Monte Torrero, afueras de Zaragoza, 20 de agosto de 1710. Hace 313 años. Ocho de la mañana. Empieza una de las grandes batallas de la guerra de Sucesión hispánica (1705-1714/15). El resultado de aquella batalla, sumado a la del anterior enfrentamiento de Almenar (27 de julio de 1710) abrirían el camino de los austriacistas hacia Madrid. Carlos de Habsburgo, el candidato de los países de la Corona catalanoaragonesa, entraría —por segunda vez— en la "villa y corte" (28 de septiembre de 1710). Pero el bando borbónico, al margen de las consecuencias de aquellas derrotas, tuvo que lidiar con uno de los grandes escándalos de aquel conflicto. Cuando en Monte Torrero, pasadas las horas, los borbónicos retrocedían en desbandada, Felipe V, a quien se le presuponía el honor y la valentía de un comandante en jefe de sus ejércitos, escapó del campo de batalla disfrazado de molinera.

Representación de la Batalla de Monte Torrero. Fuente Museo Real de la Haya
Representación de la Batalla de Monte Torrero. Fuente: Museo Real de la Haya

¿Qué pasó, exactamente, en Monte Torrero?

Según las fuentes documentales, al inicio de la batalla, las dos formaciones se dispensaron fuego de artillería en abundancia. Hacia mediodía, la caballería borbónica castellana atacó el centro de la formación austriacista, pero sin un resultado favorable. La infantería y la artillería austríacas mantuvieron el orden, se repusieron, contraatacaron, rompieron las líneas enemigas, y provocaron el caos en el campo borbónico franco-castellano. Acto seguido entraron en combate las alas del ejército austriacista. A la izquierda de la formación, la infantería inglesa; y a la derecha las infanterías neerlandesa y catalanoaragonesa (catalanes, valencianos y aragoneses). Estas alas rodearon y masacraron a los borbónicos (la tropa y el mando). Resultado: de los 20.000 efectivos que Felipe V había presentado en Monte Torrero, 10.000 serían bajas y 5.000 serían prisioneros.

¿Qué pasó con Felipe V en Monte Torrero?

Las mismas fuentes revelan, que, a primera hora de la tarde, las tropas austriacistas, comandadas por los generales Guido Rüdiger von Starhemberg, James Stanhope y Pedro de Manuel ocupaban el campamento enemigo y arrestaban a los oficiales borbónicos. Entre ellos, el general Alexandre Maïtre de Bay, la mano derecha de Felipe V en aquella batalla. Pero, en cambio, el Borbón no apareció por ningún lado. Pasados los días se sabría que, mucho antes de la rendición, Felipe V había huido del campo de batalla, abandonando a sus oficiales y su ejército. También se supo que había huido a través de los campos de cultivo hasta el río Huerva; y allí había conseguido que un molinero le vendiera parte de la ropa —no se sabe si de la madre o de la esposa— para escapar hasta la retaguardia camuflado bajo la apariencia de una molinera.

Carles d'Habsburgo y Felipe de Borbón. Font Enciclopedia
Carlos de Habsburgo y Felipe de Borbón. Fuente: Enciclopedia

¿Qué decía el Dietario de la Generalitat de aquella huida?

El domingo 24 de agosto de 1710, el escribano del Dietario consigna la recepción de una misiva oficial, que dice: "es servida noticiar-nos de com lo dia 20 del corrent lo rey nostre senyor (Carlos), havia tingut una molt completa victòria de las armas enemigas". No hay ninguna referencia a la huida de la "molinera de Torrero". Pero, en cambio, el historiador británico Henry Kamen, uno de los grandes especialistas de esta etapa histórica, revela que el Borbón, en su precipitada y alocada huida, no se detuvo hasta el palacio del Alcázar de Madrid; donde la reina Luisa Gabriela esperaba, impaciente, la noticia de una victoria. Felipe V y Luisa Gabriela (la que poco después proclamaría que "era capaz de lanzar a sus hijos por el balcón antes que perdonar a los catalanes"), abandonaban la "villa y corte" el 9 de septiembre de 1710 y se refugiaban en Burgos, camino de Francia.

¿Era la primera vez que el Borbón escapaba del campo de batalla?

La noticia y los detalles de aquella huida fueron el hazmerreír de todas las cancillerías de Europa. A excepción de la de Versalles, que tuvo que contener la respiración esperando un ataque de ira de Luis XIV. El Borbón francés ya había montado en cólera con un episodio precedente que se había producido cuatro años antes. El 7 de mayo de 1706, las tropas borbónicas que asediaban Barcelona, abandonaron desordenadamente —en desbandada— la empresa, cuando se hizo público que los ejércitos de la alianza internacional austriacista se acercaban a la capital catalana. Felipe V, que dirigía el operativo, huyó a toda prisa hacia Francia, a través del Empordà, y no se detuvo hasta Versalles. En aquella ocasión, Luis XIV lo obligó a volver e hizo olvidar el incidente. Y después de Torrero, la cancillería borbónica fabricó la versión de que el disfraz no era de molinera, sino de soldado raso.

Mapa del evouclió del conflicto. Font Enciclopedia
Mapa de la evolución del conflicto. Fuente: Enciclopedia

¿Qué decía el Dietario de la Generalitat de la primera huida del Borbón?

El Dietario de la Generalitat describe la llegada del grupo naval aliado que provoca la huida precipitada de las tropas borbónicas. (7 de mayo de 1706): "Aquest dia es estat de gran regosijo, per esta ciutat, per haver comparegut la flota dels aliats devant de esta ciutat, y han desembarcat luego moltes tropas per lo socorro de esta plassa; y sa magestat (Carlos de Habsburgo) Deu lo guarde, ha assisiti al desembarch; y tothom està ab grandíssim júblio per tal socorro". Sin embargo, reveladoramente, allí donde el Dietario insiste es en presentar la figura del Habsburgo claramente contrapuesta a la de Borbón: "lo rey nostre senyor (Carlos) que Déu guarde, a las sinch horas de la tarda (víspera de la liberación) a regonèxer la bretxa i treball de la cortadura, posant-se al perill de las bombas y balas que molt a menut lo rodejaven".

¿Cómo acabó aquella historia?

La huida de la "molinera de Torrero" convenció, definitivamente, a Luis XIV de que su nieto hispánico era incapaz de ejercer el oficio que le habían regalado. Después de aquel esperpento, los borbónicos se repusieron y recuperaron terreno con las victorias de Villaviciosa y de Brihuega. Pero Luis XIV de Francia ordenaría abrir conversaciones —secretas y sin conocimiento de Madrid— con las potencias austriacistas. El cambio de mayoría en el Parlamento de Londres (los whigs liberales fueron relevados por los torys conservadores y partidarios del abandono de la guerra) aceleró el proceso. En los Tratados de Utrecht (abril – junio, 1713), negociados y firmados para poner fin al conflicto sucesorio hispánico, el régimen borbónico español ya no tuvo ningún papel; y la nueva España de Felipe V —la de las Nuevas Plantas— fue la gran derrotada de aquella conferencia.

Los generales de Torrero. Starhemberger, Stanhope y Maitre de Bay. Fuente Wikimedia Commons
Los generales de Torrero. Starhemberger, Stanhope y Maitre de Bay. Fuente Wikimedia Commons