No es habitual que los convocantes de un premio de literatura catalana lo dejen desierto. Pero es lo que ha hecho al jurado del 39º premio BBVA Sant Joan, convocado por la Fundació Antigues Caixes Catalanes. Han decidido no dar el galardón a ninguno de los 45 originales presentados este año. Se reconoce así que no hay ninguno que reúna la calidad mínima. El jurado estaba formado por Jordi Coca, Pere Gimferrer, Giuseppe Grilli, Gemma Lienas y Carme Riera.
Desde hace tiempo algunos críticos argumentan que hay demasiada inflación de premios en el mundo de la literatura catalana y que haría falta reducir el número de galardones y, además, dejarles desiertos cuando no haya bastante nivel. Pero los editores y los promotores de los premios no suelen estar demasiado de acuerdo con eso, porque los premios se han convertido en una forma fácil de promoción comercial de los libros. En realidad, cada año los premios literarios figuran entre los más vendidos en las listas de Sant Jordi, lo que hace que los premios acaben siendo muy rentables para las editoriales que los impulsan.
El premio BBVA Sant Joan es uno de los galardones mejor dotado en catalán. Tiene una dotación de 35.000 euros libres de impuestos otorgados por la Fundació Antigues Caixes Catalanes, aparte de los derechos de autor de la edición, a cargo de Edicions 62. En ediciones anterior lo han ganado autores tan reconocidos como Olga Xirinacs, Maria de la Pau Janer, Valentí Puig, Baltasar Porcel, Joan Barril... En cuatro ocasiones anteriores también había sido declarado desierto.