Las obras de la nueva Casa de las Tres Culturas de Tortosa han puesto al descubierto un mausoleo romano con tres difuntos. Los arqueólogos no descartan que pueda indicar la ubicación de la necrópolis de Dertosa. "No lo sabemos a ciencia cierta y tenemos que ceñirnos a lo que tenemos, pero nos dice la experiencia que las ciudades romanas tenían las necrópolis en el camino de acceso, fuera de la muralla, y es posible que en la zona en esta cota haya más entierros", ha dicho Damià Grinyó, director de la excavación. Los arqueólogos fechan el hallazgo del siglo IV d.C. pero las cerámicas, materiales y monedas que han aparecido a la excavación ayudarán a confirmarlo. De este tipo de mausoleos de planta cuadrada o rectangular se han encontrado muy pocos al estado español.
De la Dertosa romana se sabían muchas cosas por testigos documentales pero se habían encontrado escasos vestigios físicos, sólo algunas tumbas en obras en el casco antiguo. Con las obras de la plaza de la Catedral de Tortosa, la ciudad romana tomaba forma con el descubrimiento de parte de la muralla y espacios que podrían formar parte del Foro, entre otros. La Dertosa de hace dos milenios sigue resurgiendo ahora con un mausoleo aparecido bajo los inmuebles que se han derribado para construir la nueva Casa de les Tres Cultures, al Balneari del Procar, als Jardins del Príncep y junto a la Call Jueu.
Posible ubicación de la necrópolis
Las obras del nuevo equipamiento cultural se detuvieron cuando apareció una de las tumbas y por problemas con la capa freática. Las excavaciones descubrieron, junto a dos tumbas más, un pequeño mausoleo romano que podría indicar la situación de la necrópolis a la antigua ciudad romana. La alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, ha destacado que les permite "conocer una parte importante de la Dertosa romana. Conocemos la importancia de la Dertosa romana pero no teníamos elementos para mostrarlo".
En las tumbas había tres difuntos: dos adultos de entre 35 y 40 años y un niño de entre 9 y 12 años. Los antropólogos intentarán ahora concretar el sexo, la edad, posibles enfermedades o patologías, con estudios en el laboratorio que podrían durar dos años. El mausoleo es de planta rectangular, con dos de las tumbas hechas con encofrados de mortero de cal y piedra y una tercera tumba lateral secundaria sellada con caja de tejas.
Por los clavos de hierro y bronce que se han encontrado, se corrobora que los cuerpos habían sido enterrados en cajas de madera. También ha aparecido una jarra de ungüento al lado de uno de los cuerpos, un elemento poco habitual en una etapa, el siglo IV d.C., en qué el Imperio Romano se había cristianizado. La datación se acabará de definir a través de unas pequeñas monedas que se han encontrado incrustadas en el mortero de los muros.