Llegar al escenario principal del Alma es como una pequeña gincana por todo el Poble Espanyol en que el gran premio final es disfrutar en la plaza mayor del concierto del artista del día. Esta vez la recompensa ha sido gozar de una nueva visita de The Divine Comedy del siempre fascinante Neil Hannon, la banda norirlandesa que desde finales de los 80 nos hace la vida un poco más bonita con su personal reverberación del legado de The Smiths y Electric Light Orchestra, Scott Walker y The Beach Boys, Jacques Brel y Burt Bacharach.
Un grupo de una cierta edad
Viejos conocidos de nuestropaís, en The Divine Comedy los hemos visto en todo tipo de escenarios y formados, desde los más afines a los estándares del rock, a las ocasiones más intimistas en que Neil Hannon se ha presentado a solas con el único apoyo de un piano. Esta vez, en una visita que no respondía a ninguna gira promocional: su último disco, el recopilatorio de grandes éxitos Charmed Life – The Best of the Divine Comedy, fecha de 2022; y su último trabajo de estudio, Office Politics, de 2019; se han presentado en un formato híbrido, una banda básica que embellecía su propuesta con ciertos rasgos orquestales, destacando la presencia de un acordeonista. La cosa ha sonado espectacular.
La velada, constantemente injertada del característico humor irlandés de un Hannon que, tan vintage como rabiosamente moderno, vestía su habitual uniforme oficial de crooner: traje y corbata, ha empezado con todo un incunable de su repertorio como The Certainty of Chance. A partir de aquí el concierto ha sido un viaje por sus ya tres décadas de creación de himnos pop. De salida sentados, cuando ha sonado Generation Sex hemos decidido liberarnos y disfrutar de un espectáculo que no por muy conocido deja de seducirnos. Y es que la revolución solo nos interesa si la podemos bailar.
Prestando especial atención en su disco de 1996, Casanova, el concierto ha alcanzado uno de sus instantes más culminantes con el sonar de Something for the Weekend, tema que abría aquel álbum y su sencillo más destacado. Y mientras tanto, Hannon iba desplegando en paralelo un espectáculo humorístico explicando anécdotas delirantes como esta en qué ha asegurado que llegaba al concierto justo después de que días atrás le hubieran extraído cuatro dientes. Y entonces, precedida de una entusiasta Your Daddy's Car, ha llegado A Lady of a Certain Age, encarando una recta final en que han desfilado Songs of Love, When the Lights Go Out All Over Europe, Our Mutual Friend (confeti sonoro), National Express y Tonight We Fly. Previa a unos bises que, ahora sí, nos han regalado su gran himno, Charmed Life, tema de pop pluquamperfecto con la The Divine Comedy han puesto espía Alma.