El Dalai Lama y Desmond Tutu son amigos. Durante años, al coincidir con frecuencia en luchas políticas y en debates filosóficos, han ido estableciendo unos fuertes vínculos y una gran complicidad. Con motivo del 80 cumpleaños del líder espiritual del budismo tibetano, el arzobispo sudafricano, de 85 años, decidió irlo a visitar a su refugio de Dharamsala, en el Himalaya indio, donde tiene su sede el gobierno tibetano en el exilio. Y allí organizaron una serie de charlas sobre cómo vivir con alegría incluso en medio de las adversidades. Ahora, con la colaboración de Dougals Abrams, han publicado un libro basado en aquellas discusiones, The Book of Joy, que ya ha salido en venta en inglés en Penguin Random House.
The Book of Joy from Human Journey on Vimeo.
Alegres, a pesar de todo
Tenzin Gyatso y Desmond Tutu se tratan entre ellos de "hermanos espirituales", porque dicen que sintonizan al cien por cien. Los dos se consideran hombres felices e intentan difundir esta felicidad entre todo el mundo. Les gusta hacerse bromas, a pesar de su adelantada edad: dicen que el Dalai Lama suele robar el sombrero de Tutu cuando este está distraído. Y eso que no les ha resultado fácil mantener la alegría: han visto de cerca el conflicto, la discriminación, la represión... Sus vidas han sido muy complicadas: el arzobispo fue muy perseguido en tiempo del apartheid y el líder budista todavía tiene que sufrir la hostilidad de las autoridades chinas, que invadieron su país. Cuando Tutu hizo 80 años, el Dalai Lama quiso visitarlo para felicitarle, pero las autoridades sudafricanas, presionadas por China, no le permitieron hacer este viaje.
La felicidad
El libro The Book of Joy quiere responder a una simple pregunta: "Como encontrar alegría en medio de todos los inevitables sufrimientos de la vida?". En este libro quieren ofrecer los ocho pilares de la felicidad a través de explicar anécdotas vividas, planteamientos vitales y reflexiones filosóficas. Son las historias que salieron a la luz durante los ocho días de charlas en Dharamsala, entre carcajadas, risas, e incluso alguna lágrima. E, incluso, un rato de baile.