Damià Bardera ha hablado sin ambages sobre el estado del sistema educativo, y, claro, en este país donde todos lo hacemos todo tan bien... no estamos para nada acostumbrados a que alguien nos diga las verdades a la cara, y todavía menos en los medios de comunicación y públicamente para que lo sepa todo el mundo. Con la publicación de su libro Incompetències bàsiques, crònica d’un desgavell educatiu, el escritor y profesor ha explicado algunos de los motivos del malestar en las aulas y también ha señalado las posibles causas del fracaso educativo de los últimos años. Lo ha hecho con ejemplos muy concretos de su día a día y de su experiencia como docente.
Y, claro, cuando uno escupe todo lo que piensa sin filtros y sin maquillar nada: o bien se le tilda de loco o bien se dice que está muy quemado y muy enfadado. Y de hecho para quejarse públicamente de unas "autoridades educativas mediocres y negligentes", para hablar "de un disparate educativo", por despotricar "la nueva metodología" y para afirmar de que "a la hora de diseñar currículums y políticas educativas, nos fiamos más pedagogos que no han pisado nunca ningún aula que de los maestros y profesores que están ahí cada día"... Quizás sí que se tiene que estar un poco loco. A diferencia de sus obras de ficción, donde la ironía y la exageración son herramientas habituales para retratar los males de la sociedad, este libro de no ficción adopta un tono mucho más directo y documental. Como lectores, nos podemos llegar a preguntar si Bardera, conocido por sus críticas feroces y sus relatos cargados de sarcasmo, está ofreciendo una visión exagerada del sistema educativo o bien si, por el contrario, está describiendo de manera precisa una realidad diaria a menudo oculta.
Como lectores, nos podemos llegar a preguntar si Bardera, conocido por sus críticas feroces y sus relatos cargados de sarcasmo, está ofreciendo una visión exagerada del sistema educativo o bien si, por el contrario, está describiendo de manera precisa una realidad diaria a menudo oculta
Unas reflexiones muy necesarias
Una de las conclusiones a las cuales podemos llegar después de leer Incompetències Bàsiques es que el sistema educativo actual está fracasando en su tarea más esencial: formar ciudadanos críticos y competentes. El sistema se centra demasiado en resultados superficiales, como las pruebas estandarizadas y los indicadores cuantitativos, mientras que ignora las necesidades reales de los alumnos. Este enfoque crea estudiantes que acumulan información, pero que no saben cómo aplicarla ni tampoco cómo desarrollar un pensamiento crítico. La educación se convierte así en un proceso mecánico, alejado de la reflexión y la creatividad. ¡Y eso me parece muy grave, qué queréis que os diga! También podemos encontrar una crítica hacia la aplicación del currículum por competencias. En teoría, este modelo tendría que fomentar un aprendizaje integral, donde el alumno desarrolla habilidades prácticas y transversales, pero en la práctica se ha convertido en un simple maquillaje que esconde las deficiencias del sistema. Lejos de promover la autonomía, las competencias se han convertido en una excusa para simplificar los contenidos y reducir el nivel de exigencia académica. Y esta simplificación no solo perjudica a los estudiantes, sino que también desmoraliza a los docentes, que se ven atrapados en un sistema que les impide ejercer plenamente su tarea. Bardera también pone el foco en la burocratización creciente de la educación. Esta carga administrativa, añadida a las constantes reformas que a menudo no tienen en cuenta las necesidades de los alumnos o la realidad de las aulas, también crea un clima de frustración y desmotivación entre los profesionales de la enseñanza (perdón, de la educación). Y que conste que él mismo es muy crítico (e incluso un poco burlón) con el colectivo docente, ya que se muestra muy incrédulo con algunos de los procedimientos de evaluación y de gestión que utilizamos a la hora de hacer actuaciones con el alumnado, reuniones con las familias, formaciones, etc.
Una de las conclusiones a las cuales podemos llegar después de leer Incompetències Bàsiques es que el sistema educativo actual está fracasando en su tarea más esencial: formar ciudadanos críticos y competentes
Los defensores del sistema actual (cuesta creer, pero los hay) han visto o interpretado sus palabras como una visión demasiado negativa del mundo educativo o como un ataque poco matizado. ¡Una ofensa, vaya!, pero, para muchos otros docentes, las reflexiones de Bardera no solo son esmeradas, sino también muy necesarias. Muchos profesionales de la educación compartimos y conocemos bien la frustración y el malestar que causa el sistema educativo del cual formamos parte. Desde mi opinión, esta crítica no tendría que ser leída como un ataque contra nadie en particular, sino más bien contra las estructuras y políticas que impiden que la educación cumpla su papel más fundamental: la preparación de los estudiantes (en múltiples aspectos) para el mundo que les espera fuera de las aulas. Solo con el tiempo sabremos si hemos sido capaces y lo suficientemente valientes de liderar y exigir este cambio del sistema educativo, caduco y arrastrado por inercias y modas pedagógicas que no responden a las necesidades reales del alumnado. Quiero pensar, y quizás peco de ser demasiado positiva, que al menos lo intentaremos.