La creencia popular siempre ha dado por buena la teoría que la forma de construcción de los apellidos acabados en -ez es netamente castellana. Pero eso no es cierto. Esta fórmula surgió en los Pirineos occidentales y, un tiempo después, se expandió por la parte central y occidental de la península Ibérica. ¿De dónde vienen y qué fórmula se utilizó para construir estos apellidos?