El Arxiu Fotogràfic de Barcelona presenta Darius Koehli. Inside Poblenou, una exposición que ilustra las transformaciones que han sufrido el Poblenou y el 22@ en los últimos tiempos. Son 98 fotografías: las de Koehli son el núcleo central de la muestra, pero dialogan con fotografías del Poblenou de tiempos anteriores procedentes del propio Arxiu Fotogràfic. Esta exposición se podrá ver hasta el 19 de mayo, de forma gratuita, en el Convent de Sant Agustí. Y para los que no tengan ocasión de visitarla en persona, pueden acceder a la exposición virtual colgada en la web del Archivo Fotográfico. Además, la editorial El Cep i la Nansa ha editado un magnífico catálogo de ella.

Media-TIC. 2014. AFB. Darius Koehli / VEGAP.

12 años de Poblenou

Darius Koehli es un fotógrafo que conoce bien el Poblenou (se instaló en Barcelona en 1987). Ha hecho varios trabajos sobre el barrio, en un prolongado espacio de tiempo, y eso le ha permitido realizar una crónica detallada de las grandes transformaciones que ha experimentado y sigue experimentando este barrio. Koehli no quiere hacer el típico trabajo preciosista de postal, sino que va mucho más allá. De 2005 a 2009 realizó un primer estudio sobre el Poblenou: Saurópolis, donde ya ponía de manifiesto las contradicciones entre un barrio tradicional y las nuevas construcciones que se erigían sobre este. Más tarde realizó un reportaje sobre las instalaciones industriales de Poblenou. Talleres mecánicos e industrias que ya tenían los días contados fueron diseccionadas por el objetivo de Koehli para un trabajo con el título Men at Work. Su trabajo más reciente, que se ha prolongado hasta el 2017, Inside 22@, consistía en documentar fotográficamente los grandes equipamientos dedicados a las nuevas tecnologías del 22@.

The Wall. 2014. AFB. Darius Koehli, VEGAP.

Espejos, ventanas, reflejos...

En realidad, aunque parezca que los tres trabajos tendrían que ser antagónicos, en realidad son muy fáciles de articular, porque Koehli siempre ha intentado poner de manifiesto la pluralidad de formas de un barrio donde la agresiva modernización no logra eliminar la vida vecinal. En sus obras la churrería de siempre convive con las empresas más sofisticadas, y las vecinas que hablan de balcón a balcón están exactamente al lado de los edificios de arquitectura más atrevida (obviamente, sin ningún balcón que facilite el contacto entre vecinas). Para conseguir esta convivencia de diferentes realidades en una misma fotografía, Koehli usa las ventanas, los diferentes planos, las transparencias y, sobre todo, los reflejos. Las ventanas que están al fondo de un edificio de diseño nos dejan entrever una escena cotidiana de calle, tras un viejo muro de bloques de cemento despuntan las obras claves de la modernidad arquitectónica, los reflejos del sofisticado techo de Els Encants conviven con la ropa interior más clásica colgada en los chiringuitos... Los colores chillones de los interiores de diseño contrastan con el equilibrio cromático de las zonas de vida de barrio...

Skyline del Poblenou desde el terrado del Media TIC. 2014. AFB. Darius Koehlim, VEGAP.

Diseño interruptus

La visión del Poblenou de Koehli no carece de humor. El fotógrafo confronta la megalomanía de los proyectos modernizadores con la realidad de un barrio que se resiste a morir y a doblarse a la dictadura del diseño. Mientras en el centro de la sala de exposición del Arxiu se proyectan las imágenes del 22@, las fotos de los talleres y las casas de vecinos sobreviven a nivel del suelo. Koehli documenta el intento de acabar con todo un mundo vecinal, pero también el fracaso de esta estrategia, y la supervivencia del tejido de Poblenou por debajo de la agresividad manifiesta del 22@.

Torre de las aguas del Besòs. Autor desconocido. AFB, 1888.

Los referentes de siempre

En un punto clave de la exposición (el principio o el final, según cómo lo queramos ver) se expone una fotografía del Poblenou de Francesc Català Roca, de 1950, que se convierte en un referente del conjunto de la exposición. Las fotografías de Koehli dialogan con otras imágenes del Poblenou, escogidas entre las que están depositadas en el Arxiu Fotogràfic. Sorprende, en una de las fotografías más antiguas, de 1915, el hecho que el Pobenou ya fuera un barrio dual, en el que las viviendas crecían en los intersticios de las fábricas (como las viviendas sobreviven a la sombra de los faraónicos edificios de diseño dedicados a las nuevas tecnologías). Son impresionantes las fotografías del Somorrostro de Joan Vidal i Ventosa, de antes de la guerra. Pero las imágenes que más enlazan con las de Koehli, sin duda, son las de finales de los años ochenta, cuando una parte importante del Poblenou fue derribada para dar paso a la Villa Olímpica. La destrucción de los años ochenta que nos muestran las fotografías de Colita o de Martí Llorens preludian este "no lugar", que nunca ha conseguido dotarse de identidad propia, que es la plaza de las Glorias, quizás el lugar menos confortable de toda la ciudad y verdadero símbolo de este 22@ incompleto.