Reconocido por su faceta como director de cine y también por la de escritor, David Trueba (Madrid, 1969) debuta hoy como dramaturgo con el estreno de Los guapos, espectáculo que se podrá ver en el Teatre de Salt en el marco del festival Temporada Alta. Posteriormente, la obra aterrizará en la Sala Beckett de Barcelona entre el 13 de diciembre y el 12 de enero.

Protagonizado por Anna Alarcón y Vito Sanz, el espectáculo trata sobre el reencuentro de dos personas que crecieron en el mismo barrio marginal y lleva a reflexionar sobre las circunstancias de la vida y los cambios que comporta escoger un camino u otro. Para Trueba, las fronteras entre "ganadores y perdedores" son más difusas de lo que parece y siempre hay que hacer un esfuerzo por entender el otro. "El juicio está bien para los jueces, la humanidad tiene que tener comprensión", afirma.

Los raros son los guapos

"No saben que els guapos són els raros, que ho sap tothom però no ho diu ningú, tampoc no s'agraden i tenen complexos per ser diferents. I no saben que els guapos desafinen, no tenen swing i no ballen bé, també es preocupen i tenen psicòlegs i no passa res", cantaban Manel en Els guapos són los raros, uno de los temas más populares de su álbum de debut, Els millors professors europeus. David Trueba, cineasta aclamado por filmes comoLa buena vida (1996), Soldados de Salamina (2003), Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013) o Saben aquell (2023), además de escritor con una bibliografía donde encontramos novelas como Abierto toda la noche (Anagrama, 1995), Cuatro amigos (Anagrama, 1999), Saber perder (Anagrama, 2008), Tierra de campos (Anagrama, 2017) o Queridos niños; vive su primera experiencia como dramaturgo con Los guapos. El título del espectáculo, como la canción de Guillem Gisbert, hace referencia a que el destino de los guapos es siempre "duro" y solo se puede ir a peor: "Son personas muy deseadas que pierden recursos con el paso del tiempo, porque desde jóvenes siempre se les han abierto las puertas fácilmente". En este sentido, añade que los guapos están acostumbrados al hecho de que todo les venga, y que cuando eso se pierde, la vida cuesta más. Es lo que le sucede a Nuria, una de las protagonistas de la obra. El otro es su amigo de juventud Pablo.

Los guapos son personas muy deseadas que pierden recursos con el paso del tiempo, porque desde jóvenes siempre se les han abierto las puertas fácilmente

Los guapos es la historia del reencuentro de Nuria y Pablo, que crecieron en el mismo barrio obrero y marginal. Sin embargo, sus vidas han ido por caminos diferentes. Pablo es un abogado especializado en causas solidarias y hace tiempo que no pisa las calles de la barriada donde se crio. Nuria, en cambio, se ha quedado parada en el tiempo, sin muchas opciones ni oportunidades. Después de años sin saber el uno del otro, Nuria contacta con su antiguo amigo para que lo ayude en un asunto legal. Este acercamiento los obligará a enfrentarse con las mismas vidas y a revisar el pasado en común. Trueba sostiene que la obra se adentra en la dualidad entre el éxito y fracaso. Para el director, en la sociedad se ha impuesto la idea de que "si no eres el mejor, eres uno fracasado". La consecuencia de estas dinámicas vitales es "una sensación de competitividad donde unos intentan hundir a los otros".

David Trueba con Anna Alarcón, protagonista de su debut como dramaturgo, Los guapos / Foto: Eli Don / ACN

Acostumbrado al lenguaje cinematográfico, Trueba reconoce que aunque nunca se había adentrado en el teatro, siempre había tenido relación con los agentes que lo conforman. Fueron estos los que lo advirtieron que se aburriría mucho en los ensayos. Afirma, sin embargo, que no le ha pasado. "Como vas rodando cada día, me pareció que había alguna cosa, en lugar de rodar cada día, avanzas un fragmento de la obra final", indica. Con respecto al estilo, Trueba tuvo claro desde el instante que se propuso esta aventura teatral, que quería materializar una propuesta clásica sin proyecciones, interrupciones ni elementos performativos. "Texto, actores y escenario". Siempre rehuyendo el protagonismo, dice que quería debutar en el teatro con "humildad porque es un lugar donde no había estado antes". Y si bien, de momento, no tiene ningún proyecto más en este ámbito, sí que reconoce que le gustaría repetir la experiencia cuando llegue el momento. Y no, hoy por hoy, tampoco piensa en llevar Los guapos a la gran pantalla.