especial. Con los años ha devenido un musical amado incluso por aquellos que odian los musicales. Una parte imprescindible para entender la cultura popular catalana del último medio siglo. Es lógico que Anna Rosa Ciquella y Miquel Periel experimenten emociones contradictorias a pocos días del estreno del último espectáculo de Dagoll Dagom. "Está la tristeza que te invade en los momentos que piensas que esto se está acabando", no se esconde de admitir la Cisquella. "A mí, personalmente, me da una cierta tristeza. Pero también nos marchamos con la emoción y la satisfacción de dejarlo de una manera muy chula, en el momento que tocaba".

Jordi Garreta es el Saïd del nuevo Mar i cel / Foto: Carlos Baglietto

Nos marchamos con la emoción y la satisfacción de dejarlo de una manera muy chula, en el momento que tocaba

Mar y Cel explica la historia de unos piratas y cristianos cerrados dentro de un barco perdido en medio del mar. Un musical sobre la intolerancia y la incomprensión entre dos mundos: oriente y occidente. Dos religiones eternamente enfrentadas. Una bella historia de amor imposible entre una chica cristiana y un corsario morisco. Un musical basado en la piratería del Mediterráneo del siglo XVII y en la expulsión del reino de España de 300.000 moriscos decretada por Felipe III el año 1609. Una historia con innumerables paralelismos con el mundo en que vivimos. "Xavier Bru de Sala escribió el libreto el año 88 y ya lo hizo pensando en el conflicto entre Israel y Palestina. Casi 40 años después, el mensaje está más vigente que nunca," protesta la directora de Dagoll Dagom. "Ahora lo que está pasando todavía es más bestia. Creo que, desgraciadamente, lo que plantea Mar i cel es un conflicto eterno".

¿Qué hacemos con el barco?

Cisquella y Piriel aseguran que no habrá gira, que una vez se baje el telón el próximo 2 de febrero, se acabarán las funciones de Mar i cel, se cerrará la historia de Dagoll Dagom. "En Madrid, por ejemplo, ya fuimos la primera vez que hicimos Mar i cel y fue muy bien. Pero desde entonces ya no nos han llamado nunca más. Se sabe que Dagoll Dagom es una compañía catalana que milita en la lengua y la cultura del país y eso genera un cierto rechazo. Ya nos pasó en el 2004 que no es que nos boicotearan, pero sí que despreciaron un espectáculo que hacía un año que llenaba cada noche un gran teatro de Barcelona. No lo valoraron y prefirieron traer el montaje inglés de Billie Elliot".

Alèxia Pascual es la Blanca del último Mar i cel / Foto: Carlos Baglietto

Seguro que en el futuro habrá alguien que se planteará volver a hacer Mar i cel

Lo que desde Dagoll Dagom no descartan es que, dentro de unos años, sea otra compañía la que se aventure a devolver a escena su musical más aclamado. "Ya lo veremos. O quizás no lo veremos, porque ya tenemos una edad", ironiza Cisquella. "Pero seguro que en el futuro habrá alguien que se planteará volver a hacer Mar i cel. El problema es el barco, que es una parte muy emblemática del espectáculo. Tenemos que ver cómo se conserva, porque si no hay este barco es como si desapareciera el 50% de la obra. Pero seguro que, de una manera u otra, dentro de 10 años o de aquí a 15 se volverá a hacer Mar i cel".

¿Y después de 50 años, 33 espectáculos y 5 series de televisión, qué os queda para hacer?
Cuando la gente nos pregunta cómo es que hemos durado tanto, siempre digo que es porque hemos experimentado, hemos hecho cosas diferentes y nos hemos divertido. Porque durante 50 años, si haces siempre lo mismo, acaba siendo una plasta, ¿sabes qué quiero decir?