Austràlia es una obra que no deja indiferente. De aquellas que cuando te preguntan "¿qué tal?" te quedas callada y haces un "muy bien", con una montaña rusa detrás. La obra habla de los vínculos familiares, de las maternidades, de la distancia. Tres temas con mayúsculas. Y tres temas, que, bastante fácilmente, pueden resonar en nuestras realidades. Si los unes crean un combo interesante y difícil de digerir. Con toque humorístico y casero, las intérpretes Ester Cort, Meritxell Huertas, Carme Poll y Brian Lehane se adentran en este cosmos, con un viaje hasta la otra punta del mundo, con un roadtrip por el desierto australiano y conversaciones familiares con reproches, exigencias y rencor de años pasados. La dirección y dramaturgia están a cargo de Israel Solà, fundador de la compañía La Calórica, que debutó en solitario por primera vez con Austràlia el año pasado. La obra fue un éxito en la Sala Flyhard y ahora vuelve inaugurando el Espai Texas, del 28 de octubre al 18 de enero.
Comedia dramática de la cabeza a los pies
Austràlia se configura alrededor de tres hermanas; Elena y Mercè, que viven en Barcelona y Laia, que vive en Australia. Cuando Laia le pide a Elena, la pequeña, si le daría un óvulo para poder engendrar a un hijo con su marido, empieza la historia. El reencuentro en la otra punta del mundo, las dudas, los cambios, los miedos o el hecho de hacerse mayor son temas que viajan a lo largo de la obra, así como las discusiones que solo los hermanos saben provocar, sabiendo que después serán perdonados, porque, al fin y al cabo, es familia, ¿no? Las angustias, los referentes familiares, el peso que supone para las dos partes... Todo va configurando el universo de la obra, con el formato de diario personal de Elena como hilo conductor.
La familia, qué tema. Y si hay distancia de por medio, todavía más. A pesar de vivir en una época donde las distancias se pueden solucionar con comunicación vía redes o llamadas, no es fácil, y la obra lo plasma de manera realista y humana. Es fácil que hoy en día tengamos algún familiar lejos de casa, y eso hace que todavía más gente pueda sentirse representada. Austràlia es una comedia dramática de cabo a rabo. ¿Ríes? Sí. ¿Lloras? Quizás también. La risa del público es más fácil de detectar que un sentimiento de trascendencia, pero los silencios y las caras valen más que mil palabras, y en el teatro del Espai Texas ves a la mitad del público al otro lado del escenario.
Austràlia es una comedia dramática de cabo a rabo. ¿Ríes? Sí. ¿Lloras? Quizás también
Las aportaciones en inglés del marido australiano provoca un punto irónico y divertido a la totalidad de la pieza. El gran trabajo de Israel Solà se plasma con la facilidad de diálogo y comunicación entre los intérpretes y el público, que no necesita entender inglés para poder seguir el hilo. Si le sumas que la hermana mayor, Mercè, no habla el idioma, su personaje encarna el tono cómico e irónico del qué hablábamos antes. La obra habla de maternidades y las presiones, del qué dirán y las desazones. Rompe los silencios y provoca preguntas. Acaba la obra, aplaudes, y cuando respondes el "muy bien" tienes una pregunta bailando por la cabeza: ¿le darías un óvulo a tu hermana mayor?