Damien Rice irrumpió en el escenario del Festival de Cap Roig con tan solo su voz y su guitarra haciendo toda una demostración de talento y carisma. El festival demostró ser un escenario perfecto para el cantautor irlandés, que se encuentra en medio de una de sus giras más especiales. Se trata de Sailboat Tour y Rice viaja en velero para llegar a diferentes puntos del Mediterráneo. Además, cada concierto es único: improvisa el setlist en cada ocasión. Aun así, era de suponer que no podían faltar canciones como Delicate, con la que abrió el concierto de este fin de semana. Desde el primer momento, en el auditorio se hizo el silencio para dejar lugar a la voz de Rice, que mantuvo al público emocionado hasta el final.
Desde el primer momento, en el auditorio se hizo el silencio para dejar lugar a la voz de Rice, que mantuvo al público emocionado hasta el final
Concierto a la carta
Para la segunda canción de la noche, My Favourite Faded Fantasy, Rice probó que su maestría vale tanto en los registros más íntimos como en los más rockeros. La canción terminó por todo lo alto, con luces casi estroboscópicas, y el público lo agradeció con una ovación. Rice invitó al escenario a una persona que le ha “inspirado muchísimo”: la violoncelista Francisca Barreto. La primera canción que interpretaron juntos fue What I Am To You y contaron también con la ayuda del público, que se convirtió en un gran coro bajo la divertida dirección de Rice. Ya con todo el público en su bolsillo y completamente liberado de todo orden, Rice pidió a sus seguidores qué canción les apetecía escuchar. De entre los muchos gritos que llegaron al escenario, el irlandés escogió cantar Amie, él solo, casi a capela. Se volvió a acompañar de Barreto para interpretar Older Chests y I Don’t Want To Change You, una de las más aplaudidas de la noche. Otra vez solo y cada vez más anárquico, el irlandés quiso acercarse al público y por el camino desconectó sin querer un par de focos, desatando la risa entre los asistentes. “Los técnicos de luz son como un enemigo amigable, porque siempre te ponen algún cable en medio”, bromeó Rice, antes de interpretar Cannonball.
Con su amiga Sílvia
Los jardines de Cap Roig, con el mar como telón de fondo, vivieron uno de los momentos más emotivos de la noche cuando Rice llamó al escenario a Sílvia Pérez Cruz, con la que ha compartido gira por Europa. La catalana declaró: “estaba en mi casa y me han dicho: ¿Qué, te vienes a tocar una canción?”. Para la ocasión, estrenó una canción que todavía no se ha grabado y que interpretó junto a Rice y Barreto. Los tres se quedaron sobre el escenario hasta el final del concierto, que fue tomando una sonoridad cada vez más experimental. Para Coconut Skins, Rice pidió a sus fieles que se dieran permiso para hacer lo que quisieran. Todo el mundo se levantó, y la primera fila se llenó todavía más. Ya en la recta final del concierto, Astronaut sonó como un gran estallido de voz, música, luz y energía. Rice se mostró agradecido “por tener a dos mujeres tan poderosas a mi lado” y les cedió el inicio de I Remember. La canción empezó casi a capella y terminó, también, como una explosión. Cerró el concierto The Blower’s Daughter, con todo el auditorio en pie.