La tarde del 9 de octubre de 1999 Rocío Wanninkhof, una joven de 19 años, visitó a su novio, Antonio José Jurado, en su domicilio en La Cala de Mijas. Rocío se marchó de casa de su pareja pasadas las nueve. Vivía a escasos 500 metros. Quedaron que se volverían a ver en la feria de Fuengirola. Nadie la volvió a ver con vida. Fue su madre, Alicia Hornos, la que, al día siguiente, encontró una zapatilla de Rocío, en un descampado cercano a su casa. Días más tarde apareció el cadáver de la joven.
La estigmatización de una inocente
En septiembre de 2000, Dolores Vázquez, expereja sentimental del padre de Rocio, fue detenida como principal sospechosa del asesinato de la joven Wanninkhof. El caso desató un frenesí mediático en España que conmocionó al público y presionó a la policía para que encontrara respuestas rápidamente.
Dolores fue estigmatizada por su sexualidad, su carácter y su aparente indiferencia hacia el caso, y fue descrita como una asesina fría, calculadora e inteligente. Todo esto se vio agravado por la reacción de la madre de Rocío, quien se convirtió en una invitada frecuente en televisión, culpando a su expareja por la muerte de su hija y destruyendo la percepción que el público tenía de Dolores.
El 14 de agosto de 2003, casi cuatro años después dela muerte de Rocío, desapareció en Coín, la localidad malagueña muy próxima a Mijas, la joven de 17 años Sonia Carabantes. Tan solo un mes más tarde, en la reconstrucción e investigación de los hechos, la Guardia Civil descubrió que los restos del ADN del presunto asesino de Sonia coincidían con los restos biológicos hallados en una colilla recogida en el lugar donde había aparecido el cadáver de Rocío Wanninkhof. El caso dio un giro de 180 grados.
La confesión del asesino
Fue su mujer quien lo denunció. Ella sospechaba que su marido, Tony Alexander King, un británico que hacía años que residía en la zona, era el responsable de los crímenes. El 21 de septiembre de 2004 King admitió ante el juez los asesinatos de Wanninkhof y Carabantes. No solo eso, sino que también confesó haber cometido, como mínimo, tres agresiones sexuales más en la provincia de Málaga. En su comparecencia ante el juez, dijo que la muerte de Sonia Carabantes se produjo "por accidente" y sobre el crimen de Rocío Wanninkhof dio detalles concretos.
Con la confesión de Tony Alexander King, Dolores Vázquez quedó en libertad, pero las consecuencias del caso: encarcelada durante 519 días por un crimen que nunca cometió y un estigma social del que sería imposible resarcirse por mucho que se demostrara su inocencia, le cambiarían para siempre.
La historia completa
La historia de Dolores Vázquez ya fue tratada este mismo curso en El caso Wanninkhof-Carabantes, una docuserie producida por Netflix. Y hoy se ha descubierto el próximo 26 de octubre HBO Max estrenará Dolores. La verdad sobre el caso Wanninkhof, otro true crime centrado en el mismo suceso.
La gran diferencia entre ambas referencias es que el título de HBO sí que cuenta con el testimonio de Dolores Vázquez, quien tras más de veinte años de silencio y exilio en Inglaterra, habla por primera vez frente a una cámara para contar todo lo que considera que ha permanecido oculto hasta ahora, muy especialmente su verdad.
“Por primera vez en 20 años, Dolores Vázquez, Loli, habla públicamente para contar su versión de los hechos en este caso tan mediático, uno de los errores judiciales más graves de la historia en España", apunta Xelo Montesinos, fundadora de Unicorn Content, la productora responsable de este true crime. "La historia se ha contado muchas veces, pero nunca ha sido completa, siempre han faltado protagonistas. Esta vez vamos a contar la historia completa. La realidad siempre supera la ficción, y en este caso se pone más de manifiesto que nunca. Es un thriller cargado de giros inesperados y una historia personal controvertida y apasionante".
Miguel Salvat, productor ejecutivo de HBO Max, completa las afirmaciones de Montesinos añadiendo que “el caso Wanninkhof mantuvo a todo un país y sus medios en vilo. Veinte años después vamos a mostrarlo desde un punto de vista totalmente diferente. Dolores Vázquez habla con franqueza, contando su historia, cruda y dolorosa, con el beneficio del paso del tiempo. Para aquellos que piensan que esto no podría suceder hoy, les pregunto por qué sucedió entonces".