Un triángulo invertido, este era el símbolo que se utilizaba en los campos de exterminación nazis para identificar a los homosexuales. Para recordar la lucha de donde venían, aquel triángulo invertido fue el símbolo que escogieron los miembros del Front d'Alliberament Gai de Catalunya (Frente de Liberación Gay de Catalunya) para identificar a su colectivo ante la sociedad. Entidad nacida en 1975, ellos fueron los responsables de organizar la primera marcha en nuestro país en defensa de los derechos de la comunidad LGTBI. Fue un domingo, el 26 de junio de 1977. Aquella tarde Catalunya se sintió por primera vez orgullosa.
Nace el Front d'Alliberament Gai de Catalunya
Entrábamos en la década de los años setenta del siglo XX y en España todavía regía la infame 'Ley de vagos y maleantes', una ley instaurada en 1933 y reformada en 1954, cuando los organismos represores franquistas imponían confinar a los homosexuales en campos de trabajos forzados. Partiendo de las teorías del psiquiatra afín al régimen Joan Josep López Ibor, la nueva ley que el gobierno dictatorial implementó el 5 de agosto de 1970, la ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, todavía se mostraba mucho más represiva con la comunidad gay. Seguía condenando los actos sexuales entre personas del mismo sexo, y ahora también penaba las asociaciones, encuentros y cualquier expresión que se interpretara como una inclinación homosexual. Los penados ya no serían ingresados en campos de trabajos forzados, como los ubicados en Badajoz y Huelva, sino que se les internaría en 'Centros de rehabilitación social'. Eufemismos fascistas para invisibilizar aquellos que no les gustaban.
Desde la clandestinidad, la comunidad gay empezó a organizarse para intentar erradicar las leyes represivas del franquismo
Desde la clandestinidad, la comunidad gay empezó a organizarse para intentar erradicar leyes represivas como esta. Fue así como, del impulso de figuras esenciales en la historia del colectivo homosexual en nuestro país como el genealogista y heraldista Armand de Fluvià (entonces editor de la revista Aghois, publicación que se enviaba desde Francia en el más estricto anonimato) nació el Movimiento Español de Liberación Homosexual (MELH). Creada en 1972, de esta organización surgiría el mucho más activo y reivindicativo Front d'Alliberament Gai de Catalunya.
Convocada por la Asamblea de Catalunya, el 1 de febrero de 1976 se celebró en Barcelona una manifestación a favor de la amnistía. El acto reunió a más de 10.000 personas en la capital catalana al grito de "Llibertat, Amnistia, Estatut d'Autonomia". Entre los manifestantes se encontraban los miembros del Front d'Alliberament Gai de Catalunya. Reunidos tras una pancarta, aquella fue la primera vez que salían a la calle a manifestarse como representantes de su colectivo. En los meses posteriores se sumarían a las concentraciones a favor de la mayoría de edad a los 18 años, porel derecho al divorcio, el Día de la mujer, el Primero de Mayo, la Diada de Catalunya... Aquellos actos fueron la antesala de la primera manifestación en Catalunya (y a todo el Estado) por los derechos de la comunidad LGTBI.
La primera marcha por el orgullo
El 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones generales una vez recuperada la democracia. La Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez fue la fuerza ganadora de los comicios consiguiendo un total de 165 diputados. Tras estos, el PSOE de Felipe González, con 118, y el PCE de Santiago Carrillo con 20. 11 días después, el domingo 26 de junio de aquel 1977 que nos traía aires de cambio, uniéndose a las muchas manifestaciones que ya empezaban a celebrarse por todo el mundo coincidiendo con la conmemoración de la revuelta del Stonewall de Nueva York, el Front d'Alliberament Gai de Catalunya salía a la calle para mostrar su orgullo. Fue la primera marcha por los derechos LGTBI que se celebraba en Catalunya. La primera en todo el Estado.
La manifestación, que contó con la adhesión de los movimientos feministas, sindicales y vecinales de la ciudad, se inició en la parte baja de Les Rambles para ir subiendo la popular avenida barcelonesa y acabar en la Font de Canaletes, donde fue disuelta a porrazos por la Policía Armada, los 'grises'
La manifestación, que contó con la adhesión de los movimientos feministas, sindicales y vecinales de la ciudad, se inició en la parte baja de Les Rambles para ir subiendo la popular avenida barcelonesa y acabar en la Font de Canaletes, donde fue disuelta a porrazos por la Policía Armada, los 'grises', el cuerpo creado por Franco al final de la Guerra Civil, y que durante cuatro décadas, hasta su desaparición en 1978, utilizó como brazo represor. "La presencia de los grises hacia la mitad de la Rambla hizo que la gente se empezara a dispersar, y quien hizo de escudo y nos protegió fueron transexuales y travestis, a quien no habíamos dejado ocupar la cabecera de la manifestación porque nos preocupaba la imagen", recordaba lamentándose Empar Pineda, militante feminista lesbiana, entonces dirigente del Partido Comunista, en un artículo publicado el 2017 en Eldiario.es con motivo del 40 aniversario de la marcha. "Las feministas decían que aquello era una caricatura de la mujer objeto y los gais decían que eso nos restaba seriedad, solo después hemos visto que aquello fue un error", apuntalaba en la misma pieza Jordi Petit, fundador de la Coordinadora Gay-Lesbiana de Catalunya.
Fue el primer paso para conseguir la igualdad de derechos de la comunidad LGTBI+ en un camino en que, más ahora que la LGTBIfobia vuelve a mostrar su cara más execrable, desgraciadamente todavía nos falta un largo tramo por recorrer
Gracias a aquella primera manifestación y a la lucha del Front d'Alliberament Gai de Catalunya y de los muchos colectivos LGTBI que fueron surgiendo en el resto del Estado, a finales de 1978 se consiguió la retirada de la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Reforma Social. Y dos años después, en 1980, se aprobó la legalización de las organizaciones LGTBI. Sí, aquel 26 de junio de 1977 fue el primer día que Catalunya se sintió orgullosa. Fue el primer paso para conseguir la igualdad de derechos de la comunidad LGTBI+ en un camino en que, más ahora que la LGTBIfobia vuelve a mostrar su cara más execrable, desgraciadamente todavía nos falta un largo tramo por recorrer.